Desarrollo Socioemocional en la Infancia

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1. Diferencia entre Piaget y Kohlberg

Según Piaget, el niño entre 0-7 años tiene una moral heterónoma, es decir, no se cuestiona las normas que el adulto le impone. Las acata sin más. Si no respetase las normas, habría un castigo. Es decir, sabe que hay normas.

Sin embargo, en esa misma edad, para Kohlberg nos encontramos con una moral preconvencional, en la que el niño sabe que hay normas, cosas y acciones buenas o malas, correctas o incorrectas, y sabe cuándo son buenas o malas, correctas o incorrectas, si tienen consecuencias positivas o negativas, es decir, si tienen castigo, o según lo que dicen las figuras de autoridad. Para Kohlberg podemos diferenciar en esta moral:

  • Castigo-obediencia: una cosa es buena o mala en función de las consecuencias que tenga.
  • Hedonista instrumental: lo correcto es lo que me viene bien, pero si también es adecuado para otra persona, mejor que mejor.

Según Piaget, el niño entre 7-11 años pasa por una etapa de transición en la que la sanción o castigo es para todos iguales, siempre que se haga comprender el error cometido. Pero Kohlberg, plantea una moral convencional en la que señala la conformidad a las expectativas y a las expectativas interpersonales (conducta que se juzga por la intención que esa conducta haya tenido) y el sistema social y la conciencia (asume que las normas que hemos establecido entre todos hay que mantenerlas porque nos benefician a todos).

Según Piaget, el niño a partir de los 11 años, tiene una moral autónoma, esto es que el niño cuando hace algo incorrecto, diferencia cuando lo hace con una intención buena o no, porque para él lo que algo es correcto, puede que para otra persona no lo sea.

Pero por otro lado, Kohlberg nos dice que en esa edad el niño tiene una moral postconvencional, en la que señala el contacto social, la utilidad y los derechos del individuo (tenemos unas normas de convivencia, pero siempre tenemos que tener en cuenta nuestra conciencia) y los principios éticos universales (nos dice que debemos comportarnos siendo fieles a nuestra moral y que el respeto debe estar por encima de todo).

La esencia de lo que dicen Piaget y Kohlberg es la misma.

2. Características de la moral autónoma y heterónoma

Moral Heterónoma

La moral heterónoma abarca hasta los 6-7 años. La característica más general del razonamiento moral en estas edades es la heteronomía moral, también llamada “moral de obediencia al adulto”, según la cual, el niño valora los actos no en función de la intención que los ha originado, sino en función de su conformidad material con las reglas establecidas.

En estas edades, los niños son muy objetivos en la evaluación de las conductas morales: las reglas se obedecen o no se obedecen.

Los juicios morales emitidos por el niño están basados en la opinión de sus figuras de autoridad: madres, padres y profesores.

La moral heterónoma se caracteriza por el “realismo moral”, se juega la responsabilidad de un acto en función de las consecuencias materiales de la acción. Si la conducta coincide con las normas dictadas por los adultos, no hay castigo; si pasa lo contrario, hay que castigar.

Moral Autónoma

Las reglas surgen de la cooperación entre iguales y el respeto y consentimiento mutuo. Se basa en los principios de igualdad, el respeto mutuo y las relaciones de cooperación. Las reglas se interiorizan, flexibilizan y se generalizan hasta alcanzar la noción de justicia equitativa. Se actúa siguiendo los propios criterios y no las imposiciones externas. Supone comprender diferentes maneras de ver las cosas: lo que para alguien puede parecer correcto, para otra puede no serlo. El niño con moral autónoma verá el castigo como algo que compensa a la víctima de la acción, a la vez que ayuda al culpable a reconocer que ha cometido una acción incorrecta que deberá corregir. El castigo debe ser acorde con la gravedad de la acción mal hecha. El niño valorará los actos teniendo en cuenta las intenciones y será capaz de entender que las reglas están hechas por las personas y por lo tanto pueden ser cambiadas, incluso por él mismo.

