De la Dictadura a la Democracia: La Transición Española
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La Transición a la Democracia (1975-1982)
El periodo comprendido entre la muerte de Franco en 1975 y la victoria del PSOE en las elecciones de 1982 se conoce como la Transición Española. Durante estos años, se establecieron instituciones democráticas de manera pacífica tras la dictadura. Un hito clave fue la proclamación de Juan Carlos I como Rey el 22 de noviembre de 1975, quien, a pesar de haber sido elegido por el dictador, se mostró abierto a iniciar la transformación del sistema político. Aunque al principio era una figura desconocida para la mayoría de los españoles, ya que se había mantenido en segundo plano siguiendo las pautas de Franco, su popularidad fue en aumento.
Condiciones que facilitaron la Transición
- Desaparición de las dictaduras europeas y su transformación en democracias.
- Cambios económicos, sociales y culturales desde los años 60.
- Apoyo a la monarquía y pacto entre distintas ideologías políticas.
Dificultades durante la Transición
- Resistencia al cambio por parte del "búnker", un sector de la extrema derecha.
- Acciones terroristas de grupos de extrema izquierda como GRAPO y ETA.
- Tensiones sociales.
Los Gobiernos de la Transición
Durante este periodo, España conoció tres presidentes del Gobierno: Arias Navarro, Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo.
Arias Navarro (1974-1976)
Arias Navarro, Jefe de Gobierno desde 1974 durante la crisis final del Franquismo, fue inicialmente mantenido en el cargo. El rey eligió a Fernández Miranda como presidente de las Cortes franquistas, considerándolo la persona ideal para llevar a cabo la reforma democrática. Arias Navarro impulsó algunas reformas, como proyectos de ley que ampliaban las libertades públicas, pero se negó a una amnistía general. Esto disgustó a la oposición izquierdista, que se unió en la Coordinación Democrática, iniciando un periodo de huelgas y manifestaciones en las que se pedía libertad, amnistía y autonomía. Los atentados terroristas y la presión del monarca llevaron a la dimisión de Arias Navarro el 1 de julio de 1976.
Adolfo Suárez (1976-1981)
El rey nombró a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno. A pesar del recelo inicial debido a su procedencia del Franquismo, Suárez lideró el desmantelamiento del régimen. Las reformas se aceleraron, concediéndose una amnistía para los presos políticos en julio de 1976. La Ley para la Reforma Política, aprobada por referéndum en 1976, fue fundamental, ya que transformaba las Cortes en un Congreso de Diputados y un Senado elegidos por sufragio universal. Los meses siguientes estuvieron marcados por el terrorismo de extrema derecha, izquierda y ETA. El hecho más destacado fue el atentado de enero de 1977 contra los Abogados Laboralistas de Atocha. Se convocaron elecciones en 1977, y para garantizar el pluralismo político se legalizaron los partidos políticos, incluido el PCE, además de la supresión del TOP. La Unión de Centro Democrático (UCD) triunfó, seguida por el PSOE, y Adolfo Suárez se convirtió en presidente del Gobierno.
Suárez se enfrentó a tres problemas principales: la crisis económica, la aprobación de una constitución y la cuestión regional. Para resolver la crisis económica, se firmaron los Pactos de la Moncloa en 1977, que incluían medidas como la reducción de la inflación, una reforma fiscal y de la Seguridad Social, y medidas para atajar el desempleo. Estos pactos, firmados por el gobierno y representantes de todos los partidos políticos, contribuyeron a afrontar la crisis, mejorar el clima de paz social y normalizar las relaciones laborales. Se aprobó la Constitución de 1978, que reconocía los derechos y libertades públicas, la división de poderes, definía al Estado como no confesional (aunque se mantenían relaciones de cooperación con la Iglesia Católica) y establecía los Estatutos de las Autonomías. Tras 40 años de régimen centralizado, en muchos lugares del país se manifestaba un sentimiento anticentralista que obligó al gobierno a preparar la reforma territorial de España.
Tras la aprobación de la Constitución, sometida a referéndum el 6 de diciembre de 1978, se convocaron nuevas elecciones generales en 1979, ganadas nuevamente por la UCD, seguida por el PSOE. Sin embargo, la división interna del partido y la fuerte oposición del PSOE llevaron a la dimisión de Suárez, siendo sustituido por Leopoldo Calvo Sotelo.
Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982)
Durante el mandato de Calvo Sotelo, ETA llevó a cabo terribles atentados, asesinando a casi 100 personas en 1980. Esto provocó un descontento social que fue aprovechado por el coronel Antonio Tejero para dar un golpe de Estado el 23 de febrero de 1981. Calvo Sotelo intentó reconducir la situación política, pero no pudo con el deterioro interno de su partido. Llevó a cabo una intensa política exterior que condujo al ingreso de España en la OTAN, con el objetivo de facilitar el posterior ingreso en la CEE. El PSOE se opuso inicialmente a la incorporación a la OTAN, aunque cambió de postura al llegar al poder y la cuestión se sometió a referéndum. También se aprobó la Ley de Divorcio y se realizó una política antiterrorista marcada por el 23F. Se concluyó el proceso autonómico con la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico). La crisis interna de la UCD llevó a Calvo Sotelo a adelantar las elecciones generales a octubre de 1982, en las que triunfó el PSOE, lo que para muchos expertos marca el final de la Transición. El PSOE permaneció en el poder hasta marzo de 1996, cuando fue desbancado por el PP.
