Desamortización Española del Siglo XIX: Claves, Protagonistas y Legado Socioeconómico

La Desamortización en España: Hitos y Consecuencias en el Siglo XIX

El Proceso Desamortizador: De Calatrava a Espartero

La llegada de los moderados al poder, después del gobierno de Calatrava, supuso un freno a la venta de los bienes desamortizados. Sin embargo, cuando en 1841 asumió la regencia el general Espartero, de nuevo se relanzó la desamortización eclesiástica. Las leyes desamortizadoras de Espartero tuvieron una vigencia inferior a tres años, ya que con la vuelta al gobierno de los moderados fueron suspendidas.

Estos moderados, a través del Concordato firmado con el Vaticano en 1851, reconocieron a la Iglesia el derecho a adquirir nuevos bienes. A cambio, la Santa Sede se comprometía a no molestar a quienes ya habían comprado las propiedades desamortizadas.

La Desamortización de Pascual Madoz (1855)

El último episodio del proceso desamortizador lo protagonizó, durante el Bienio Progresista (1854-1856), el ministro de Hacienda, Pascual Madoz. La Ley General de Desamortización de 1 de mayo de 1855 fue la más ambiciosa de cuantas se habían realizado, desamortizando los bienes de la Iglesia, del Estado, de los municipios y de otras manos muertas de menor entidad.

Con su puesta en venta se buscaban principalmente dos objetivos: la liquidación de la deuda interior y la financiación de obras públicas, como la red de ferrocarriles. De nuevo, prevaleció la finalidad fiscal sobre la social (reforma agraria).

A la Iglesia se la compensó entregándole títulos de la deuda por el importe total de las ventas, a pesar de lo cual la desamortización eclesiástica encontró una dura resistencia por parte de los moderados y la propia reina. No obstante, la más importante fue la desamortización de los bienes de los municipios. Estos bienes, esencialmente los llamados bienes de propios y comunales, eran aún muy importantes en 1854.

La ley contemplaba compensar las enajenaciones entregando a los ayuntamientos el 80% del valor de las ventas en títulos de la deuda, reservándose el resto el Estado. En ambos casos, hay que tener en cuenta que el valor de venta distó mucho del real, porque la oferta de tierras fue considerable. Las ventas de unos y otros bienes se realizaron en subasta pública. De nuevo, las compras fueron efectuadas por quienes disponían de capital, que dirigieron sus inversiones hacia la adquisición de tierras en lugar de hacerlo hacia otras actividades productivas.

Consecuencias de la Desamortización en España

La desamortización tuvo repercusiones significativas en diferentes ámbitos, siendo los más importantes el económico, el fiscal o hacendístico y el político.

Impacto Económico

• Aspectos Positivos:
  • Aumentó la superficie de cultivo, sobre todo la dedicada a la producción cerealista. Sin embargo, este aumento no siempre se tradujo en resultados positivos, ya que se pusieron en cultivo tierras improductivas y no se realizaron inversiones tendentes a aumentar los rendimientos.
  • En general, aumentó la producción agrícola, de forma que para mediados de siglo se pasó de ser importadores de trigo a ser exportadores.
  • La última desamortización permitió al Estado contar con capitales para financiar, en parte, la red de ferrocarriles.
• Aspectos Negativos:
  • La consecuencia más importante fue que no supuso una reforma agraria y consolidó la gran propiedad. Así, contribuyó a crear una clase social, económica y políticamente poderosa —la burguesía agraria—, y otra sometida y con hambre de tierras —el proletariado rural.
  • El hecho de que los capitales se invirtieran en la compra de tierras se tradujo en la descapitalización de la industria y el comercio. Por ello, el peso del sector agrario en la economía española fue de gran importancia, alejando a España de las economías industriales y perjudicando el fomento del espíritu de empresa.
  • Además, con las nuevas roturaciones, aumentó la deforestación —muchas veces innecesaria— de buena parte del territorio.

Impacto Fiscal o Hacendístico

A pesar de ser la finalidad fundamental, la desamortización no logró acabar con el problema de la deuda, aunque sí contribuyó a paliarla.

Impacto Político

El acceso a la propiedad de la tierra y el miedo a perderla —en definitiva, el miedo a la revolución— acentuó el conservadurismo de la burguesía española.