3. Relación entre desarrollo cognitivo, juicio moral y conducta prosocial

Noemí Eisenberg investigó si había relación entre el razonamiento infantil y la manifestación o no de conductas prosociales.

Las conductas prosociales son aquellas que se realizan para beneficiar a otros con carácter desinteresado y se ven favorecidas por el desarrollo de la empatía, el razonamiento social y la capacidad para adoptar otras expectativas, y el papel socializador de la familia, la escuela y los iguales.

Para estudiar el razonamiento prosocial, utilizó dilemas situacionales, y observó la justificación que daban los niños para tener conductas prosociales, intentaba ver si un juicio moral tenía influencia sobre la conducta a favor de los otros y Eisenberg concluye que en la etapa infantil es fácil ayudar a los demás siempre y cuando esa ayuda no presente un conflicto con los intereses propios.

La conducta prosocial considera que solo es posible manifestarla cuando el niño había desarrollado previamente dos capacidades: la empatía y la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

Cuando hay un conflicto de intereses, los niños de 4-6 años razonan de forma hedonista normalmente.

Pero la realidad es que los niños actúan prosocialmente con situaciones y personas conocidas, pero los que no actúan prosocialmente en situaciones difíciles tienen un razonamiento hedonista autointeresado.

En niños menores de 1 año existen señales de empatía, por ejemplo cuando quieren dar comida a quienes los están dando de comer.

Entre 8-12 meses son capaces de ofrecer juguetes a sus compañeros.

Entre 29-36 meses ya existe cierta forma de reciprocidad a la hora por ejemplo de prestarse los juguetes.

Entre 2-3 años las conductas empáticas, de compasión y preocupación por los demás son muy frecuentes.

A partir de los 6 años y hasta la adolescencia, las conductas prosociales aumentan debido a:

  • El desarrollo de la capacidad de toma de perspectivas.
  • Desarrollo de la capacidad empática.
  • Aumento de responsabilidad ante este tipo de situaciones.
  • La progresiva competencia para ofrecer ayuda.
  • El mayor número de experiencias que refuerzan las conductas prosociales.

4. Procesos de formación de la identidad personal

El Autoconcepto

Es la idea que tiene el niño de sí mismo. Se va configurando antes de los 2 años, el niño se reconoce como alguien diferente a los demás, como un sujeto único.

El desarrollo del autoconcepto depende de dos variables:

  • El desarrollo cognitivo (a mayor edad, mayor desarrollo).
  • Las experiencias sociales.

El autoconcepto empieza a definirse entre 0-2 años, pero es a partir de los 2 años cuando adquiere mayor peso, y se va definiendo en función de las ideas que el niño va acumulando sobre sí mismo. Estas ideas se forman en función de las experiencias que tengan.

La Autoestima

Es la valoración que hacemos de nosotros mismos. Se forma a partir de la percepción de uno mismo y la comparación con el ideal de cada uno.

La percepción de uno mismo es el autoconcepto y el ideal de uno mismo es lo que nos gustaría ser.

El autoconcepto es la parte cognitiva de la idea que tenemos de nosotros, y nos lleva a conocer cómo somos; y la autoestima es la parte de esa idea que tiene que ver con los valores y el grado en que nos estimamos, nos habla de cómo nos valoramos como somos. La autoestima y el autoconcepto son dos aproximaciones que se hacen al conocimiento de sí mismo.

La Identidad Sexual

Alude a la percepción que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto al sentirse hombre, mujer, en función de la evaluación que realiza de sus características físicas o biológicas.

El proceso de identidad sexual está muy relacionado con la formación del autoconcepto y la autoestima, ya que todos ellos son los que conforman la identidad personal.

La formación de la identidad sexual, los roles de género y los procesos de tipificación sexual juegan un importante papel, ya que son el referente externo por el que el niño/a distingue el dimorfismo sexual (dos formas del sexo humano), y se autoclasifica como perteneciente a uno de los géneros.

