Descifrando a Nietzsche: Voluntad de Poder, Superhombre y Eterno Retorno
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La Voluntad de Poder en Nietzsche: Una Transformación del Pensamiento
Friedrich Nietzsche revoluciona el pensamiento de Arthur Schopenhauer al recoger el concepto de «voluntad de vivir» y transformarlo en la voluntad de poder. Esta es una fuerza interior que nos impulsa a actuar con el fin de autoafirmarnos. Aunque brota del cuerpo, no puede reducirse a un mero instinto biológico, ya que en ella intervienen otros factores como el ambiente, la biografía, la alimentación y una cierta fuerza enigmática. La voluntad de poder expresa todo aquello en lo que nos hemos convertido y desde donde nos lanzaremos a la creación de nuestros propios valores.
Características de la Voluntad de Poder
- Energía vital: Potencia, brío, ímpetu. No es querer el poder sobre otros, sino adquirir poder sobre uno mismo.
- Pasión y entusiasmo: Es la fuerza que nos empuja a la autoafirmación.
- Fuerza inconsciente e irreflexiva: Emana del organismo, no surge de la conciencia ni es un deber moral.
- Previa a la razón: La razón no hace más que justificar lo que el cuerpo ya sabe. Según sea nuestro organismo, así será la razón: si el organismo enferma, la razón se vuelve cobarde; si el organismo se fortalece, la razón se vuelve valiente.
Vitalismo Nietzscheano: Vida como Voluntad de Poder
El vitalismo en Nietzsche postula que la vida es energía, potencia y fuerza. La voluntad de poder y la vida se coimplican mutuamente: la vida es voluntad de poder y la voluntad de poder es vida.
- Vida ascendente: Corresponde a una voluntad de poder fuerte, resultando en una vida rica y potente, con más luz. Se asocia con la salud y el placer como victoria.
- Vida descendente: Corresponde a una voluntad de poder débil, manifestándose en una vida pobre, sin potencia, con poca luz. Se asocia con la enfermedad y el placer como reposo.
El Nihilismo en Nietzsche: Del Vacío de Sentido a la Gran Aurora
Nietzsche argumenta que Occidente, edificada sobre una ficción, ha agotado su proyecto y ha descubierto su engaño, caminando hacia el vacío de sentido, lo que denomina nihilismo.
Tipos de Nihilismo
- Nihilismo pasivo: Representa el declive de la civilización, habitada por sujetos indiferentes, apáticos, aburridos, de débil voluntad y sin capacidad creadora; verdaderos "zombis humanos".
- Nihilismo activo: Frente al nihilismo pasivo, Nietzsche propone una acción radical: "matar a Dios" y a todos los valores de Occidente, sin esperar a que mueran de viejos. El objetivo es construir una nueva cultura basada en una gran salud. Superado este nihilismo activo, y con "Dios muerto", se pueden generar nuevos valores propios de una cultura de seres poderosos. Esta es la esperanza de la "gran aurora".
El Superhombre: La Cima de la Autoafirmación
El superhombre (o Übermensch) es el último paso de la metamorfosis, simbolizado por el niño. Representa al individuo libre que no lucha contra nada y disfruta de su propia existencia. Es capaz de crear gracias a sus cualidades inherentes:
- Inocencia y falta de prejuicios.
- Capacidad de tomarse todas las cosas como un juego.
- Ausencia de perversión.
En el ámbito moral, el superhombre posee una moral de señores; en el conocimiento, es perspectivista; y su voluntad de poder alcanza su potencia máxima. Es el ser de la superabundancia que sabe organizar el caos que habita en su interior, el que engendra nuevos sentidos.
El Eterno Retorno: Rompiendo la Linealidad del Tiempo
La idea del eterno retorno postula que el infatigable fluir del devenir no permite fijar nada, desequilibrando constantemente las construcciones humanas que pretenden hacer estático el mundo. Con esta concepción, Nietzsche rompe con la tradición de la linealidad del tiempo, una ruptura que afecta tanto a la tradición cristiana como a toda la modernidad. Un eterno retorno imposibilita pensar la historia como un continuo progreso, descargándola así de sentido.