Desarrollo del Dibujo Infantil: Etapas del Garabato y la Representación Humana

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Etapa Pre-esquemática: Evolución del Garabato y Primeras Representaciones

En la etapa pre-esquemática, los garabatos evolucionan hacia formas más reconocibles. Los niños comienzan a dibujar a sus padres y su entorno cercano. En cuanto a la figura humana, la primera representación se denomina "renacuajo". Se caracteriza por una línea cerrada circular (cabeza) con trazos radiales variables (extremidades). Esta figura se va afianzando por repetición sistemática, gracias a las experiencias perceptivas del niño. Primero representan la cabeza, pues es donde comen, huelen y hablan. Progresivamente, se va enriqueciendo con ojos, boca, nariz, pelo y orejas.

El tronco evoluciona desde trazos rectilíneos hasta la identificación del cuello, cintura, brazos, piernas, dedos y uñas. Alrededor de los 5-6 años, la figura humana está bastante elaborada. A la vez que el niño evoluciona, representa otros esquemas de la realidad, como árboles y el sol.

Los dibujos de los niños en esta etapa se caracterizan porque las figuras aparecen "flotando" en el papel; todavía no han conseguido establecer una línea base. La distribución de las figuras no se corresponde con la realidad, así que pueden representar el sol en la parte inferior del papel. La proporción de los dibujos se relaciona con su experiencia emocional: la madre puede aparecer como un gigante en el dibujo. Comienzan a aparecer una serie de personajes que facilitarán la organización del espacio. Al final de la etapa, aparece la tridimensionalidad. El uso del color es subjetivo, y a los 5-6 años comienzan a representar las figuras en diferentes posturas (sentadas, tumbadas, etc.).

Evolución de las Producciones Gráficas: Tipos de Garabatos

Las producciones gráficas que el niño realiza, denominadas garabatos, evolucionan en función de los progresos perceptivos y motrices que va consiguiendo. Esto da lugar a los siguientes tipos de garabatos:

  • Garabato sin control: Aparece alrededor de los 18 meses. De forma espontánea, el niño comienza a realizar sus primeros trazos, no controlados. Se realizan por el puro placer motriz, sin intencionalidad ni coordinación óculo-manual. El niño sujeta la pintura y mueve su brazo hacia delante y hacia atrás, originando trazos rectilíneos y curvos (lo que denominamos "barridos"). Esto le permitirá avanzar en el progresivo control y segmentación del brazo, codo, mano y dedos.
  • Garabato controlado: Surge a los 24 meses. El niño adquiere un gran avance en la coordinación óculo-manual, que le permitirá fijarse en las producciones que realiza. Aparece la intencionalidad en los trazos, aunque estos no difieren significativamente de los anteriores, así como un mayor control del espacio.
  • Garabato con nombre: Hacia los 3 años, el niño comienza a darle nombre a sus producciones. Aparece la intencionalidad. Esto se debe a la adquisición de la función simbólica, por lo que ahora el dibujo adquiere un sentido de símbolo: el niño quiere representar una realidad a través del dibujo.

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