Desarrollo Emocional en la Infancia: Etapas y Características

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Desarrollo Afectivo en la Infancia

Al principio de la vida, el dolor y el placer están íntimamente unidos a la satisfacción de las tendencias instintivas relacionadas con las necesidades orgánicas; después, se complica. La afectividad en la evolución del niño tiene las siguientes características:

Características de la Afectividad Infantil

1. Le afectan los menores acontecimientos. Pasa con igual facilidad de la risa a las lágrimas. Las causas son de orden biológico, ya que su sistema nervioso es muy débil puesto que se está desarrollando, y de orden psicológico, ya que el egocentrismo y el subjetivismo hacen que tenga dificultad para tener una actitud de comprensión. Además, su inteligencia es menos apta que la del adulto para juzgar las situaciones, y el niño está continuamente descubriendo cosas nuevas.

2. Los estados afectivos son más violentos en sus manifestaciones externas. Le cuesta dominarse, y es debido a la falta de control cortical, razón y voluntad.

3. El placer y el dolor pasan rápidamente. Se deja llevar por el presente, y su memoria casi instantáneamente borra la causa de la emoción.

4. Los estados afectivos son también menos ricos, menos matizados y menos profundos. El niño es afectado por los acontecimientos presentes que, si son muy negativos, pueden afectar nefastamente el desarrollo de su personalidad, mientras que los adultos profundizamos y hacemos que nuestros estados afectivos sean más complejos.

5. La vida afectiva del niño domina sobre la razón y la voluntad. La afectividad del niño impregna todos sus actos y pensamientos. A partir de la aparición del pensamiento lógico, que aparece en torno a los 7 años (Piaget), esto empieza a cambiar.

6. Las emociones infantiles, mientras duran, ocupan toda la escena psíquica y no dejan sitio para otros elementos.

Todas estas características son más acentuadas cuando el niño es más pequeño. Cuando va madurando, su afectividad también lo va haciendo, y va perdiendo estas características.

Desarrollo Emocional del Bebé: De lo General a lo Específico

El desarrollo emocional del bebé se rige por el principio “de lo general a lo específico”. Empiezan como un estado global relacionado con las necesidades fisiológicas. Cuando no son satisfechas, el niño reclamará a través del llanto y gritos, y cuando ya estén satisfechas, el niño se quedará en un estado de placer y sosiego. El bebé se ve asaltado por toda clase de sensaciones penosas, debido principalmente al cambio de ambiente, a lo que dan unas reacciones. Desde las tres semanas, se observa tensión muscular, modificaciones respiratorias y el llanto. Entre los dos y tres meses, la mímica de desolación y las emisiones vocálicas. Alrededor de los dos meses, comienza a prestar atención al mundo que le rodea y parece especialmente interesado por el rostro humano. A partir de este momento, se desarrolla la afectividad del niño y muestra reacciones afectivas como tristeza, alegría, miedo, etc., ya que a partir de aquí es cuando dejarán de estar unidas a la satisfacción de sus necesidades fisiológicas y comenzarán a estar provocadas por el ambiente.

Principales Emociones y sus Manifestaciones

  • El Goce y la Alegría

    Aparece a los dos o tres meses. El desencadenador específico es el rostro humano, y también otros estímulos, como cuando el niño ha sido bañado, si se juega con él, si se le hacen cosquillas, mirando y oyendo a los adultos. Al final del primer año, también muestra alegría ante el reconocimiento de su figura en el espejo. Las respuestas que tiene, además de la sonrisa, es que mueve las extremidades, hace gorgoritos, muestra de regocijo en el rostro y la risa a partir de los 6 meses.

  • La Rabia o Cólera

    Desde muy pequeño debe ir adquiriendo cierta tolerancia a la frustración. La utilizan muchas veces para conseguir lo que quieren del adulto, de esto que muchas veces salgan caprichosos. Estímulos más comunes: limitación de algún deseo, imposibilidad de tener un objeto, impedirle o interferir algún movimiento, no prestarle atención. Las respuestas: chillar, patalear, golpear. Alrededor del año y medio, conductas auto punitivas como golpearse la cabeza contra la pared.

  • La Ansiedad y el Miedo

    Sentimiento básico en la vida del niño, debido a que se enfrenta a un mundo totalmente desconocido para él y su seguridad depende de los demás. Estímulos que producen el miedo: todo lo que sea repentino e inesperado, alteración de las situaciones familiares a las que está acostumbrado, presencia de personas extrañas, habitaciones oscuras. Respuestas como lloros, ocultamiento de la cara, suspiros.

  • La Curiosidad

    Comienza a manifestarse muy pronto, y los estímulos que la despiertan son cualquier cosa nueva. La respuesta toma forma en la expresión facial, como abrir la boca.

  • El Afecto

    Alrededor de los ocho o nueve meses, afecto hacia el adulto reconocido, especialmente hacia la madre. Desempeña un papel muy importante la imitación, ya que siendo queridos aprendemos a querer. Estímulos: cualquiera que le muestre interés y que le cuide, juguetes preferidos (niño 0-3 años, su juguete preferido es su propio cuerpo) y, a partir del año y medio, los otros niños. Respuestas como abrazos, besos, sonrisas.

  • Disgusto y Tristeza

    Ocurre cuando no están satisfechas sus necesidades primarias, están muy unidas a la cólera, el miedo y la ansiedad. Cuando comience a diferenciarse de lo fisiológico. Estímulos: privación emocional, relaciones maternales impropias, el dolor a partir del sexto mes, porque echará los dientes.

  • Presunción

    Alrededor del octavo mes, “alegría por uno mismo”. Estímulo: verse observado y festejado en sus acciones. Respuesta: repetición de lo festejado.

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