Descubre el Patrimonio Cultural: Ciudades y Bienes de la Humanidad en España
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Patrimonio Cultural: Un Legado Universal
El Patrimonio Cultural engloba aquellos elementos que constituyen la identidad cultural de un territorio, ya sean monumentos, museos, fiestas, costumbres, gastronomía, etc. En este contexto, la UNESCO juega un papel fundamental. Este organismo, fundado en 1945, se dedica a fomentar un ambiente de diálogo entre culturas y pueblos, preservando los valores comunes. Con sede en París, cuenta con 195 miembros y 8 asociados, y tiene como objetivo establecer una educación y cultura mundial.
Dentro de la UNESCO, el Centro de Patrimonio Mundial se encarga de otorgar la distinción de Patrimonio de la Humanidad a aquellos bienes que deben ser preservados y conservados. El turismo cultural, por su parte, se centra en descubrir el Patrimonio Cultural de los destinos, visitando sus riquezas patrimoniales.
Ciudades y Bienes Patrimonio de la Humanidad en España
España cuenta con un rico patrimonio cultural, reconocido a nivel mundial. A continuación, se detallan algunas de las ciudades y bienes declarados Patrimonio de la Humanidad:
Alcalá de Henares
Simboliza la literatura y el patrimonio, con un idioma enriquecido por las identidades de sus urbes. Ciudad del Renacimiento, dedicada a Dios y a los hombres, Alcalá de Henares vio nacer en 1547 a Miguel de Cervantes, autor de El Quijote. Su casa refleja una típica vivienda castellana del siglo XVI. La ciudad atesora yacimientos arqueológicos romanos y un entramado medieval. Considerada como ciudad del saber por su universidad, fundada en el siglo XV, y ciudad de Dios por sus soberbias construcciones renacentistas y barrocas, Alcalá de Henares es un referente turístico cultural en el siglo XXI.
Ávila
Ávila conserva la mejor muralla medieval de España. Sus iglesias, conventos y edificios son un fiel reflejo de la Europa medieval. La piedra cincelada de sus iglesias mantiene el carácter guerrero de una ciudad con un profundo espíritu religioso, plasmado en sus templos, conventos y monasterios. Ávila es una unión entre paisaje urbano y natural, marcada por personajes ilustres como Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y el músico renacentista Tomás Luis de Victoria. Historia, arte, mística, tradiciones, gastronomía y naturaleza se unen para ofrecer una enriquecedora experiencia.
Cáceres
Cáceres es un compendio de la historia de España. Habitada desde el Paleolítico, ha sido testigo del paso de romanos, almohades, judíos, portugueses y castellanos. Esta diversidad permite acceder a la Ciudad Monumental por una puerta romana de estilo barroco, adentrarse en una judería, una torre almohade o una fachada mudéjar junto a un palacio renacentista. La ciudad muestra la evolución a través de las distintas razas, gremios y clases sociales que han convivido en ella. Además, cuenta con la modernidad de una ciudad universitaria activa y diversas iniciativas culturales como el Centro de Artes Visuales, el foro Sur de arte iberoamericano, el festival WOMAD de música internacional y un mercado medieval de importancia nacional.
Córdoba
Una de las ciudades más antiguas de Europa, fundada por los romanos en el siglo II a.C. Situada entre la sierra, el valle del Guadalquivir y la campiña, Córdoba ha sido capital en cuatro ocasiones: capital de la Bética, capital del califato omeya, capital del judaísmo y capital de la frontera cristiana en la Reconquista. Este legado se refleja en sus murallas, puentes, templos, conventos, estatuas, casas señoriales, tradiciones, historia, yacimientos y personajes ilustres como Séneca, Lucano, Abderramán, Luis de Góngora, Julio César, los Reyes Católicos, Colón y Cervantes. La Mezquita-Catedral, corazón de Córdoba, fue declarada Monumento de Interés Mundial en 1984, tras 14 siglos de uso cristiano y 5 de uso musulmán. El casco histórico de Córdoba, el segundo más grande de Europa, está lleno de vida con sus plazas, patios, pequeñas calles y monumentos.