Los problemas de identidad son estadísticamente poco frecuentes y no deben ser confundidos con que algunos niños y niñas no sigan el rol de género en sus comportamientos.

Incluso antes del nacimiento, una vez conocido el sexo del bebé se le asigna un rol sexuado a partir de diferencias biológicas, esta asignación afecta a todos los aspectos de la vida del niño antes de que el menor sepa quién es él mismo, ya tiene asignado un rol que condicionará todo su desarrollo sexual.

Hacia los 2 años, los niños distinguen algunas características de los roles de género y se autoclasifican como niño o niña.

A partir de los 3 años utilizan su identidad de niño o niña para rechazar o aceptar juegos, juguetes, actividades o vestidos y valoran como lo más adecuado lo que se corresponde a su género. Su autoclasificación como niño o niña es definida a partir del rol de género y piensan que la identidad sexual podrán cambiarla, si así lo desean en un futuro.

A partir de los 5 años, los niños basan su identidad sexual en los aspectos biológicos y son conscientes de la permanencia de la misma a lo largo de su vida y que no cambiará a pesar de los cambios en la apariencia o en las actividades que realicen.

5. Características de la sexualidad en la infancia

  • En la infancia, los órganos genitales están poco desarrollados.
  • La cantidad de hormonas sexuales que circulan ahora en la sangre es muy pequeña.
  • El placer sexual es inespecífico.
  • Los estímulos externos no tienen significados eróticos para los niños.
  • En la infancia la atracción por otras personas, es una atracción afectiva.
  • Se manifiesta a través de conductas de autoexploración o mediante juegos sexuales, por ejemplo jugar a los médicos.

Los niños comienzan a hacer preguntas sobre la sexualidad (comienzan a tener curiosidad por los genitales del otro), tienen juegos sexuales (juegan a tocarse, a explorar el cuerpo de los demás, reproducir conductas de los adultos…) y se produce la masturbación (es una respuesta sexual que puede llegar a la erección y vasocongestión de los genitales, movimientos rítmicos de la pelvis, cambios del ritmo cardiaco y respiratorio…).

Incluso antes del nacimiento, una vez conocido el sexo del bebé se le asigna un rol sexuado a partir de diferencias biológicas, esta asignación afecta a todos los aspectos de la vida del niño antes de que el menor sepa quién es él mismo, ya tiene asignado un rol que condicionará todo su desarrollo sexual.

Hacia los 2 años, los niños distinguen algunas características de los roles de género y se autoclasifican como niño o niña.

A partir de los 3 años utilizan su identidad de niño o niña para rechazar o aceptar juegos, juguetes, actividades o vestidos y valoran como lo más adecuado lo que se corresponde a su género. Su autoclasificación como niño o niña es definida a partir del rol de género y piensan que la identidad sexual podrán cambiarla, si así lo desean en un futuro.

A partir de los 5 años, los niños basan su identidad sexual en los aspectos biológicos y son conscientes de la permanencia de la misma a lo largo de su vida y que no cambiará a pesar de los cambios en la apariencia o en las actividades que realicen.

6. Habilidades y estrategias para relacionarse con los demás

Llamamos estrategias de interacción social a las formas de relacionarse que los niños utilizan para establecer y mantener contacto entre los iguales y resolver los conflictos que surgen entre ellos.

Las formas de interaccionar influyen en el grado de aceptación del niño por sus iguales y también en la adaptación del niño al medio escolar. Dependen de las capacidades que tenga cada niño (cognitivas, afectivas, lingüísticas, relacionales...) pero también de otros factores como las posibilidades que brinde el entorno para observar, imitar y experimentar conductas, de algunas características físicas del niño y de las atribuciones y expectativas que el grupo tenga sobre la competencia social del niño.

Según las investigaciones de Langlois y Stephan (1977), los niños pequeños asocian el atractivo físico del niño (ser guapo) con otras características personales como ser listo, amable, simpático y con la manifestación de conductas prosociales.

