El desarrollo personal: un camino hacia la autorrealización

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El desafío de ser persona

¿Qué es el hombre?

Resulta difícil definir una realidad tan compleja como el hombre. Lo podemos hacer desde dos puntos de vista:

  1. Biológicamente: es un animal más de la naturaleza, una especie que ha evolucionado y se ha extendido por toda la tierra.

  2. Culturalmente: es un ser social que se ha reunido en grupos con una organización muy compleja de convivencia llamada sociedad.

Una de las características más importantes del hombre es su cerebro, este posee una estructura única que da lugar a dos diferencias fundamentales con el resto de los animales.

  1. El ser humano es capaz de crear y transmitir cultura a través del lenguaje. La cultura es el conjunto de conocimientos, costumbres, creencias, arte, derechos…

  2. El ser humano tiene conciencia de la realidad de vivir. Esto le permite ser capaz de anticipar lo que va a hacer con su vida, elaborar sus proyectos y tomar sus decisiones.

Por otro lado, al ser un animal social, necesita de la relación con otras personas para desarrollarse.

La identidad personal

Es la conciencia de uno mismo, se construye a lo largo del tiempo acompañando a nuestro proceso madurativo, aunque es en la adolescencia cuando se asientan las bases que se consolidarán en la edad adulta.

Tres dimensiones de la identidad personal

  • Dimensión física: altura, peso, rasgos faciales… (genética)

  • Dimensión emotiva o afectiva: determina cómo nos comportamos ante las situaciones, lo que creemos, lo que pensamos. El carácter, por tanto, depende de nosotros.

  • Dimensión moral: incluye los criterios o valores morales que utilizamos como guía en nuestro comportamiento.

La vida afectiva

Según Bleuler (psicólogo), se distingue entre:

  1. Emoción: (procede del latín emovere que significa sacudir, agitar) es un estado afectivo que se caracteriza por ir acompañado de ciertas alteraciones corporales.

  2. Sentimiento: mientras la emoción es breve e intensa, el sentimiento se caracteriza por perdurar más en el tiempo, con lo cual su intensidad es menor, y no suele ir acompañado de movimientos corporales.

  3. Pasiones: se suelen vivir desgarradoramente de tal manera que el individuo se siente arrastrado por ellas. Poseen tanta intensidad que no pueden ser controladas racionalmente y, en ocasiones, producen alteraciones psicológicas.

La vida afectiva según Daniel Goleman: “La inteligencia emocional”, contamos con cinco claves para controlar las emociones:

  1. Conocer las propias emociones. (Sócrates: “Conócete a ti mismo”) Tener conciencia de las propias emociones.

  2. Manejar las emociones: es la habilidad para controlar los propios sentimientos a fin de que se expresen de forma apropiada. Es la habilidad para suavizar expresiones de ira y furia.

  3. Motivarse a sí mismo: es el impulso dirigido hacia el largo de los objetivos propuestos, para ello es esencial prestar atención, automotivarse y realizar actividades creativas.

  4. Reconocer las emociones de los demás, para ello es fundamental tener empatía. La empatía es la base del altruismo (ayudar a los demás sin esperar nada a cambio). Las personas empáticas sintonizan mejor con las sutiles señales que indican lo que los demás necesitan o desean.

  5. Establecer relaciones: es la habilidad de manejar las emociones de los demás. La competencia social y las habilidades que conlleva son la base del liderazgo, la popularidad y la eficiencia personal.

La inteligencia

Capacidad de dirigir nuestro comportamiento para enfrentarnos con éxito a situaciones nuevas y relacionarnos con el entorno.

La inteligencia emocional es la capacidad para tratar con nuestros estados de ánimo, sentimientos y emociones, y relacionarnos de manera positiva y afectiva con las cosas y los demás.

La memoria

Es muy importante para nuestra identidad personal, ya que es la que nos permite tener una idea de nosotros mismos. La memoria nos permite conectar con nuestra experiencia pasada, presente y futura. Gracias a ella podemos evaluar nuestra propia vida y rectificar los errores.

Las condiciones para el desarrollo de la persona

Al espacio donde se dan las condiciones, tanto materiales como morales, para el desarrollo de la persona lo llamamos espacio ético. Entre las condiciones necesarias podemos destacar:

  1. La dignidad: implica disponer de unas condiciones materiales y sociales mínimas que permitan a la persona tener una vida adecuada, pero también debemos considerar a la persona como un fin en sí mismo y no como un medio. (No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti).

  2. La igualdad: supone relacionarse de igual a igual con las personas del entorno sin que haya ningún tipo de discriminación por razones de sexo, raza, religión, ideas políticas…

  3. La libertad: implica que la persona pueda tomar decisiones responsablemente, sin coacciones externas.

El ejercicio de la libertad

La libertad es la facultad natural que tiene el hombre para obrar de una manera u otra, o para no obrar. Se trata de una cualidad íntimamente relacionada con la responsabilidad. La pregunta clave es: ¿Somos realmente libres? En muchas ocasiones, las actividades están condicionadas por las circunstancias en las que nos ha tocado vivir (lugar, época histórica…). Pero, aún así, siempre podemos elegir entre las posibilidades que se nos ofrezcan.

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