Cuenca
En Cuenca, agua y piedra se han confrontado durante milenios para construir una formidable atalaya en el territorio ibérico. Con grandes contornos como sus dos ríos y un horizonte verde, sirvió como fortaleza desde los primitivos hasta los musulmanes, quienes la llamaron Kunka. En 1177, Alfonso VIII la conquistó, sumándola al reino de Castilla y convirtiéndola al cristianismo. La mezquita se transformó en Catedral, el románico en gótico, y se erigieron iglesias y conventos. Destaca la insólita arquitectura de sus casas colgadas en el abismo. El casco antiguo permanece con una fisonomía idéntica, conservando muchos de sus edificios más nobles: conventos, templos, casonas blasonadas, ayuntamiento y Plaza Mayor.
Ibiza
Ibiza ha sido testigo del paso de sucesivas civilizaciones a lo largo de los siglos. Su inmejorable situación, punto estratégico para las rutas de navegación mediterráneas, la ha marcado profundamente. Fundada en el 654 a.C. por los fenicios, alcanzó su mayor esplendor durante la época púnica. Tras la dominación romana y las invasiones de vándalos y bizantinos, Ibiza fue musulmana en el siglo X, conservando las murallas de esta época. La cultura occidental llegó en 1235 bajo el reinado de Jaume I. Por encargo de Felipe II, se construyó la actual fortaleza renacentista. Este recinto amurallado del siglo XVI, que envuelve la ciudad antigua con la Catedral y el Castillo-Almudayna en la cumbre, es el monumento más relevante de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999. Otros bienes culturales y naturales reconocidos son la necrópolis púnica de Puig de Molins, las barreras marinas de posidonia y el poblado fenicio de Sa Caleta. Ibiza ofrece un trazado casi laberíntico de calles estrechas, una topografía natural singular, un puerto y una bahía con áreas deportivas y de recreo, así como una zona comercial y de ocio en los barrios de la Marina y Sa Penya, habitados originalmente por artesanos y pescadores. Un patrimonio natural y cultural de gran valor artístico, histórico y arqueológico.
Mérida
Fundada en el 25 a.C. con el nombre de Emérita Augusta por Octavio Augusto, Mérida ha sido un crisol de religiones, destacando el judaísmo y el cristianismo. Conserva edificios como el teatro, anfiteatro, circo, templos, puentes y acueductos, singulares por su magnífico estado de conservación. El puente que salva el Guadiana es la obra de ingeniería romana más importante todavía en uso. Hasta la caída del Imperio Romano, Mérida fue un centro jurídico, económico, militar y cultural floreciente. En épocas posteriores, fue habitada por pueblos bárbaros y visigodos durante los siglos V y VI. En el siglo VI, sobresale la figura del obispo Masona y el cristianismo se arraiga con fuerza. Mérida es también un lugar de ocio y didáctica, con museos y exposiciones, como el Festival de Teatro Clásico.
Salamanca
Salamanca es un centro de conocimiento universal, con una rica herencia arquitectónica que abarca el románico, gótico, plateresco y barroco. Ciudad renacentista española por excelencia, destaca por sus palacios, conventos, casonas y plazas, y por figuras como Fray Luis de León y Francisco de Vitoria, que reflejan una época de especial impulso en la ciudad. La riqueza de su patrimonio histórico-artístico, el color de su piedra de Villamayor y su condición de ciudad viva la llevaron a ser declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 y Capital Europea de la Cultura en 2002. Gran parte de la vida de la ciudad gira en torno a la universidad, cuyos estudiantes le dan un aire cosmopolita y contemporáneo.
San Cristóbal de La Laguna
Fundada en 1497, San Cristóbal de La Laguna, rodeada de fértiles tierras, valles y una pequeña cordillera, ha sido el eje político, económico y social de Tenerife durante cuatro siglos. Destaca su arquitectura y la belleza de sus monumentos y templos, varios de los cuales datan del siglo XVI, como la iglesia y convento de San Agustín, la de Nuestra Señora de los Remedios, y el Real Santuario y ex convento de San Francisco. La cordialidad de sus gentes, la dulce cadencia de su acento, su antigua cultura de anfitriones y la presencia bulliciosa de los estudiantes de su bicentenaria universidad (la primera de Canarias) le dotan de un espíritu entrañable.
