Descartes: El 'Cogito' y la Fundamentación de la Verdad Filosófica
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El "Cogito" Cartesiano: La Primera Verdad Indubitable
Tras la aplicación de la duda metódica, queda la duda, que es una actividad del pensar. Luego, si dudo, hay algo de lo que no puedo dudar: que estoy pensando. Y si estoy pensando, hay alguien que piensa: yo. Según Descartes, no hay pensamiento sin sujeto que piense.
Ajustándose a la regla uno del método, Descartes ha encontrado la primera evidencia. La formulación no es muy precisa y se presta a entenderla como una deducción, pero no es así. Descartes lo niega. No hay una deducción de la existencia del yo en la actividad misma del pensar, sino una intuición intelectual, no empírica.
El "Yo Pienso" como Intuición Intelectual
El "yo pienso" cartesiano no es un yo empírico, ni siquiera un yo universal. Con el "yo pienso", Descartes se refiere a las leyes del pensar. La existencia del yo es una existencia en la mente, o más precisamente, la existencia de la mente misma: la mente como ámbito de la verdad.
La Mente como Ámbito de la Verdad
Solo es verdad aquello que se adecúe a las leyes de la mente. La evidencia de la formulación "pienso, luego existo" le parece a Descartes tan fuerte que ni siquiera los escépticos la pueden negar. Resulta una extravagancia negar que podamos obtener un conocimiento firme y seguro, como ellos dicen, cuando hay uno que se nos presenta indubitable.
Deducción de la Existencia del Yo y Distinción Alma-Cuerpo
Tras establecer el punto de partida del método, Descartes realiza la primera deducción, la más evidente. Esta deducción se realiza de dos maneras: una positiva y otra negativa.
La Primera Deducción Cartesiana: Positiva y Negativa
- De forma positiva: En cuanto el pensar implica la existencia del yo, y el fingir es una forma del pensar, pues fingir no es sino imaginar algo distinto de lo que es, en este caso, que no tengo cuerpo.
- De forma negativa: Si no hay pensamiento, es imposible afirmar la existencia del yo.
Resulta extraña la suposición cartesiana de que el alma puede pensar sin el concurso del cuerpo. Nosotros creemos que si no hay cerebro, la mente no puede funcionar. Del cuerpo, cuando está en estado de equilibrio, no tenemos consciencia; solo tenemos consciencia cuando hay desequilibrio.
El Alma como Sustancia Pensante
A continuación, Descartes define el yo o el alma como una sustancia. El alma se define como sustancia pensante. Aquí se nos muestra el Descartes tradicional, metafísico. No le basta con deducir el yo a partir de la mente, sino que necesita demostrar que el yo, el alma, es una realidad en sí.
La Distinción Radical entre Alma y Cuerpo
Por último, Descartes establece una distinción radical entre el alma y el cuerpo. Alma y cuerpo son sustancias distintas, con dos atributos diferentes: el alma, el pensamiento, y el cuerpo, la extensión. Las razones que deduce Descartes son la mayor facilidad de conocimiento del alma y su independencia respecto del cuerpo.
El Criterio de Verdad en Descartes: Claridad y Distinción
La Justificación de la Primera Verdad
Tendría más sentido haber colocado este párrafo inmediatamente después de la formulación del "cogito" como justificación de esa primera verdad que Descartes ha descubierto.
Claridad vs. Distinción
Descartes se pregunta cuál es el criterio de verdad. La respuesta se encuentra en la regla 1 del método: la claridad y la distinción. Entre la claridad y la distinción, Descartes establece una diferencia, pues mientras la claridad no ofrece dudas, la distinción plantea ciertas dificultades de identificación.
Verdad y Certeza
Hay que destacar que Descartes reduce el criterio de verdad al criterio de certeza, es decir, a la seguridad que tiene la mente del conocimiento de la verdad.