Descartes, Nietzsche y la búsqueda de la realidad: Razón, sentidos y existencia

Descartes: La Búsqueda de la Certeza

La Hipótesis del Genio Maligno

Descartes plantea la posibilidad de un ser todopoderoso que disfruta engañándonos, capaz de hacer que nuestra razón perciba evidencias falsas. Si este ser existiera, incluso la lógica más básica, como la propiedad antisimétrica, podría ser falsa. Esta hipótesis es una estrategia cartesiana para encontrar una verdad indudable, un punto de partida sólido para el conocimiento.

Cogito, Ergo Sum: Pienso, Luego Existo

Aunque exista un ser omnipotente que intente engañarme, no puede hacerme dudar de que estoy dudando. Cuanto más dudo, más indudable es que dudo. Todo lo que pienso puede ser dudoso, pero el acto mismo de pensar demuestra mi existencia. Cogito, ergo sum es una certeza inmediata, no una deducción, ya que si fuera una conclusión, el genio maligno podría manipularla y perdería su valor. Descartes sabe que es y que existe, pero ahora busca saber qué es. Puede dudar de la existencia de su cuerpo, pero no de su propia existencia como ser pensante. No se puede fingir que no se está pensando; cuanto más se intenta, más se piensa y más evidente se hace la propia existencia.

Sustancia

¿Qué soy? Descartes responde: una sustancia cuya naturaleza es pensar, una sustancia que no necesita un espacio ni lugar para existir. Somos un alma; si lo pensamos bien, podemos estar más seguros de la existencia del alma que de la de nuestro cuerpo.

Tipos de Sustancia en Descartes

• Sustancia Infinita: Dios (perfección)
• Sustancia Finita:
  • Res Cogitans: cosa pensante (pensamiento, imaginar)
  • Res Extensa: cuerpo (extensión, figura)

El Argumento Ontológico de Dios

Este argumento parte del contenido del significado de la idea de Dios. Todo el mundo, al pensar en Dios, entiende por Dios el ser más perfecto.

1. Dios es el ser más perfecto que posee todas las perfecciones.
2. La existencia es una perfección.
3. Por lo tanto, Dios necesariamente existe.

La idea de Dios es la única que, al analizarla, nos da la certeza de su existencia. Descartes tiene la certeza de dos verdades: mientras piensa, está existiendo, y Dios existe. A partir de la segunda verdad, puede desarrollar más verdades. Una vez demostrado que ese ser perfecto existe, se garantiza el buen funcionamiento de la razón. Todas las verdades geométricas y matemáticas se demuestran como verdaderas; todo lo que es evidente a la razón es verdadero. Descartes critica a quienes creen que solo es verdad lo que captan los sentidos, considerándolo una torpeza. Solo podemos estar seguros de lo que vemos con la razón. Las ideas facticias son ideas descompuestas y mezcladas. La última parte del argumento nos da la certeza de la existencia de los cuerpos. Descartes afirma que el alma no necesita del cuerpo, introduciendo un dualismo radical. Define al cuerpo como una máquina e intenta explicar cómo se comunican estas dos sustancias, lo que hoy conocemos como psicosomático. Cuando sentimos dolor, es porque nuestra res cogitans sabe lo que le pasa a nuestra res extensa. Descartes propone que la glándula pineal es donde se comunican alma y cuerpo, por medio de "mensajeros". Compara nuestro cuerpo con máquinas, pero afirma que Dios es perfecto y, por lo tanto, sus creaciones son infinitamente mejores.

Nietzsche: La Crítica a la Razón y la Revalorización de los Sentidos

Nietzsche pone bajo sospecha la razón, argumentando que no somos conscientes del peso del lenguaje. Mientras que el positivismo de Auguste Comte establece que la ciencia es la única forma de conocimiento válida y es una corriente antimetafísica, Nietzsche está de acuerdo a medias, ya que tampoco cree en la metafísica, pero considera que la música y el arte son formas privilegiadas de captar la realidad. La música representa el cambio permanente. Nietzsche culpa a Sócrates de la degradación de la filosofía occidental y se interesa por la contraposición entre lo apolíneo y lo dionisíaco.

• Apolíneo: Expresa la dimensión racional, es el dios del conocimiento y el orden.
• Dionisíaco: Expresa el descontrol, lo irracional, la pasión y el caos.

La tensión entre ambos principios es fundamental para asumir la complejidad de la vida; no se puede eliminar ninguno, hay que vivir entre ambos. La tragedia, como género literario, simboliza esta tensión vital. Nietzsche cree que el lenguaje es otro engaño, incapaz de captar la realidad.

Textos

1. La Razón en la Filosofía

Nietzsche critica la tradición filosófica desde Parménides hasta el positivismo, acusándola de "odiar lo histórico", es decir, de privilegiar lo inmutable y despreciar el cambio, así como de un "egipticismo" o enfoque en el más allá, similar a la veneración de las momias. Nietzsche se posiciona a favor de los sentidos, criticando a los filósofos por dar importancia a lo inmutable y considerar el ser como un ídolo. Según él, los filósofos creen que si no captan el ser es porque hay un engaño, y desprecian los sentidos por considerarlos inmorales en otros aspectos.

2. Elogio a Heráclito

Frente a la tradición del ser, Nietzsche alaba a Heráclito, quien apuesta por el cambio y el fluir constante de las cosas. Según Heráclito, los sentidos nos presentan las cosas como si permanecieran en el tiempo, pero para Nietzsche la realidad es fugaz. La información que nos presentan los sentidos debe ser unida para crear el concepto, pero la culpa no es de los sentidos, sino de la razón. La dicotomía tradicional entre mundo real (ideas) y mundo aparente (sentidos) es rechazada por Nietzsche, quien afirma que el mundo aparente, el de los sentidos, es el único que existe.

3. La Importancia de los Sentidos: El Olfato

Nietzsche critica que ningún filósofo haya hablado del olfato. A partir de ahí, realiza una crítica a las pseudociencias, considerándolas proyectos inviables. La metafísica, la teología y la psicología no son ciencias porque no se ocupan de la realidad. La única posibilidad de ciencia es la ciencia empírica, que se ocupa del mundo sensible.

4. Crítica a la Confusión entre lo Primero y lo Último

Nietzsche critica a los filósofos que confunden los conceptos supremos con la realidad. Los conceptos supremos son los más vacíos. Para Nietzsche, solo existe una realidad, y esta se conoce a través de los sentidos. Necesitamos clasificar la realidad, creando un orden para intentar creer que la entendemos, pero ese orden es una proyección. En la realidad hay cosas diferentes, y no necesitamos agruparlas por rasgos comunes para facilitar el entendimiento. Lo único real es la realidad que captan los sentidos. Las cosas no tienen un sentido en sí mismas; todo es causa y efecto, sin necesidad de recurrir a una causa primera como Dios.