Detección de Defectos en Materiales: Ensayos de Partículas Magnéticas y Líquidos Penetrantes

Ensayo de Partículas Magnéticas (EPM)

Cuando se pone en contacto un imán con un trozo de hierro no imantado, este se imanta, generando un flujo magnético que puede ser representado por líneas de fuerza. Cuando estas líneas de fuerza atraviesan una discontinuidad en el material, se produce un escape (líneas de fuga) que puede hacerse visible mediante partículas magnetizables. Estas partículas se orientan en la dirección del campo magnético, revelando así las imperfecciones.

Proceso del Ensayo de Partículas Magnéticas:

• Magnetización de la pieza:

  Se realiza aplicando corriente continua, alterna o una combinación de ambas. La pieza se coloca entre los bornes de un circuito magnético, dándole un tiempo de magnetización suficiente. La magnetización puede ser longitudinal o transversal. Aunque se prefiere realizar ambos tipos, es crucial que las líneas de fuerza sean perpendiculares a la discontinuidad de la pieza para una detección óptima.

• Aplicación de las partículas magnéticas:

  Consiste en rociar la pieza con una suspensión de partículas magnéticas. Esta suspensión está formada por un disolvente (agua, aceite, petróleo) y partículas magnéticas coloreadas. La observación se realiza con luz blanca o ultravioleta en el caso de partículas fluorescentes. Posteriormente, es imprescindible desmagnetizar las piezas. Este ensayo permite determinar defectos superficiales e internos de hasta 1 mm.

Ensayo de Líquidos Penetrantes (ELP)

El Ensayo de Líquidos Penetrantes es un método eficaz para detectar discontinuidades abiertas a la superficie en materiales no porosos. A continuación, se detallan los pasos clave:

• Limpieza de la pieza:

  Se retira la suciedad de la superficie y del interior de los posibles defectos para asegurar que el penetrante pueda acceder a ellos.

• Penetración:

  Se aplica una sustancia penetrante sobre la superficie a ensayar. Se deja actuar durante un tiempo de 15 a 20 minutos, permitiendo que penetre en las oquedades de la pieza.

• Limpieza intermedia:

  Se retira el exceso de penetrante de la superficie de la pieza, pero se asegura que no se elimine de los defectos.

• Revelado:

  Se aplica un revelador a la superficie de la pieza. Este polvo fino, normalmente blanco (que puede aplicarse en seco o en suspensión con un líquido volátil), extrae el penetrante de las oquedades donde había penetrado, haciendo visibles los defectos.

• Observación:

  Se observan las marcas de los defectos. Si se utilizan penetrantes coloreados, la observación se realiza bajo luz natural. En el caso de penetrantes fluorescentes, se emplea luz negra (ultravioleta). Este método solo detecta discontinuidades abiertas a la superficie. El tamaño mínimo detectable de un defecto es de aproximadamente 1 mm de longitud y 1 µm de ancho.