Desamortizaciones en España: Impacto y Consecuencias Históricas

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T.12: Desamortizaciones: Introducción: A comienzos del siglo XIX, España era un país con una sociedad y una economía agrarias, con una estructura heredada del Antiguo Régimen. Sin embargo, el proceso de desamortización de tierras llevado a cabo por los liberales provocó una alteración. Desamortización: En el Antiguo Régimen, gran parte de las tierras estaban unidas al ejército, a la iglesia o al gobierno y no podían venderse. La eliminación de los obstáculos legales heredados del Antiguo Régimen era una condición necesaria para liberalizar el mercado de la tierra. En consecuencia, a partir de 1836 se adoptaron diversas iniciativas con el fin de reformar la agricultura: la eliminación de mayorazgos, la supresión de los derechos señoriales y la desamortización eclesiástica. Mediante estas medidas, los liberales pretendían la liberalización de la agricultura y la eliminación de los obstáculos al desarrollo del capitalismo en la agricultura.

El Proceso de Desamortización: La desamortización consistía en la incautación, normalmente a cambio de una compensación económica, de bienes pertenecientes a la iglesia y los municipios. Estos eran luego vendidos y constituyeron una parte de los ingresos del presupuesto. Los primeros procesos de desamortización se pusieron en marcha con Godoy. También hubo un intento de desamortización con José Bonaparte. Del mismo modo, las Cortes de Cádiz promulgaron un decreto general de desamortización, que no llegó a aplicarse, aunque entró en vigor durante el trienio liberal. La Desamortización Eclesiástica: Entre 1835 y 1837 se acabó con las tierras y propiedades eclesiásticas amortizadas. El artífice fue Mendizábal. En 1836 se ordenó la supresión y venta de los monasterios y conventos de las órdenes religiosas. La desamortización de 1836 fue la pieza maestra del programa de Mendizábal para financiar la guerra contra los carlistas y para sanear la hacienda, cuyos objetivos se concretaron de la siguiente forma:

  • El objetivo financiero: Se trataba de conseguir ingresos para pagar las deudas del Estado con los bancos extranjeros. Con el dinero se aspiraba a resolver los graves problemas y obtener fondos para costear la guerra contra los carlistas.
  • El objetivo político: Consistía en ampliar el número de simpatizantes del liberalismo, ya que los compradores de bienes desamortizados perderían las tierras en caso de una victoria del bando carlista.
  • El objetivo social: Era la creación de una clase media agraria. Durante la regencia de Espartero se vendió el equivalente a tres quintas partes de la iglesia. Sin embargo, la desamortización eclesiástica solo sirvió para aliviar el déficit público.

La Desamortización Municipal: El otro gran proceso tuvo lugar durante el bienio progresista (1854-1856), siendo responsable Pascual Madoz. En 1855 se promulgó un nuevo decreto que significó la desaparición de los bienes "manos muertas". La recaudación de fondos para reducir el déficit estatal volvía a ser uno de los objetivos, además de obtener dinero para pagar la construcción de ferrocarriles. La venta de tierras arruinó a muchos ayuntamientos, no solucionó el problema de la deuda pública y perjudicó a los vecinos más pobres. Esto forzó a una parte de la población rural a emigrar a las ciudades. El alcance de las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz fue extraordinario, afectando al 20% del suelo español. El valor total aproximado de los bienes desamortizados y vendidos superó los 3000 millones de pesetas. La mayor parte de los compradores eran terratenientes, aristócratas, arrendatarios, comerciantes o incluso clérigos. Se edificó así la oligarquía rural del siglo XIX. Los intereses nobiliarios y de los terratenientes absentistas se fundieron y comenzaron a unirse por lazos matrimoniales, constituyendo la coalición de intereses oligárquicos que sirvió de base social al estado liberal. Conclusión: El proceso de desamortización del siglo XIX fue resultado del objetivo de los políticos liberales de hacer desaparecer definitivamente las estructuras económicas y sociales del Antiguo Régimen.

T.14: Sexenio Revolucionario: La Primera República (febrero de 1873-enero de 1874): La declaración de la República contradijo la Constitución. Los diputados votaron a favor de la república, nombrando presidente a Figueras. La República llegaba en un momento caótico. La situación económica era terrible. En el aspecto social, los apoyos eran escasos. En el terreno internacional, solo EEUU y Suiza apoyaron al nuevo régimen. Tras proclamar la República, las Cortes se apresuraron a debatir el proyecto de una constitución. Mientras, la dimisión de Figueras convirtió en presidente a Pi i Margall. Enseguida se inició el proyecto de constitución, que establecía una República compuesta de 17 Estados. Dentro de cada Estado, los municipios tenían su propia constitución local. La Constitución de 1873 incluía una extensa declaración de derechos y afirmaba un Estado laico, aunque nunca llegó a entrar en vigor. Salmerón sustituyó a Pi i Margall y quiso restablecer el orden. Castelar sustituyó a Salmerón; Castelar no llegó a ver la caída del cantón como presidente, pues solo lo apoyaron para terminar con la República.

La Dictadura de Serrano (enero-diciembre de 1874): En enero, el gobierno fue derrotado, Pavía disolvió el Congreso y anunció un gobierno con el general Serrano como nuevo jefe de gobierno. En diciembre de 1874, el militar Martínez Campos, con un pronunciamiento, acabó con la experiencia republicana poniendo fin a los seis años del Sexenio Democrático. Conclusión: El Sexenio Revolucionario constituye el primer intento democratizador y republicano, reconociéndose el sufragio universal y una amplitud de derechos. Sin embargo, fracasó dando paso a la restauración borbónica.

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