La Constitución de 1978: Pilar de la Democracia Española
La Transición Española a la democracia tuvo como hecho fundamental la elaboración de un texto constitucional, realizada por primera vez en nuestro país mediante el consenso entre los partidos democráticos. Esta Ley de Leyes sustituyó a las viejas leyes franquistas, siendo la base legal del nuevo Estado, un Estado descentralizado que a partir de entonces sería llamado Estado de las Autonomías. Ha sido la base de la Transición y de la Democracia española. Para su diseño se creó una comisión constitucional, cuyos integrantes son conocidos como los "padres de la Constitución", pertenecientes a diferentes partidos: UCD (3 miembros), AP, PSOE, PCE y CIU. Es importante resaltar que el PNV se abstuvo al no haber ningún miembro del partido en la comisión.
Características de la Constitución
- Carácter progresista
- Ambigüedad
- Carácter consensuado
La Constitución define a España como un "Estado social y democrático de derecho", proclama las libertades ciudadanas (se declara el Estado aconfesional y se establece la mayoría de edad a los 18 años), el derecho a una justa distribución de la riqueza, a participar libremente en la vida política, a una ciudadanía, a un pluralismo político, a una libertad de mercado y a una garantía de libertad e igualdad por parte del Estado.
Instituciones fundamentales
La Constitución contempla una serie de instituciones fundamentales, defendiendo la división de poderes:
- La Corona: símbolo de la unidad de España y regulador de las instituciones.
- Las Cortes Generales: bicamerales (Congreso de Diputados y Senado).
- El Gobierno: ejerce el poder ejecutivo y dirige la política interior y exterior.
- El Poder Judicial: Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional.
El Camino hacia las Autonomías
El camino hacia las autonomías tuvo dos etapas:
- Preautonomías: Se concedieron a las autonomías históricas entre 1977 y 1978. Cataluña fue la primera, con el regreso del exilio de su presidente Josep Tarradellas y el restablecimiento de la Generalitat. El País Vasco tuvo el proceso más largo debido a la organización terrorista ETA, el partido nacionalista PNV y la cuestión de Navarra. Finalmente, Galicia también obtuvo su preautonomía.
- Regulación en la Constitución: Se incluyeron en el artículo 151 las autonomías históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia) y Andalucía, y en el artículo 143 el resto de las Comunidades Autónomas, excepto Navarra.
Los Estatutos de Autonomía fueron promulgados desde el de Cataluña en 1979, seguido por los del País Vasco, Galicia, Andalucía, etc. En junio de 1982, durante el gobierno de Calvo Sotelo, se concluyó el proceso autonómico con la LOAPA, regulándose por último en 1995 para Ceuta y Melilla.
La Integración Internacional: CEE y OTAN
Para la consolidación de la democracia, era necesario el reconocimiento internacional, por lo que se llevó a cabo la integración del país en la CEE y la OTAN. En 1970, España solo consiguió un Acuerdo Preferencial con la CEE, gracias a las medidas de los Planes de Estabilización durante el Franquismo. Calvo Sotelo (UCD) llevó a cabo una intensa política exterior que permitió el ingreso del país en la OTAN en mayo de 1982, con el objetivo de facilitar el posterior ingreso en la CEE. El PSOE se opuso inicialmente a la incorporación a la OTAN y al mantenimiento de las bases norteamericanas en España, realizando manifestaciones en contra e identificando la OTAN con la guerra y el armamento nuclear.
Felipe González, líder del PSOE, en su campaña electoral de 1982 prometió un referéndum sobre la permanencia en la OTAN. Tras su llegada al poder, cambió su discurso, mostrándose partidario de la permanencia en la Alianza Atlántica, considerándolo necesario porque en ella estaban la mayor parte de los miembros de la CEE. Los gastos del PSOE en su campaña fueron tan grandes que se vio necesario tener una fuente de ingresos paralela a la oficial, surgiendo así el caso FILESA de financiación fraudulenta.
En junio de 1985 se firmó el Tratado de Adhesión a la CEE, siendo la integración efectiva el 1 de enero de 1986. En 1993, la CEE pasó a denominarse Unión Europea, y se firmó el Tratado de Maastricht. José María Aznar, del PP, cumplió con los requisitos del tratado durante su gobierno de mayoría en 1996, con un crecimiento del empleo y del PIB. Se implementó una nueva legislación de educación y extranjería, y se produjo un alineamiento con EE. UU., con la participación en la guerra de Irak y el atentado del 11M en Atocha. Desde 2004 hasta 2008, presidió José Luis Rodríguez Zapatero, quien provocó la salida de la guerra de Irak, una confrontación con el PP, una legislación social con la ley de igualdad y de dependencia, reformas de estatutos de autonomía, crecimiento económico y empleo, y una crisis.
Reformas Sociales y Económicas
Se establecieron importantes reformas sociales y económicas. La inmigración extracomunitaria produjo un crecimiento demográfico, una nueva estructura laboral con aumento de la población activa, del sector terciario y la incorporación de la mujer al trabajo. Se consolidó el Estado de Bienestar, generalizándose la cobertura sanitaria y la educación obligatoria hasta los 16 años. Se produjeron cambios en la estructura familiar, una secularización de la sociedad y nuevas pautas culturales.
Conclusión
La Transición Española ha servido como modelo, pues se pudo implantar un Estado democrático de forma pacífica tras una dictadura. La figura del monarca y la Constitución fueron fundamentales para este proceso, superando dificultades como el terrorismo, los intentos golpistas y la crisis económica, entre otras.