Desarrollo y Transformaciones en la España de Franco
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La Política Exterior del Primer Franquismo
Unos meses después de terminarse la Guerra Civil Española, el 1 de septiembre de 1939, comenzaba la Segunda Guerra Mundial. La España de Franco se declaró neutral, pero el régimen mostró simpatías hacia las potencias del Eje y, en muchas ocasiones, estuvo a punto de integrarse de forma activa en el bloque de las potencias fascistas. Dentro del Movimiento Nacional había división de opiniones sobre la entrada en guerra junto al Eje. Mientras el ministro de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Súñer, y los falangistas eran partidarios de participar en el conflicto, los conservadores rechazaban claramente esa opción. Aunque, finalmente, no se llegó a un acuerdo de intervención en la guerra, sí que se cambió la posición de España de neutral a no beligerante (no entra en guerra, pero muestra apoyo a uno de los bandos en conflicto) en junio de 1941. Serrano Súñer propuso el reclutamiento de voluntarios españoles para luchar contra el comunismo ruso. Esta tropa fue conocida con el nombre de la División Azul. También envió a 10.000 españoles para trabajar en Alemania y le suministró tungsteno a Hitler. En octubre de 1943, la guerra empezó a ser desfavorable a las potencias fascistas y España volvió a la neutralidad: se retiró la División Azul del frente ruso y se destituyó a Serrano Súñer como ministro de Asuntos Exteriores.
Después de la victoria de los aliados al final de la Segunda Guerra Mundial, Franco modificó su gobierno, reduciendo el número de falangistas y aumentando la presencia de católicos, así como el discurso oficial de la dictadura (se pasó del nacionalsindicalismo al nacionalcatolicismo, suprimiendo así los elementos fascistas como el saludo a la romana). Pretendía así mostrar una imagen del régimen más cercana a las democracias occidentales para hacer olvidar la colaboración con las potencias del Eje. En 1947 tuvo lugar la configuración de dos bloques antagónicos en el mundo, uno encabezado por la URSS y el otro por EEUU, y el inicio de la Guerra Fría. La situación internacional cambió para España porque el bloque capitalista vio al régimen de Franco como un aliado contra el comunismo. Por este motivo, EEUU presionó a la ONU para que aceptara el régimen de Franco y retirara la condena al aislamiento de España (1950).
También se produjo el retorno de los embajadores internacionales y se firmaron importantes acuerdos diplomáticos que supusieron el reconocimiento internacional definitivo en 1953. Estos pactos fueron con Estados Unidos (Pactos de Madrid) y el Concordato con la Santa Sede. El primero consistió en el acuerdo de la defensa mutua entre ambos países en caso de ataque de la URSS o alguno de sus países satélite. Con ello, EEUU consiguió establecer en España bases militares a cambio de ayuda económica y material bélico para España. En cuanto al Concordato con la Santa Sede, éste legitimaba al régimen y Franco conseguía el derecho de presentar obispos. También supuso importantes beneficios para la Iglesia Católica en España. Cabe decir que ambos acuerdos fueron un gran éxito para Franco porque supuso el reconocimiento internacional del régimen.
La Política Autárquica y Recesión Económica
A finales de la Guerra Civil, España era un país arruinado y sin recursos. En 1939 el régimen puso en marcha una política económica basada en el intervencionismo y la autarquía. Los principales ámbitos de actuación de la política económica franquista fueron:
- a) La reglamentación del comercio exterior, que pasó a estar controlado por el Estado y redujo las importaciones a los productos imprescindibles.
- b) El fomento de la Industria. En 1941 se crearon empresas públicas estratégicas y se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI).
- c) Medidas para incrementar la producción agrícola a través del Instituto de Colonización (INC), una organización que se encargaba de asentar agricultores en nuevas tierras de regadío.
- d) Por último, es necesario hablar de la política hidráulica, que tenía como objetivo evitar problemas de suministro eléctrico y de almacenamiento de agua. Por este motivo, se construyeron embalses en las diversas cuencas hidrográficas.
