Desarrollo Infantil: Vestimenta, Calzado y Control de Esfínteres

Vestido y Calzado

El arreglo personal contribuye en gran medida a la formación de la autoconsciencia y al desarrollo de las propias elecciones en lo que respecta al aspecto y a la estética.

Para elegir la prenda adecuada, el adulto deberá tener en cuenta la edad del niño, la actividad que llevará a cabo y el lugar en el que está.

Vestido

Este aspecto es muy importante, ya que además de la función estética, va a primar la función de protección y la función ergonómica, tanto para el niño como para el personal del centro.

Función protectora del vestido: Es preferible utilizar ropa de fibras naturales como hilo o algodón, ya que las artificiales dificultan la transpiración, favorecen las irritaciones y dan alergias. No han de tener costuras gruesas que aprieten o marquen la piel. La finalidad principal del vestido es proteger el cuerpo y conservar la temperatura. Se debe poner ropa limpia después de cada baño y la ropa de dormir debe ser amplia y diferente a la del día.

Función ergonómica del vestido: La ropa ha de ser holgada y no debe comprimir ni impedir la libertad de movimientos. A las familias hay que darles una serie de recomendaciones en cuanto al vestido:

• Fácil de poner y quitar, preferible que consista en un dos piezas. En el caso de que sea un body, que tenga apertura en la entrepierna y por el hombro. Evitar los tipos petos, pantalones con tirantes...
• Las botonaduras han de sustituirse por cintas adhesivas o lazadas. Para niños más grandes, los corchetes o el velcro son los cierres más seguros.

Hacia los 4 años empiezan a elegir su ropa y podrán empezar a vestirse y desvestirse solos.

Trastornos de eliminación: Encopresis

Encopresis: Consiste en la falta de control del esfínter anal. El que sufre esta disfunción sufre un estreñimiento repentino, con una grave retención de heces muy duras en los últimos tramos del intestino.

Este trastorno de la eliminación es menos frecuente que la enuresis. El problema se atribuye a perturbaciones del aprendizaje del esfínter en forma de presiones excesivas o de exigencias inadecuadas a una edad demasiado temprana y también a manifestaciones de estrés como el nacimiento de un hermano, entre otros.

Aunque siempre requiere un control psiquiátrico, el planteamiento educativo adecuado de los hábitos de control de esfínteres por parte de educadores y familia muestra su importancia en el plano de la prevención de los trastornos de eliminación mencionados.

El Calzado

Consideraciones sobre el calzado: Desde los primeros meses hasta que empiece a andar, el pie es un órgano táctil. Cuando el pequeño empieza a andar se han de añadir otras consideraciones. Tiene unas funciones como es servir de base de sustentación, es decir, contactar con el suelo y mantener el equilibrio y el desplazamiento.

Hasta los seis años no se considera que tenga forma parecida a la de un pie adulto. Al principio la planta es plana porque el puente aún no se ha desarrollado y tienen gran flexibilidad.

¿Cómo deben ser los zapatos?: Han de ser adecuados al tamaño del pie y se han de adaptar perfectamente, manteniendo una buena sujeción en el talón y que dejen movilidad a los dedos, la suela flexible. El material de la suela variará según la edad: cuando empiezan a andar la suela ha de tener consistencia, no pesar, ser flexible y gruesa, de unos 3 cm. En la edad escolar se aconseja suela de cuero con doble suela en el talón y el antepié.

El cuerpo del zapato debe ser flexible pero con refuerzos para que el pie se mantenga bien sujeto y para evitar que se deslice hacia los lados. El calzado ha de ser individualizado y cada uno ha de adaptarlo a su pie.

Se recomienda el sistema de cordones con 4 u 8 agujeros que permitan adaptar el volumen del pie a la capacidad del calzado. El sistema de velcro se recomienda para los menores de 3 años. Es importante que los zapatos tengan materiales transpirables y los calcetines sean de fibras naturales.

Trastornos de eliminación: Enuresis

Enuresis: Falta de control del esfínter urinario. Generalmente, el control de los esfínteres se completa entre los 4 y 5 años, por lo tanto, no debe considerarse un problema hasta los 6 años.

Entre sus causas se pueden señalar tanto físicas (problemas de desarrollo) como retraso de la implantación de hábitos higiénicos o de estrés psicosocial, pero también puede estar provocada por trastornos del sueño u otros trastornos psíquicos como la depresión.

Los síntomas pueden conducir a la turbación y a la ira, al castigo de los educadores, a la burla de los compañeros, al retraimiento social y a explosiones de ira.

Tratamiento: restricción de líquidos durante el tiempo anterior al periodo de descanso, vaciar la vejiga antes de ir a dormir, autolimpieza, etc.