Las investigaciones de Hymel (1986) muestran que, cuando un niño consigue el estatus de popular, los compañeros esperan que se comporte según las expectativas de ese estatus. Por eso tienden a interpretar sus conductas agresivas como derivadas de la situación. Sucede lo contrario en los niños impopulares: las mismas conductas agresivas se explican por características de personalidad y se tiende a culpabilizarlos. Este patrón atribucional facilita las interacciones con los iguales de los niños populares y dificulta las de los no populares.

¿Qué estrategias utilizan los"niños populare"?

Habilidades:

  • Habilidades comunicativas: Escuchar a los demás, responder positivamente a las demandas de los compañeros, expresarse correctamente para ser entendido.
  • Habilidad para iniciar nuevas interacciones y para mantener las relaciones ya creadas.
  • Habilidad para hacer frente a la agresión y resolver los conflictos de forma competente.

Estrategias:

  • Estaban atentos a las"claves sociale" que facilitan la integración en un grupo (estar atento a las expresiones faciales de los niños que estaban jugando para sonreírles o responderles de modo agradable).
  • Mantenían una actitud de espera, permaneciendo alrededor del grupo hasta encontrar el mejor momento para proponer su entrada en el grupo, sin interrumpir la actividad. Aprovechaban una interrupción o cambio de actividad para proponer entrar en el grupo.
  • Amoldaban su conducta no verbal a la de los niños que jugaban.
  • Después de ser aceptados por el grupo, se adaptaban a la actividad que se estaba realizando, satisfacían los deseos de los otros niños y proporcionaban ideas para continuar con la actividad.

7. Tipos de familias

La familia tiene un papel fundamental en el proceso de socialización porque permite conocer la cultura del grupo social al que pertenece, permite construir la “personalizada social” del niño y permite vivenciar las normas sociales. Existen cuatro estilos educativos básicos:

  • Familia autoritaria: se caracteriza por tener altos niveles de control y exigencias, basándose en la afirmación del poder y la imposición de normas. Tienden a utilizar el castigo o la amenaza para eliminar las conductas que no admiten. Tienen niveles bajos en afecto y comunicación y tienen poco en cuenta los intereses o las necesidades de los hijos.
  • Familia permisiva: se caracteriza por tener bajos niveles de control y pocas exigencias de superación, tener altos niveles de afecto y comunicación y se anteponen los intereses y deseos del niño a cualquier otra cosa.
  • Familia negligente: se caracteriza por tener bajos niveles de exigencia y control, con arbitrariedad en las normas, tener bajos niveles de afecto y comunicación y suelen ser familias poco sensibles a las necesidades del niño, incluso en las cuestiones básicas.
  • Familia democrática: se caracteriza por tener medio-altos niveles de control y exigencias, altos niveles de afecto y comunicación y tienen en cuenta los intereses o las necesidades de los hijos.

8. ¿Cuándo hacemos educación afectivo-sexual?

La educación afectivo-sexual se lleva a cabo de diferentes maneras:

  • La educación afectivo-sexual se produce de una forma implícita o no intencional. Se lleva a cabo por las familias, los iguales o los medios de comunicación... Este tipo de educación siempre se hace aún sin ser conscientes de ella, y determina en gran medida las actitudes hacia la sexualidad.
  • La educación afectivo sexual también puede ser explícita, pues se lleva a cabo a través de actos educativos intencionales. Se produce por la familia (cuando los padres dan información acerca de la sexualidad o los afectos), pero también se realiza en diferentes contextos educativos y tiene unos objetivos claros, una planificación y una metodología concreta.

En casa o en el cole

Somos conscientes de que la educación afectivo-sexual se hace en la familia, en la escuela y en la sociedad en general, unas veces de forma explícita y otras implícitas.

La educación afectivo sexual en el ámbito escolar consideramos que:

  • Somos seres sexuados.
  • Nuestro cuerpo es fuente de comunicación, afecto, ternura y placer.
  • En el comportamiento sexual del ser humano, tienen gran influencia los factores socioculturales.
  • La sexualidad está íntimamente relacionada con la salud.

