Descartes y Nietzsche: Un Duelo Filosófico sobre la Verdad, la Moral y la Voluntad de Poder
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Introducción: Un Contraste Filosófico
En este documento se contrapone el pensamiento filosófico de René Descartes frente al de Friedrich Nietzsche, explorando sus divergencias fundamentales en torno a la verdad, la metafísica y la moral.
La Crisis del Hombre y la Verdad: Descartes vs. Nietzsche
La Búsqueda de la Verdad en Descartes
Frente al problema filosófico teórico de Descartes sobre la imposibilidad de la filosofía de alcanzar la verdad (o la dificultad de su acceso), Nietzsche se encuentra con un hombre abatido que no muestra ningún tipo de deseo ni voluntad.
El Origen del Hombre Abatido según Nietzsche: Apolo y Dioniso
El surgimiento de este hombre, carente de vitalidad, se debe a un proceso que, según Nietzsche, comenzó durante la Edad Griega con la división entre lo apolíneo y lo dionisíaco. La relación entre el hombre y los dioses en esa época buscaba caracterizar al ser humano, siendo crucial comprender qué era lo superior para esa cultura. Así, el estudio de Apolo y Dioniso revela dos modos de ser fundamentales, mostrando una bipolaridad inherente a la existencia.
Apolo representa el orden, la razón y la mesura, mientras que Dioniso encarna el desorden, la pasión y la embriaguez vital. Nietzsche argumenta que, a lo largo de la historia de Occidente, el pensamiento dionisíaco ha sido progresivamente eliminado o reprimido. Por ello, el objetivo de Nietzsche es averiguar por qué el hombre contemporáneo se encuentra abatido, sin mostrar deseo ni voluntad de vivir plenamente.
Metafísica y Realidad: Visiones Opuestas
La Metafísica Cartesiana: Un Mundo Cuantificable
Tras una crítica gnoseológica, Nietzsche se centra en la visión metafísica de Descartes, la cual consistía en clasificar los distintos atributos y modos de ser del ser pensante, de Dios y de la realidad. Esto dio comienzo a la física cartesiana, que presenta una visión mecanicista del universo, donde varios elementos coordinados generan movimiento. Descartes estableció leyes fundamentales de la física, como la ley de la inercia, la ley de la línea recta y la ley de la uniformidad del movimiento.
Descartes concibe la realidad como todo aquello cuantificable y matemático, ya que está formada por dimensiones, figuras, etc. Para él, la verdad reside en la claridad y distinción de las ideas, a menudo ligadas a la razón matemática.
La Crítica Nietzscheana a la Realidad Cartesiana
Según Nietzsche, la filosofía occidental, influenciada por pensadores como Descartes, ha considerado que el mundo sensible y cambiante no es el "real". En consecuencia, se creó un mundo distinto, abstracto y matemático, producto de la razón, y solo este debía ser aceptado como verdadero. Ante esta propuesta filosófica que eleva el mundo numérico y niega la plena validez del mundo sensible, Nietzsche propone que lo que debe hacerse es aceptar como verdadera la realidad tal y como se muestra: cambiante, fluida y llena de contradicciones.
Moral y Existencia: Del Nihilismo al Superhombre
La Moral Implícita de Descartes
En cuanto a la moral, Descartes no posee una visión explícita en su obra. Sin embargo, Nietzsche afirma que todo filósofo que, en su teoría, presente una visión dualista de la realidad (es decir, una metafísica que separa el mundo en dos planos, como cuerpo y alma, o razón y pasión) es, implícitamente, un filósofo moral. Para Nietzsche, esta dualidad cartesiana, al valorar el conocimiento racional por encima de la experiencia vital, ha tenido consecuencias morales perjudiciales, actuando como una "moral camuflada".
La Crítica de Nietzsche a la Moral Tradicional y el Nihilismo
Nietzsche critica la moral tradicional (especialmente la judeocristiana y sus herederas filosóficas) porque, según él, ha propiciado el surgimiento de un hombre abatido, dando paso al nihilismo. La proclamación de que «Dios ha muerto» implica que los valores tradicionales han perdido su fundamento, lo que ha provocado el debilitamiento de la moral y la sensación de que "algo por lo que se ha vivido es falso".
La Propuesta Vitalista de Nietzsche: El Eterno Retorno y el Superhombre
Ante esta situación de nihilismo, la propuesta de Nietzsche se basa en el vitalismo: el ser humano debe vivir afirmando cada instante y cada experiencia. El concepto del «eterno retorno de lo mismo» persigue que una vida sea vivida de tal manera que se desearía repetirla infinitamente, debido a la profunda satisfacción y afirmación que ha supuesto.
Este vitalismo da lugar al surgimiento del hombre afirmativo, el «superhombre» (Übermensch), el cual se caracteriza por vivir bajo la pasión, el deseo y la voluntad de poder, trascendiendo las limitaciones de la moral tradicional.
Un ejemplo que Nietzsche admiraba era César Borgia, a quien se le ofreció el papado, pero se negó porque deseaba vivir su vida en el plano militar, siguiendo sus propias pasiones y voluntad. Finalmente, dedicó su vida a su pasión e intentó que su padre comprendiera que la pasión y la voluntad son las que marcan la vida, no los dictados externos o las morales impuestas.