Desentrañando el Simbolismo del Deseo en la Poesía de Miguel Hernández
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Introducción y Contexto Temático
El tema central de este poema constituye uno de los tres grandes núcleos temáticos de la lírica hernandiana: el amor. El sujeto lírico expresa su deseo de poseer a la amada, un anhelo radicalmente reprimido por ella. Estos versos podrían nacer de una anécdota real del poeta con su novia, Josefina Manresa.
El motivo del limón lanzado posee una larga tradición en la literatura española, tanto popular como culta. Lo encontramos en poetas del Barroco como Luis Carrillo y Sotomayor, en Federico García Lorca, e incluso en algunos poetas murcianos.
En este poema, el amor se asocia a la pena ante la imposibilidad de acceder a la amada. Recordemos que El rayo que no cesa es considerado un cancionero de la pena amorosa, reflejada aquí en el último verso: «picuda y deslumbrante pena».
Simbolismo y Motivos Clave
El poema se nutre de un rico simbolismo para expresar la complejidad del deseo y la frustración:
- El limón: Por su forma ovalada, representa metafóricamente el pecho femenino. Rafael Alberti ya utilizó esta comparación en Cal y Canto (1927).
- Amargo: En una segunda acepción, significa molesto o doloroso, aludiendo a la frustración del deseo.
- «Mano cálida y tan pura»: Es una alusión descriptiva y simbólica del retrato de la novia. La blancura era uno de los tópicos del petrarquismo, símbolo de la belleza femenina.
- La amargura: Se identifica con el dolor, la herida física y metafórica del deseo. Si el deseo no se hace realidad, aflige y apena.
- Calentura: Significa fiebre, alteración. En este contexto, se refiere a una excitación sexual. Miguel Hernández ya había utilizado este término en otras composiciones.
- Sangre: Representa el deseo sexual o carnal.
- Malicia: El deseo sexual se convierte, desde el punto de vista del poeta, en malicia, en contraste con la candidez de la amada.
- La camisa: Metáfora de la piel, alude al prepucio del varón.
- La serpiente: Nos transporta al amor diabólico.
- «Se me durmió la sangre en la camisa»: Designa un entumecimiento del miembro sexual.
- «Poroso y áureo pecho»: Confirma la identificación limón-pecho femenino.
- «Picuda y deslumbrante pena»: Se refiere a la desazón del poeta ante la inaccesibilidad de la amada.
En definitiva, todas las imágenes de este soneto tienen relación con el deseo o ansia sexual que, al no satisfacerse con la amada, produce una profunda pena en el poeta.
Estructura del Soneto
Estructura Externa
El poema está conformado por catorce versos endecasílabos, distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos, formando un soneto clásico, con rima consonante ABBA ABBA CDE CDE.
En la elección de esta forma estrófica, hallamos la influencia de la poesía clásica de los Siglos de Oro, característica de toda la Generación del 27, y que Miguel Hernández también comparte.
Estructura Interna
En cuanto a la estructura interna, se distinguen dos partes temáticas en el poema:
- Cuartetos: El sujeto lírico expresa el rechazo de la amada y su deseo frustrado.
- Tercetos: El nexo adversativo marca la segunda parte, que lleva a la conclusión.
- Primer terceto: Muestra la acción del "tú", que hace al poeta comprender lo inútil de su «voraz malicia» porque la amada la rechaza («mira y ve su sonrisa»).
- Segundo terceto: Muestra la reacción del "yo" y su renuncia, convertido todo él en una «picuda y deslumbrante pena».
Recursos Estilísticos y Retóricos
Para expresar la intensidad de los sentimientos y emociones del sujeto lírico, Miguel Hernández se sirve de recursos intensificadores en el plano formal, basados en la recurrencia. Así, encontramos figuras basadas en la repetición en los distintos planos: fonológico, morfológico, sintáctico y semántico.
Recurrencia y Figuras de Repetición
Efectos Sonoros (Aliteración)
Se aprecian efectos sonoros producidos por los grupos consonánticos de la rima, basados en aliteraciones de consonantes velares, laterales y vibrantes (/c/, /g/), con contrastes entre vocalización abierta y vocalización muy cerrada, como en los términos: amargo, embargo, largo, letargo.
Figuras Sintácticas y Semánticas
Destaca la recurrencia que se manifiesta a través de diferentes recursos:
- Anáfora: Repetición de palabras al inicio de versos o frases, como en «con, que, y» (vv. 4 y 5; vv. 3 y 10; vv. 4 y 13).
- Paralelismos: Estructuras sintácticas similares, por ejemplo: «tan cálida/tan pura»; «con una mano cálida/con el golpe amarillo»; «menoscabó su arquitectura/sintió la mordedura».
- Bimembración: Construcción de dos miembros coordinados, como en: «cálida y pura», «duro y largo», «mirarte y verte», «poroso y áureo», «picuda y deslumbrante».
Metáforas y Sinestesias
El limón es una metáfora central de los pechos femeninos, tal como se sugiere en el mismo soneto: «Una punta de un seno duro y largo». Y más adelante, convertido ya en «picuda pena», se reitera con «poroso y áureo pecho».
Su presencia en este soneto alude con evidencias más que sobradas al deseo de poseer a la amada, un deseo radicalmente reprimido por ella. Por eso, el limón tirado con gracia se convierte en un limón amargo.
Finalmente, «El golpe amarillo» es un claro ejemplo de sinestesia, fusionando una sensación visual con una táctil o emocional.