Descartes: Sustancias, Órdenes de la Realidad y el Cosmos

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Ontología Cartesiana: Los Dos Órdenes y las Tres Sustancias

Según lo visto, se pueden establecer dos órdenes diferentes de la realidad:

  • El ordo cognoscendi: Es decir, el orden según se produce el descubrimiento por el pensamiento de la existencia de los seres. De manera que los ámbitos o esferas de la realidad quedan ordenados de la siguiente manera:
    • Yo = sustancia primera.
    • Dios = sustancia segunda.
    • Mundo = sustancia tercera.
  • El ordo essendi: Esto es, el orden de existencia, u ordenación de las esencias. Según este orden, la jerarquía de existencia queda de la siguiente manera:
    • Dios = sustancia infinita y primera (res infinita)
    • Yo = sustancia pensante (res cogitans)
    • Mundo = sustancia extensa o corpórea (res extensa)

(Yo y Mundo, en verdad, en tanto que finitas, entrarían a formar parte de la sustancia infinita).

Definición de Sustancia en Descartes

Recuérdese:

Definición de sustancia: Aquello que es en sí y no es por otro; aquello a cuya esencia le pertenece necesariamente la existencia. Propiamente, según esta definición, sustancia únicamente es Dios (ya lo vimos desde la definición de Dios como Ser necesario en Tomás de Aquino). Si decimos del yo y del mundo que también son sustancia, debe pensarse que lo son solo por analogía.

Podemos también pensar la sustancia como un sujeto al cual le pertenecen una serie de atributos que pueden predicarse de él, según la definición aristotélica.

Antropología, Cosmología e Implicaciones Éticas en Descartes

Recordemos que, acorde con su época, Descartes pretende integrar armoniosamente el microverso con el macroverso y lograr así una imagen completa del Cosmos. Esto, a su vez, puede ser entendido como la voluntad de conectar al hombre y su realidad próxima con los niveles superiores. Téngase en cuenta a este respecto la preocupación creciente por las perspectivas del conocimiento (cálculo infinitesimal) que numerosos científicos empiezan a abordar.

La Unión Mente-Cuerpo: La Glándula Pineal

El ser pensante del ser humano (su entendimiento-razón-alma) está unido al cuerpo o ser extenso a través de la glándula pineal. Esta vincula ambas partes entre sí, es decir, que se afectan mutuamente o, lo que es igual, en los dos sentidos, pudiendo el alma afectar al cuerpo y el cuerpo al alma. De manera que cabe la posibilidad de que el alma se vea arrastrada por las pasiones del cuerpo, pero no siempre, ya que la razón puede substraerse a los afectos, siendo entonces ella la que dirige al ser humano en su acción.

El Universo Mecánico y el Rol de Dios

Por otra parte, Descartes considera al universo (res extensa) como un todo engranado cuyo movimiento es resultado de un mecanicismo interno. De manera que una cantidad de movimiento eterna y constante se encuentra recogida en ese discurrir de los acontecimientos. Para que no quepa la posibilidad de pérdida de movimiento, Descartes concibe que no existe vacío. Su existencia es solo aparente, estando en verdad todo ocupado por una materia delicada y sutil denominada éter. De manera que ese todo o sistema pleno siempre se mueve. Este mundo ha sido así creado tal cual por Dios, cargado con una cantidad de movimiento concreta. Pasa a ser concebido así como una fuerza creadora que ya no está presente, sino que está retirado y meramente contempla al mundo en su desarrollo. Decimos en este sentido que Dios es ex-machina, esto es, no interviene.

Cuestiones Éticas: ¿Libre Albedrío o Determinismo?

Considerando lo dicho respecto al ser humano y lo dicho del universo mecánico, se desprende la conclusión de que el sujeto posee, desde la res pensante, la capacidad para revertir según sus consideraciones el mundo. No obstante, hay ambigüedades a este respecto, ya que la ética no llegó a ser desarrollada por el filósofo francés. ¿Libre albedrío? ¿Determinismo? Lo único que está claro es que para Descartes debemos evitar que las afecciones del mundo nos alteren; la razón debe someter a control al cuerpo, luego, ¿disponer de su mundo también?

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