Desamortizaciones en España (1836-1856): Transformación Agraria y Consecuencias

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,78 KB

Consecuencias de la Segunda Desamortización y Valoración Global (1836-1856)

Las consecuencias de esta segunda desamortización, sumadas a las del proceso anterior, supusieron una profunda transformación de la propiedad en España. Entre 1836 y 1856, se transfirió la propiedad de aproximadamente 10 millones de hectáreas, lo que representaba el 20% de la superficie nacional. Se eliminó la propiedad comunal y gran parte de la propiedad eclesiástica.

Consecuencias y Valoración de la Desamortización

  • Transformación radical de la propiedad agraria: A finales del siglo XIX, la propiedad privada e individual estaba consolidada en España.
  • Desmantelamiento de la propiedad eclesiástica: Se desmantelaron por completo las propiedades de la Iglesia y su base económica. La separación Iglesia-Estado se acentuó, produciéndose una ruptura entre ambos desde octubre de 1836, que solo se resolvió tras la firma del Concordato de 1851.
  • Impacto en la deuda pública: La desamortización no resolvió completamente el problema de la deuda, pero contribuyó a atenuarlo. Aunque se recaudó menos dinero del previsto, se rescataron 5.000 millones de reales de los 14.000 acumulados (gracias al pago con títulos de deuda pública en la desamortización de Mendizábal). Además, se pusieron a tributar propiedades que antes estaban exentas, aumentando los ingresos de la Hacienda.
  • Producción agraria: No se produjo el aumento esperado en la producción agraria. Los nuevos propietarios, en general, no implementaron mejoras, sino que se limitaron a cobrar rentas, a menudo incrementándolas mediante contratos de arrendamiento. El escaso desarrollo agrario obstaculizó una profunda revolución industrial.
  • Deforestación: Se produjo un grave proceso de deforestación, a pesar de las prohibiciones gubernamentales.
  • Estructura de la propiedad: Se reforzó la estructura de la propiedad existente, acentuando el latifundismo en Andalucía y Extremadura, y el minifundismo en el norte. Las tierras y fincas urbanas fueron adquiridas principalmente por antiguos terratenientes, nuevos inversores burgueses (financieros, industriales, profesionales, especialmente abogados) y especuladores. Los campesinos, en general, no compraron tierras debido a la falta de información, la incapacidad para pujar en las subastas o la falta de recursos económicos.
  • Consecuencias políticas: Se creó una masa de propietarios afines al régimen liberal.
  • Pérdida de patrimonio cultural: Se produjo la destrucción y pérdida de un valioso patrimonio cultural: edificios, obras de arte, bibliotecas y archivos. Además, desapareció la asistencia social (hospitalaria, de acogida y educativa) que los conventos prestaban a los sectores más desfavorecidos.
  • Perjudicados: Los principales perjudicados fueron la Iglesia (que perdió su base económica), los ayuntamientos y los campesinos, quienes perdieron una importante fuente de sustento con la desaparición de los bienes de propios y comunales.
  • Consecuencias sociales: Se consolidó el protagonismo de la burguesía y, sobre todo, surgió un nuevo y numeroso grupo social: los jornaleros. En zonas de latifundio, este grupo se convirtió en una fuente de problemas sociales durante el siglo XIX y parte del XX.

En definitiva, la desamortización no cumplió las expectativas de una profunda reforma agraria ni condujo a la industrialización. Sin embargo, fue una medida imprescindible dadas las dificultades para consolidar un régimen liberal amenazado por los partidarios del Antiguo Régimen y con ingresos fiscales insuficientes.

Entradas relacionadas: