Desarrollo Prenatal: Etapas, Crecimiento y Factores Clave

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Cómo crecemos… en el útero.

El desarrollo prenatal comienza cuando un único espermatozoide logra fecundar un óvulo. Es la fertilización o concepción: los núcleos de ambos gametos se fusionan e intercambian las dos series de 23 cromosomas para conformar una nueva célula o cigoto. Este proceso prenatal abarca 266 días y se divide en tres períodos: la etapa germinal, embrionaria y la fetal.

Etapas del Desarrollo Prenatal

Etapa Germinal (Las dos primeras semanas)

Fertilizado el cigoto, dará comienzo una rápida división celular. Una semana después de la concepción, las células comienzan a diferenciarse: se separan en dos masas distintas:

  • La masa externa que forma una capa que se convertirá en la placenta (trofoblasto). Un objetivo complejo que han de lograr las células externas es la implantación en las paredes del útero, proceso que tardará una semana. Un 60% de las concepciones naturales no lo consiguen (aborto espontáneo) sin que la mujer sospeche que esté embarazada.
  • La masa interna formará el núcleo del embrión (blastocito)

Etapa Embrionaria (Desde la tercera a la octava semana)

Es el periodo más importante y delicado del embarazo, ya que en él se forman todas las estructuras y órganos del futuro individuo (organogénesis). Especialmente vulnerable a los agentes y cambios ambientales, cuyo efecto puede dar lugar a graves malformaciones. Tres capas de células conforman el embrión:

  • Endodermo o capa interna, se convertirá en los sistemas respiratorio y digestivo.
  • Mesodermo o capa intermedia, dará lugar a los sistemas circulatorio, excretor, reproductor, al aparato locomotor y a la parte interna de la piel.
  • Ectodermo o capa externa, constituirá el sistema nervioso (SN), los receptores sensoriales y la parte externa de la piel.

En este momento se ponen en marcha los principios morfogenésicos que compartiremos con el resto de los vertebrados y que guiaran el inicial crecimiento físico y el desenvolvimiento sensorial o motor postnatal: (*)

Principios Morfogenésicos
  • El desarrollo céfalo-caudal: que indica cómo este crecimiento en tamaño, peso y, sobre todo, en diferenciación, sigue un patrón de arriba-abajo, por el que las primeras partes que se distinguen serán la cabeza y el tronco; incluso dentro de la cabeza se conformarán antes cerebro y ojos hasta alcanzar la zona mandibular o la dentaria.
  • El desarrollo próximo-distal: alude a la evolución dentro-afuera, desde la porción media del cuerpo hacia las extremidades (el tronco crece y se diferencia antes que las extremidades o las manos antes que los dedos; desde el brazo al antebrazo, las manos y finalmente a los dedos).

La característica humana inicial es una línea delgada que desciende por el centro del embrión, que se convierte en un tubo neural 22 días después de la concepción para dar origen al sistema nervioso (SN); la cabeza empieza a tomar forma a la cuarta semana y se pueden percibir unos aún primitivos ojos, orejas, nariz y boca; también comienza a latir un vaso sanguíneo minúsculo, el futuro corazón, siendo el sistema circulatorio el primero en funcionar.

En la quinta semana se esbozan extremidades superiores e inferiores: aparecen los brazos, luego antebrazos, las palmas y los dedos de las manos unidos (similar se da en piernas). A la octava semana, final del periodo, el peso del embrión es de un gramo y la talla de 2,5 centímetros, teniendo todas las partes y órganos del cuerpo excepto los sexuales (a la sexta semana presentaba un “gónada indiferenciada” que se convertirá en ovario o en testículos dependiendo el par 23 de cromosomas: XX para mujeres y XY para hombres); mueve brazos y piernas y los latidos pueden detectarse mediante ultrasonido. Las células internas evolucionan hasta alcanzar esta fase embrionaria.

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