Las consecuencias de la autarquía fueron múltiples: descenso de la producción y el consumo, salarios bajos, elevada inflación, largas jornadas laborales, hambre, aparición de enfermedades, aumento de la mortalidad y disminución de la esperanza de vida. También la aparición de las primeras protestas sociales en Bilbao (1948) y Barcelona (1951).
Para paliar estas consecuencias, el régimen puso en marcha el Auxilio Social, una institución de caridad controlada por Falange, las cartillas de racionamiento (1939-1957), y la intervención del precio del trigo. Sin embargo, la escasez de trigo y el establecimiento del precio de este cereal por debajo de su valor real favoreció la aparición del mercado negro o estraperlo, un mercado paralelo al oficial donde se encontraban productos de forma abundante, pero a precios muy altos. Este mercado fue tolerado en cierta medida por las autoridades franquistas y permitió el enriquecimiento de personas del entorno del régimen.
El Adoctrinamiento de la Sociedad y la Condición Femenina durante el Franquismo
La instauración del Franquismo supuso el inicio de un fuerte control social del Estado sobre los españoles. En estos momentos, se impusieron un modo de comportamiento basado en la moral católica tradicional y se inició una censura rígida sobre las actividades lúdicas y culturales. Además, la dictadura también supuso la imposición ideológica del nacionalsindicalismo y el nacionalcatolicismo, a través de las organizaciones de masas vinculadas al Movimiento Nacional, y la exaltación de la figura de Franco a través de los medios propagandísticos del régimen.
La llegada del franquismo supuso la pérdida de todos los derechos de la mujer conseguidos durante la Segunda República y la consolidación de un sistema de valores machista, en el que se consideró a las mujeres seres inferiores tanto jurídica como legalmente. Así pues, la mujer estuvo destinada al ámbito doméstico y para trabajar necesitaba el permiso del marido. También se castigó duramente a la mujer en caso de adulterio, mientras que al hombre se le permitió sin consecuencia alguna. Por último, hace falta hacer referencia a la educación: la enseñanza primaria y secundaria estuvo mayoritariamente en manos de la Iglesia y la religión pasó a ser obligatoria.
Los Años del Crecimiento Económico: Cambios Económicos y Sociales
Las medidas de liberalización económica consiguieron que los españoles alcanzaran un mejor nivel de vida y que la economía del país experimentara un crecimiento económico más que notable que fue conocido con el nombre del “milagro español”. Entre 1960 y 1973, el principal motor económico fue la industria, especialmente la metalúrgica, la química, la de la energía y la del automóvil. Las causas fueron: una abundante mano de obra, bajos salarios, el uso de nuevas tecnologías y unas condiciones que favorecían la inversión extranjera. Esta expansión económica también estuvo vinculada a la transformación de la agricultura y la ganadería; la modernización de los servicios y el impulso de la construcción, ambas vinculadas al aumento del turismo europeo que impulsó el desarrollo de las zonas litorales y, por último, el desarrollo del sector bancario.
La mejora de las condiciones económicas estuvo relacionada con un importante aumento de la población. Este crecimiento demográfico que fue conocido como con el nombre del Baby Boom tuvo lugar entre 1960-1975. Las causas fueron el descenso de la mortalidad y el mantenimiento de una tasa de natalidad elevada. Por lo general, mejoraron las condiciones de vida de los españoles y aumentó la esperanza de vida.
La población de estos territorios, movida por las malas condiciones de vida, se dirigió hacia zonas industrializadas como Madrid, Cataluña, País Vasco y Valencia. Esto influyó en el desarrollo urbanístico de las ciudades, puesto que las zonas de atracción no estaban preparadas para la llegada masiva de población inmigrante: falta de viviendas dignas y de infraestructuras urbanas adecuadas. Finalmente, las demandas vecinales presionaron al régimen y Franco creó el Ministerio de Vivienda. Se inició así la construcción de barrios obreros, pero densamente poblados.
