La Deshistorización de la Vida: Medios, Posmodernidad y el Triunfo del Fragmento
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El Momento Posthistórico y la Fragmentación de la Realidad
Estamos en un momento posthistórico en el que la vida (donde reinan la técnica y el sistema de información) ha adquirido una inmovilidad no histórica. Nuestra forma de vida, marcada por el uso de los medios de comunicación, nos lleva a tener una visión plana, que solo capta el momento presente: una visión y una vida “deshistorizadas”.
La Disolución de la Historia Unitaria
Tampoco existe una historia unitaria que ponga de manifiesto la esencia humana. No puede mantenerse la concepción totalizadora o universal de la historia. Si se analiza el funcionamiento de los medios de comunicación y su relación con los seres humanos, comprobamos que los periódicos encarnan el triunfo del fragmento y la discontinuidad; no se busca el relato complejo que dé sentido al discurrir de los acontecimientos.
Solo se puede tener noticia de lo que sucede a través de los medios de comunicación, y tendemos a conceder menos importancia a aquello que ocurre pero no se recoge en ellos. Los múltiples medios de comunicación han permitido que otras culturas ofrezcan su propia visión de los hechos históricos, bastante alejada del devenir histórico tradicional. El ideal occidental de humanidad no es universal ni válido para todos.
Pluralidad Mediática y Caos
La pluralidad de medios no ha hecho a la sociedad más transparente, sino más compleja y caótica. La diversidad de mensajes ha permitido el afloramiento público de multitud de racionalidades locales:
- Minorías étnicas
- Minorías religiosas
- Minorías sexuales
Esta diversidad de realidades y discursos tiene un efecto liberador. Tal diversidad es una llamada a la tolerancia y al relativismo, pues nos hace ser conscientes de la contingencia y limitación de nuestras formas de vida.
El Pensamiento Débil como Refugio Estético
La realidad en que nos movemos es frágil y cambiante, y solo puede dar cuenta de ella el pensamiento débil. Este pensamiento encuentra en la estética su ámbito más apropiado y su refugio ante la imposibilidad de proponer un nuevo horizonte para el ser humano, una vez declarado el fin de la historia.
Riesgos y Críticas a la Posmodernidad
El riesgo de que el pensamiento débil también debilite al sujeto ante las redes de la comunicación no ha sido conjurado por la filosofía posmoderna. Parece corresponderle cierta actitud resignada que lleva a la aceptación de un mundo inabarcable y de un sistema político y económico que coarta la libertad, contra el que nada puede el individuo.
Banalidad y Confusión Mediática
Algunos críticos han subrayado que la cultura posmoderna lleva a la banalidad y a la confusión mediática. Incluso puede verse como una justificación de nacionalismos y culturas excluyentes que podrían convertirse en instrumento de discriminación y de enfrentamiento.
El Retorno Ético y Político
Frente a esta corriente, en los años noventa del siglo XX, el pensamiento filosófico ha vuelto a cuestionarse las formas políticas y sociales y su fundamento ético.