Santiago de Compostela
Nacida en la Edad Media, Santiago de Compostela es una ciudad universal por ser meta de peregrinación religiosa y cultural. Sus calles y plazas forman un conjunto inigualable, armónico y homogéneo. En 1985 fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Comunidad que posee lengua propia, el gallego. Ciudad abierta y cosmopolita. La peregrinación es el acontecer religioso y cultural más destacable desde la Edad Media. La primera basílica data del siglo IX y la actual Catedral es el resultado del paso de los siglos, resumiendo el románico, gótico, renacentista, barroco y neoclásico. Es un monumento de importancia en el arte medieval español. Atesora palacios, monasterios, templos y plazas, y destaca el espíritu de sus gentes, su universidad centenaria y su oferta cultural.
Segovia
Un acueducto romano que cruza las viejas calles medievales, un Alcázar, iglesias románicas, y una ubicación entre el verdor de la sierra y la parda llanura definen a Segovia. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, aquí se imprimió el primer libro de España, El sinodal de Aguilafuente. A Segovia la han hecho figuras míticas como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, y guerreros como Juan Bravo o Día Sanz y Fernán García, conquistadores de Madrid a los moros. También María Zambrano, Antonio Machado y Louis Proust. La ciudad fue próspera por su comercio internacional de lana y su potente industria textil. Segovia se convierte varias veces al año en un escenario de actividades artísticas. Durante la Semana Santa, hay conciertos de la Semana de Música Sacra, y en primavera, Titirimundi llena los espacios de títeres y marionetas. Patios de palacios, fachadas nobles y rincones incomparables acogen las jornadas del Festival Internacional, la Semana de Música de Cámara, el Festival Joven y el Festival de Música y Danza.
Tarragona
Tarraco fue la primera fundación militar romana fuera de la península itálica, la ciudad desde donde se impulsó la conquista, ordenación y estructuración de Hispania. La antigua Tarraco sigue siendo el corazón de la ciudad. Fue el primer campamento militar establecido por Cneo Escipión en el 218 a.C., sirviendo como puente para la conquista de la península, y con el tiempo se convirtió en la capital de Hispania Citerior Tarraconensis. El origen romano de Tarragona dibuja su fisonomía urbana. Las bóvedas del circo romano forman parte de plazas, bajos de viviendas, restaurantes, locales de ocio y comercios, y ha sido lugar de culto cristiano e incluso prisión. En Tarraco sucedieron varias revueltas indígenas en época republicana. César reunió aquí a sus legados y Augusto residió entre los años 27-26 a.C., desde donde se estructuró un territorio durante 700 años.
Toledo
Toledo es un laberinto de historia, donde confluyen tres culturas: judía, cristiana y musulmana. Con orígenes neolíticos, fue conquistada por los romanos en el 192 a.C., quienes la llamaron Toletum y construyeron templos, teatros, anfiteatros, circos, murallas y un acueducto. Después fue ocupada por los visigodos, que la convirtieron en su capital, extendiendo su reino a toda la península. Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, se denominó Toleitola. Las tropas de Alfonso VI entraron en 1085, poniendo fin a la dominación árabe, aunque la conquista completa de la península no se completó hasta 1492. Durante estos siglos, la ciudad fue capital castellana y se desarrolló la Escuela de Traductores de Toledo. Bajo el amparo económico y la protección de los arzobispos toledanos, eruditos judíos y cristianos mozárabes se encargaron de la traducción de un buen número de obras clásicas griegas y romanas, de autores como Aristóteles, Ptolomeo e Hipócrates. En el siglo XVI, Toledo vivió su mayor esplendor, incluso después de que Madrid se convirtiera en la capital en 1561. La Iglesia fue una institución importante, considerada como la segunda Roma. El Greco pintó aquí sus mejores cuadros. En el siglo XIX, se establecieron centros de instrucción militar y la ciudad atrajo a viajeros por su imagen romántica. Novelistas y poetas difundieron la belleza de esta ciudad, donde cultura, historia e innovación se dan la mano.