El régimen permitió la emigración exterior (Ley de ordenación de la emigración, 1962).
Las transformaciones económicas comportaron cambios en la estructura económica: la economía se orientó más hacia los servicios y la industria; mientras que la agricultura perdió peso. Esto contribuyó a una nueva estructura laboral: aumentó el número de funcionarios y de profesionales liberales y también el número de obreros industriales. En general, se incrementó la renta per cápita y esto contribuyó a la entrada de la población española dentro de la sociedad de consumo.
En cuanto a la enseñanza, se redujo notablemente el analfabetismo y en 1970 se aprobó la Ley General de Educación que determinaba la obligatoriedad de la escolarización hasta los 14 años e implantaba la coeducación. Por último, cabe señalar el cambio en el papel de la mujer: las mujeres mejoraron su formación académica, gracias a un mayor acceso a la educación básica, pero también superior y se produjo una importante incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa. Sin embargo, el porcentaje de población femenina que estaba en activo era todavía bajo.
Los Intentos de Adaptación del Régimen a la Nueva Realidad
Aunque la dictadura continuó hasta la muerte de Franco, desde 1957 se modificó el sistema político y administrativo del Estado a través de los distintos cambios legislativos. Así, en 1957 se promulgó la Ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado que separaba los poderes de Estado y gobierno. Sin embargo, Franco siguió siendo jefe de ambos poderes. El año siguiente, en 1958, se aprueba la Ley de Convenios Colectivos que tenía como objetivo facilitar el diálogo entre obreros y patrones. Más tarde, se creó el Tribunal de Orden Público (1963), a través del cual se transfería de la jurisdicción militar a la civil. Pero una de las leyes que generó más disputa entre las distintas familias del régimen fue la de libertad de Prensa e Imprenta (1966), promovida por el Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga. Ésta suprimía por primera vez la censura previa impuesta desde 1939 y esto permitió la publicación de revistas, periódicos y libros, prohibidos hasta el momento.
Otras leyes importantes fueron la de la Seguridad Social, que ampliaba la cobertura social, y la ley de libertad religiosa.
Los franquistas más inmovilistas la consideraron un peligro para la moralidad. Por último, es necesario hacer referencia a la Ley Orgánica del Estado (1967), la cual aseguraba la instauración de la monarquía a la muerte del dictador. Poco después, en 1969, Franco designó al príncipe Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII e hijo de Juan de Borbón, como su sucesor. El futuro Juan Carlos I le juró fidelidad a Franco. Con esto se pretendía la continuidad del franquismo, pero dirigido por un rey.
La Agonía del Régimen
A finales de los años 40, se inició en el mundo un proceso conocido con el nombre de descolonización, a través del cual países que habían sido sometidos al dominio de los grandes imperios coloniales, constituidos a lo largo del siglo XIX, iniciaron procesos de liberación nacional. En 1956, Francia pactó con el rey de Marruecos la independencia de la zona francesa. Ante esto, España se vio obligada a dar la independencia a su zona del Protectorado de Marruecos un año más tarde. En 1968 se concedió la independencia a Guinea Ecuatorial y en 1969 se entregó a Marruecos. Sin embargo, una parte del territorio del Sáhara seguía bajo el dominio de España. En 1973 en este territorio nació el Frente Polisario con el fin de conseguir la independencia del territorio del Sáhara. Pero en 1975, Hasan II, rey de Marruecos, aprovechó la crisis política española para invadir la frontera de la colonia a través de un movimiento de ocupación territorial conocido con el nombre de la Marcha Verde. Finalmente, la España de Franco, inmersa en una aguda crisis, le entregó la colonia del Sáhara a Marruecos y Mauritania.