9. El papel del TSEI en la educación afectivo-sexual

El TSEI tiene un papel de:

  • Mediador en la construcción del conocimiento en el niño.
  • Soporte en los procesos de socialización.
  • Modelo para la relación afectiva que se crea entre niño-TSEI.

La relación entre el TSEI y los niños de su aula, posibilita la creación de un clima afectivo que es fundamental para la educación afectivo-sexual.

El TSEI ante la curiosidad infantil

Con las diferencias biológicas, el TSEI debe dar respuesta en términos positivos, hablando de lo que tienen ambos sexos y no en términos de lo que no tienen las chicas.

Con el origen de las personas es fundamental contestar siempre con la verdad, y tantas veces como el niño haga la pregunta.

Otras teorías infantiles consisten en pensar que:

  • Todas las respuestas tienen o van a tener pene cuando sean mayores.
  • El niño nace de la madre por el ombligo, la boca o el ano.
  • El padre no participa en la fecundación.

El TSEI ante la identidad sexual y el rol de género

Para facilitar el proceso de adquisición de la identidad sexual, debemos:

  • Favorecer la discriminación entre lo que es porque así viene dado y lo que es porque así lo quiere la sociedad.
  • Relativizar la asignación de las características de género.
  • Dar la misma importancia a todas las partes del cuerpo.
  • Potenciar la valoración del propio cuerpo tal y como es.
  • Desarrollar las habilidades de convivencia necesarias para integrarse en el grupo.

El lenguaje del TSEI

El TSEI debe cuidar el vocabulario y el lenguaje que se utiliza en la clase, que a través de él expresamos los significados y los valores que les damos a las cosas.

Si pretendemos hablar de sexualidad como una dimensión positiva, el lenguaje que utilicemos debe estar exento de estas cargas negativas.

Es importante que el TSEI parta del lenguaje conocido por los niños para referirse a los genitales, por ejemplo.

El TSEI también debe ser consciente de que la utilización y reiteración del género masculino puede tener como consecuencia la desvalorización del colectivo femenino, pues habitualmente se habla de los niños y casi nunca de las niñas.

10. Conceptos

  • Agentes de socialización: personas o grupos de personas encargadas de llevar a cabo la socialización (familia, escuela….).
  • Autoconcepto: idea que el niño tiene de sí mismo, se va configurando antes de los 2 años.
  • Autoestima: valoración que hacemos de nosotros mismos. Se forma a partir de la percepción de uno mismo y comparación con el ideal de uno mismo.
  • Aprendizaje social: defiende la importancia de los modelos a los que los niños pueden imitar y la importancia del refuerzo para que efectivamente lo hagan.
  • Androginia: individuos que presentaban comportamientos tanto masculinos como femeninos en función de las situaciones en las que se encontrasen.
  • Conducta asertiva: cuando consigue un equilibrio entre los derechos propios y los derechos ajenos.
  • Conducta pasiva: se caracteriza por no expresar o expresar de forma no clara lo que piensa, especialmente cuando se trata de algo molesto.
  • Conductas agresivas: se caracteriza por expresar de forma muy clara y directa.
  • Socialización: proceso continuo que se produce desde el nacimiento y que está sujeto a cambio durante todo el ciclo vital.
  • Desarrollo moral: proceso que conlleva la interiorización de valores. Se inicia en la infancia y se completa en etapas posteriores.
  • Disciplina inductiva: Modo de ejercer la"autorida" de una forma razonada, sometiéndose al diálogo y la discusión, y la"obedienci" de manera participativa.
    Los niños y niñas necesitan ser guiados por las personas adultas para aprender a distinguir"lo que está bien de lo que está ma". Son vitales unas normas básicas que guíen y marquen límites a su comportamiento.
    Se utiliza la vía del consenso, la comprensión…
  • Disciplina autoritaria: Establece un sistema de comunicación unidireccional y cerrada: los padres dan órdenes sin explicaciones y restringen la autonomía de los hijos e hijas, que suelen inhibirse. Es habitual el uso de castigos, amenazas y prohibiciones de manera continuada y sin ningún tipo de razonamiento.
  • Disciplina permisiva: Estilo basado en la tolerancia. El control paterno es muy laxo y el nivel de exigencia muy bajo. Los padres acceden fácilmente a los deseos de los pequeños y se muestran tolerantes ante la expresión de impulsos como la ira o agresividad del menor.
    Suelen brindar una excesiva protección a fin de evitar que los hijos e hijas se enfrenten a las dificultades de la vida, por lo que las normas serán muy poco estrictas. Este estilo se caracteriza por la libertad acompañada por apoyo emocional.
  • Disciplina negligente: Ausencia de normas y procedimientos que haya que hacer en el centro y en las familias. No poder prever lo que va a pasar y que pase algo y los padres se laven las manos. Dejadez en normas, valores, que llega incluso a poner en peligro la vida del niño.
  • Estereotipos de género: serie de ideas impuestas pero fuertemente asumidas sobre las características, actitudes y aptitudes de las mujeres y los hombres.
  • Empático: demuestra sentimiento de culpabilidad si no ha actuado adecuadamente y satisfacción si ha hecho lo correcto.
  • Educación afectivo sexual: tipo de intervención intencional o no intencional que incide que cualquiera de los ámbitos relacionados con la dimensión sexual del ser humano.
  • Género: hace referencia a una construcción cultural, lo que te corresponde a nivel cultural, físico…
  • Habilidades Sociales: comportamientos aprendidos para saber percibir, entender y responder a las exigencias y demandas de las situaciones sociales de forma efectiva.
  • Horizontales o simétricas: se apoya en la igualdad entre las personas. A partir de los 2 años los niños tienen una mayor inclinación a la interacción con otros niños, eso son relaciones autoritarias y recíprocas.
  • Verticales o asimétricas: se producen durante toda la vida, aunque solo es predominante hasta los 2 años. Es el caso de las relaciones entre los padres e hijos que se apoyan en la autoridad de la primera.
  • Igualdad formal: reconocimiento jurídico de la igualdad entre hombres y mujeres para remover los obstáculos y avanzar, que viene recogido en la Constitución.
  • Identidad personal: Suponen conocer las características personales de uno mismo. Relacionados con estos esquemas están los procesos de identidad personal (autoconcepto y autoestima)
  • Identidad sexual: está muy relacionada con la formación del autoconcepto y la autoestima, ya que todos ellos son los que conforman la identidad personal. En la formación de la identidad sexual, los roles de género y los procesos de tipificación sexual juegan un importante papel, ya que son el referente externo por el que el niño distingue el dimorfismo sexual y se autoclasifica como perteneciente a uno de los géneros.
  • Igualdad efectiva o real: tratamiento equivalente para mujeres y hombres, independientes de su sexo.
  • Justicia distributiva vs equitativa: la justicia distributiva basada en la igualdad. La justicia es más igualitarista que equitativa. Se considera que la función del castigo es establecer la reciprocidad y hacer comprender la falta. Abarca hasta los 11 años.
  • Moral Hedonista instrumental: el niño está centrado en sí mismo y cuando realiza una acción de ayuda lo hace porque con ella también obtiene un beneficio.
  • Roles de género: asignaciones que la sociedad considera como propias de la mujer o del hombre.
  • Sexualidad: dimensión que engloba nuestra personalidad, y está formada por componentes fisiológicos, psicológicos y sociales.
  • Sexo: hace referencia a todo lo que tiene una red biológica.
  • Sexismo: enfatizar las diferencias entre hombres y mujeres desde una perspectiva discriminatoria hacia las mujeres en las que suelen encontrarse subordinadas a los hombres.
  • Tipificación sexual: consiste en el proceso a través del cual el niño adquiere pautas de conducta en la que la sociedad considera, típicas de uno u otro sexo.

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