La deshumanización del arte generación 27
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TEMA 5. NOVECENTISMO (O GENERACIÓN DEL 14) Y VANGUARDIAS
- Novecentismo
En España se conoce como Novecentismo el movimiento cultural que sucede a la Generación del 98. A él pertenecen un grupo de intelectuales y escritores conocido como Generación del 14 (recuérdese que en 1914 comienza la I Guerra Mundial).
Carácterísticas
Su objetivo principal era renovar estéticamente la literatura y el arte de la época y abrir así nuevos caminos artísticos. Los autores tratan de acercarse a un estilo más moderno, propio del s. XX, que rechaza el castellanismo noventayochista y se convierten en un referente europeísta.
Algunos de ellos serán transmisores de los movimientos vanguardistas que se están gestando en Europa. La Generación del 14 comparte una sólida formación universitaria y defienden el rigor intelectual unido a la claridad expositiva. La obra bien hecha, lejos de toda improvisación, y el cuidado exquisito por la forma se convierte en toda una obsesión para ellos. Según este grupo, el arte debe limitarse a proporcionar placer estético y no debe ser un instrumento al servicio de la política, de la religión o de la emoción personal del autor.
A veces esto hace del arte novecentista un puro juego intelectual, dirigido a minorías selectas.
Autores
Los escritores pertenecientes a este grupo generacional abordaron diferentes aspectos del saber, sin ceñirse exclusivamente al ámbito literario. Al Novecentismo pertenecen pensadores como Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors, Gregorio Marañón y Miguel Azaña; los novelistas
Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y Ramón Gómez de la Serna y el poeta
Juan Ramón Jiménez.
Tales autores comparten con la Generación del 98 la inquietud por el problema de España, pero no la visión dramática y subjetiva de sus predecesores, adoptando una postura más equilibrada e intelectual. Este enfoque hará que en este movimiento de principio de siglo tuvieran una función especial los ensayistas, cuyo principal representante fue José Ortega y Gasset.
Vanguardias
En cuanto a los ismos o movimientos de vanguardia, son las corrientes que surgieron en los primeros años del s. XX con un claro afán renovador respecto a los enfoques precedentes. En el marco de la posguerra y lo que ella conlleva, se opónían a la virulencia del pasado y rápidamente sucedieron en América y Europa.
Los movimientos vanguardistas fueron introducidos en España especialmente por dos autores:
Ortega y Gasset con su ensayo La deshumanización del arte y Ramón Gómez de la Serna.
Este último inventó su propio ismo, al que bautizó como Ramonismo, además de ser el creador de las greguerías (metáforas con un toque humorístico). Los principales movimientos son:
El Futurismo (Marinetti), que ensalza las máquinas, el progreso, la velocidad, la guerra.
El Dadaísmo (Tzara), que cuestiónó de forma radical los valores tradicionales, predicando el Nihilismo. Así, ataca los principios de la razón hasta el punto de escandalizar.
El Cubismo (Apollinaire), que aplica a la literatura las técnicas del collage y desarrolla los caligramas.
El Surrealismo (Bretón), que fue el movimiento más longevo y de mayor calado. Tomó como base doctrinal al psiquiatra Freud y al marxismo (Karl Marx). El interés por el subconsciente, los sueños y los mecanismos mentales no sometidos a la razón supuso una ampliación de los límites de la imaginación y un notable enriquecimiento del lenguaje literario. Lo que pretende el Surrealismo es liberar al hombre y a su poder creador.
En el ámbito hispánico, el Creacionismo (Vicente Huidobro) y el Ultraísmo (Jorge Luis Borges), sintetizan algunos de los rasgos de los movimientos anteriores.
Juan Ramón Jiménez fue un extraordinario cultivador del género novecentista y los ismos, obteniendo el premio Nobel. Dedicó su vida exclusivamente a la poesía. En su primera etapa (Arias tristes) presenta una fuerte influencia del Modernismo. Más adelante su poseía experimenta un alejamiento de la tendencia modernista (Jardines lejanos), se vuelve más intimista y de expresión más escueta. Aparecen así unos poemas de apariencia sencilla, pero a veces de difícil compresión (Diario de un poeta recién casado). Durante sus últimos años vivíó en el exilio y su poesía se vuelve aún más cerrada y trascendental. El ansia de eternidad se convierte en un tema constante que lo conduce a la Naturaleza y al Arte. La repercusión de su obra en la poesía española posterior fue extraordinaria. De hecho, todos los poetas de la Generación del 27, una de las más brillantes, fueron discípulos suyos.