En junio de 1973, Franco separó la dirección del Estado de la del Gobierno y nombró a Luís Carrero Blanco, su mano derecha, como jefe del Gobierno, convirtiéndose así en la persona clave para asegurar la continuidad del franquismo a la muerte del dictador. Pero Carrero Blanco fue asesinado por ETA en un atentado el 20 de diciembre de 1973. En enero de 1974 se formó un nuevo gobierno, presidido por Carlos Arias Navarro, que suscitó ciertas expectativas de cambio con un programa conocido como “Espíritu del 12 de febrero”.
Pero pronto se frustraron las esperanzas porque cesó a los ministros aperturistas y se alió con los conservadores. La política continuista de Arias Navarro se vio afectada por varios hechos. En 1974, se produjo la caída de las Dictaduras de Grecia y Portugal, y esto contribuyó a la soledad del régimen de Franco en Europa. Además, España se encontró inmersa en una crisis económica derivada de la crisis del petróleo de 1973. Esto contribuyó a un aumento del paro y una intensificación de la conflictividad social y política.
En un contexto de condena internacional de la represión franquista, el 20 de noviembre de 1975 murió Franco, confiando en que todo estaba “atado y bien atado” y que su obra continuaría a su muerte con la persona del rey Juan Carlos I, pero no fue así. Este evento marcó el inicio del fin del franquismo.
Vocabulario
Autarquía: Política económica seguida por los regímenes fascistas en el período de entreguerras. Consistía en evitar cualquier tipo de importación o salida de riquezas del país. La nación debía arreglarse con sus propios recursos para evitar la salida de divisas y de esta forma fortalecer la moneda. El general Franco, tras su victoria sobre la República (1939), trata de seguir la misma política económica que había dado buenos resultados a sus mentores, Mussolini y Hitler. La posguerra fue muy dura y los españoles tuvieron que sufrir todo tipo de privaciones como consecuencia de la carencia de productos vitales. Esta escasez quedaba reflejada en el empleo de cartillas de racionamiento, a la vez que se extendía el estraperlo. La nueva situación internacional de los años 50 permitió hacer algunas reformas en la política económica, la cual se abandona definitivamente, con el plan de estabilización de 1959.
Concentración parcelaria: Práctica consistente en la reordenación espacial de las propiedades agrarias para agrupar los terrenos dispersos de un mismo propietario en el menor número posible de fincas. Su objetivo consiste en acabar con el minifundismo, facilitar la mecanización de las tareas agrícolas e impulsar la modernización de las explotaciones. Gracias a las iniciativas impulsadas por el Gobierno franquista, entre 1952 y 1973 fueron concentradas 6 millones de hectáreas en todo el país.
Corporativismo: Teoría que se apoya en una concepción organicista de la sociedad y de la nación, entendida como un cuerpo vivo en el que los distintos grupos socioeconómicos realizan diversas funciones que se complementan entre sí para hacer posible la vida en comunidad. Los partidarios del corporativismo proponían la creación de un sistema político estatal organizado sobre la participación y representación armónica de los intereses de los distintos grupos sociales, colectivos económicos y asociaciones profesionales, sindicales y empresariales. Las teorías corporativistas propugnaban la colaboración y la cooperación entre los distintos grupos socioeconómicos con la pretensión de evitar los conflictos y los enfrentamientos entre la burguesía propietaria y la clase obrera. Muchos regímenes de tipo dictatorial han creado instituciones de carácter corporativo.
Derecho de huelga: El derecho de huelga, entendida ésta como la suspensión colectiva del trabajo destinada a presionar para obtener alguna reivindicación, es una de las reivindicaciones más antiguas del movimiento obrero, que usaba este método como la principal forma de conseguir sus objetivos. Se establece así una larga pugna en Europa y América a lo largo del siglo XIX, entre la burguesía propietaria y los trabajadores, que se acabará saldando en los regímenes democráticos con la aprobación de este derecho.
