Descubriendo los Conceptos Clave de la Teoría Psicoanalítica de Freud
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 5,32 KB
Sigmund Freud, médico, terapeuta y psicoanalista judío alemán, revolucionó la comprensión de las enfermedades físicas al proponer que estas podían tener una causa psicológica subyacente. Uno de los rasgos más distintivos de Freud es su convicción sobre el papel fundamental de la sexualidad en la etiología de los trastornos psíquicos. Es innegable que, gracias a sus investigaciones, dio origen a una nueva filosofía del ser humano.
Conceptos Fundamentales de la Teoría Freudiana
Los conceptos básicos de la teoría de Freud se pueden resumir en cuatro apartados principales:
- La determinación del individuo
- La teoría sobre los estados mentales
- La teoría sobre la estructura de la mente humana
- Los mecanismos de defensa frente a los conflictos mentales
La Determinación del Individuo
Según Freud, nada de lo que una persona hace o dice es realmente casual o accidental. Aspectos que tradicionalmente se consideraban carentes de significado para entender a la persona, como los lapsus lingüísticos, los actos fallidos o los sueños, estaban en realidad determinados por causas ocultas en la mente. En muchos de nuestros actos hay una causa irracional, que no controlamos conscientemente, es decir, pertenece al inconsciente, el cual suele ser dominante frente al resto, ya que también suele ser generador de actitudes y enfermedades.
Las causas residen en la mente de cada persona y no son fruto de la casualidad. Nuestra conciencia, lejos de ser libre, está determinada por estas causas de las que no somos conscientes. Es por esto por lo que las experiencias traumáticas normalmente siguen teniendo una influencia perniciosa sobre la salud mental de una persona.
Los Estados Mentales: Consciente, Preconsciente e Inconsciente
Freud propone la existencia de tres estados mentales:
- Consciente: Es el estado en el que gestionamos el presente y se define por el conjunto de vivencias del pasado de las que el sujeto puede dar cuenta mediante un acto de percepción interna. La vida mental es esencialmente vida consciente (recuerdos, pensamientos, sentimientos y deseos).
- Preconsciente: Aquí se encuentran los contenidos mentales de los cuales no somos continuamente conscientes, pero que podemos evocar en la mente siempre que sea necesario.
- Inconsciente: Reside lo que no puede llegar a ser consciente bajo circunstancias normales, es donde surgen las patologías. Solo mediante la intervención de un especialista, el psicoanalista, a través de la hipnosis, la interpretación de los sueños, de los actos fallidos, de los lapsus lingüísticos, se pueden acceder a los datos inconscientes, de los que ordinariamente la persona no puede tener conocimiento en absoluto, y que determinan su personalidad. Freud sostiene que una vez el psicoanalista consigue extraer la información necesaria, ha de interpretarla para así poder enfrentarse a ella y curar la enfermedad.
La mente es como un iceberg: el inconsciente es por naturaleza dinámico, ejerce activamente presiones e influencias sobre lo que la persona es y hace. Hay deseos inconscientes que pueden inducir a alguien a hacer cosas que no puede explicar racionalmente, ni siquiera a sí mismo.
Estructura de la Mente Humana: Ello, Yo y Superyó
Freud presenta tres estructuras principales dentro de la personalidad o mente humana:
- Ello: Contiene todos los impulsos instintivos (sexo, violencia, etc.).
- Superyó: Contiene la conciencia, los principios adquiridos en la infancia y que corresponden a la sociedad, la cultura y la familia.
- Yo: Se ocupa del mundo real, mediando entre este mundo que nos rodea, el ello y el superyó.
El conflicto surge cuando el ello demanda cosas que no están permitidas por el superyó. Entonces, el yo tiene que decidir qué hacer y no siempre resuelve bien.
Al igual que Platón, Freud afirma que el bienestar o la salud mental del individuo dependen de una relación armoniosa entre las diversas partes de la mente, y entre la persona y el mundo real en el que tiene que vivir. El yo tiene que reconciliar el ello, el superyó y el mundo externo, percibiendo y seleccionando oportunidades para satisfacer las demandas instintivas del ello, sin desobedecer las normas exigidas por el superyó. Si el mundo es hostil y no ofrece ninguna de tales oportunidades, entonces es claro que acarreará sufrimiento.
Mecanismos de Defensa y la Represión
Finalmente, como cuarto concepto, incluso cuando el entorno sea razonablemente favorable, se producirán alteraciones mentales si hay conflicto interno entre las partes de la mente. Así pues, la enfermedad mental es el resultado de la frustración de los instintos básicos o de los conflictos entre esas partes de la mente humana. En una situación de conflicto mental extremo, es posible para esa persona alejar tal instinto de su conciencia, pretender que no existe. A esto lo llamamos represión y es uno de los mecanismos de defensa mediante el cual una persona intenta evitar los conflictos internos. Sin embargo, lo que está siendo reprimido no desaparece realmente, sino que continúa existiendo en la porción inconsciente de la mente, causándonos daño.