Desarrollo de Habilidades Motrices en Niños de 2 a 6 Años

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Evolución de las Habilidades Motrices: Etapas Clave de 2 a 6 Años

Habilidades Motrices a los 2 Años

A esta edad, el niño presenta y disfruta de la motricidad gruesa. Se observa un mayor control de la postura, con rodillas y tobillos más flexibles y un mejor equilibrio, lo que le permite correr. Los principales cambios en su locomoción son correr y saltar.

Logros Destacados:

  • Sube y baja escaleras apoyando ambos pies en cada escalón.
  • Su muñeca adquiere flexibilidad, lo que establece las bases de la prensión fina: hace garabatos, reproduce trazos de un adulto y pasa las hojas de un libro.
  • Demuestra control en sus movimientos al manipular objetos: construye torres de hasta 6 cubos, utiliza la taza y colabora para comer y vestirse.
  • Expresa sus emociones a través del movimiento: baila, salta, aplaude y ríe.
  • Le gusta hablar y parlotea constantemente.

Habilidades Motrices a los 3 Años

La psicomotricidad nace de la interacción del cuerpo con el medio externo; a través de esta relación se construye el movimiento. A esta edad, sus habilidades se expanden notablemente.

Logros Destacados:

  • Al ingresar a la escuela, comienza a definir su lateralidad (zurdo o diestro).
  • Desarrolla la motricidad gruesa: al caminar hay menos balanceo y domina la posición erguida, permitiéndole correr, saltar, y subir y bajar escaleras con mayor soltura.
  • Evoluciona en la motricidad fina: siente atracción por los lápices, realiza dibujos espontáneos, imita trazos, logra trazos más definidos y controlados, y es capaz de doblar un papel a lo ancho y a lo largo.

Habilidades Motrices a los 4 Años

El niño comienza a controlar sus movimientos corporales con mayor destreza. Adquiere más autonomía en sus piernas, lo que se refleja en su capacidad para correr alternando ritmos y realizar diferentes tipos de saltos.

Logros Destacados:

  • Motricidad gruesa: Puede correr alternando ritmos y saltos. Logra saltar rebotando sobre una pierna, demostrando que puede mantener el equilibrio.
  • Motricidad fina manual: Presenta una coordinación más avanzada que le permite abotonarse la ropa, intentar atar sus zapatos y enhebrar. Demuestra un mayor refinamiento y precisión en tareas como realizar dibujos detallados o doblar un papel en tres partes.

Habilidades Motrices a los 5 Años

A los cinco años, el niño comienza a dominar el movimiento de su cuerpo de forma más consciente y coordinada. Su desarrollo motor le permite enfrentar nuevos desafíos físicos y creativos.

Logros Destacados:

  • Motricidad gruesa: Perfecciona habilidades como correr y saltar con mayor control.
  • Lateralidad: Determina y consolida su lateralidad (ser zurdo o diestro).
  • Coordinación fina: Su coordinación es cada vez mejor, lo que posibilita el manejo de herramientas y elementos con más precisión. Puede hacer trazos definidos, cortar con tijeras y manejar el lápiz con seguridad.
  • Equilibrio y ritmo: Conserva su equilibrio durante mayor tiempo. Esto, junto a una mayor coordinación y ritmo, posibilita la enseñanza de pruebas físicas, danza y ejercicios más complejos.

Habilidades Motrices a los 6 Años: Logros Físicos y Sociales

A esta edad, los logros físicos y motrices se consolidan y se integran con el desarrollo social y cognitivo, impulsado en gran medida por la vida escolar.

Desarrollo Motor

  • Aunque puede ser lento en algunas tareas, maneja y trata de utilizar herramientas y materiales con intención.
  • Es capaz de seguir un ritmo por medio de movimientos rápidos y lentos.
  • Domina una amplia gama de movimientos: puede correr, saltar, reptar y arrastrarse.
  • Agarra con las dos manos un objeto que le lanzan.
  • Puede andar en bicicleta y saltar la soga.
  • Distingue claramente el lado izquierdo y derecho de su cuerpo.

Impacto del Entorno Escolar

La vida escolar trae consigo consecuencias importantes para su desarrollo integral:

  • Ámbito social: Fomenta la interrelación con los otros, la inclusión en su círculo de amigos y maestros, y una separación progresiva de sus padres.
  • Ámbito emocional: Influye en la construcción de su autoestima.
  • Ámbito cognitivo: Logra una adquisición cognitiva fundamental como es el lenguaje escrito. Este proceso implica nociones previas como un buen desarrollo del lenguaje oral, atención, capacidad intelectual y una correcta maduración del Sistema Nervioso Central (SNC).

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