Dictadura: Régimen político en el que el poder está en manos de una persona o grupo de personas que lo ejercen sin control, de forma autoritaria y represiva. En la España contemporánea los períodos dictatoriales son la dictadura de Serrano tras el fracaso de la I República (1874), la dictadura de Primo de Rivera tras el fracaso de la Restauración (1923-1930) y la dictadura del general Franco tras la Guerra Civil española (1939-1975). Ésta última, ha sido la más larga e importante en la historia de España.
Estraperlo: Vocablo formado a partir de los apellidos Strauss y Perloff, dos estafadores austriacos, que introdujeron en España una ruleta llamada sobornando a dirigentes del Partido Radical de Lerroux, suceso que acabó saliendo a la luz pública, provocando un gran escándalo en 1935. Luego acabó útil para referirse al mercado negro -sobre todo a partir de la posguerra-. Existían múltiples formas de hacer estraperlo, no sólo con el acaparamiento y la venta ilícita. También era muy habitual la adulteración de productos. Aquel que lo practicaba recibía el nombre de estraperlista.
Libertad de reunión: Éste es un derecho reconocido por cualquier estado que pretende ser democrático, en ocasiones se vincula con el derecho de asociación. Consiste en el derecho de los ciudadanos a asociarse libremente, de manera organizada, por tiempo ilimitado y con fines preestablecidos. Interrumpido por la restauración canovista, fue vuelto a reconocer a finales del siglo XIX por los gobiernos de Sagasta. Vigilado en la dictadura de Primo de Rivera, fue reconstituido en la II República para volver a ser un derecho sospechoso y perseguido en la dictadura franquista, especialmente si había motivos políticos. La actual Constitución de 1978 lo reconoce como un derecho fundamental siempre y cuando sean reuniones pacíficas y sin armas.
CC.OO (Comisiones Obreras): Sindicato español nacido en la clandestinidad durante la dictadura franquista. Su aparición se da durante las huelgas mineras asturianas de 1962-63, aunque hubo precedentes anteriores. Tuvieron una rápida difusión robándoles el protagonismo en el sindicato vertical del CNS y monopolizando la lucha obrera antifranquista. Desde muy pronto los comunistas trataron de controlar el sindicato, y de hecho su líder histórico, Marcelino Camacho, pertenecía a ésta ideología. Durante la transición perdió parte de su influencia, aunque siguió siendo la principal organización obrera, aunque en algunos momentos UGT llegó a superarla en delegados durante las elecciones sindicales.
ETA: En el clima de represión originado por el franquismo en el País Vasco, nace como escisión del PNV, el grupo radical ETA, que se plantea utilizar la lucha armada para lograr la independencia de esa región. El acto más importante de la banda terrorista en el franquismo será el atentado contra el almirante Carrero Blanco, jefe de gobierno y baluarte de la línea dura del franquismo (Operación Ogro, 1973). La consolidación del sistema de libertades en España no logró que los terroristas dejaran de matar, secuestrar y amenazar. También se le atribuye a la banda terrorista más de ochenta secuestros.
Tecnocracia: Esta teoría considera que los principales problemas de las sociedades contemporáneas no se resuelven con medidas de tipo político-ideológico, sino con soluciones de carácter técnico y, por consiguiente, defiende el predominio de una elite formada por expertos y especialistas. Según esta propuesta, los “tecnócratas” estaban capacitados por la superioridad de sus conocimientos para ocupar el poder y para convertirse en el grupo dirigente. Su cometido debía consistir en gobernar actuando con criterios pragmáticos, dejando de lado los planteamientos ideológicos y gestionando con eficacia los asuntos colectivos para garantizar el bienestar económico y la tranquilidad económica.
Totalitarismo: Sistema político de carácter dictatorial y antidemocrático cuyas principales características son la concentración sin límites de todos los poderes políticos y militares en manos del dictador, la anulación de las libertades, la exigencia de una plena subordinación de la población al jefe supremo y la voluntad de exterminar físicamente a los opositores políticos.