Deriva Continental: Evidencias de la Teoría de Wegener sobre la Formación de Pangea

La Deriva Continental: La Teoría de Wegener y la Formación de Pangea

Alfred Wegener, basándose en argumentos geofísicos, geológicos, biológicos y paleoclimáticos, sugirió que durante el Paleozoico Superior existió una única masa continental, a la que llamó Pangea, que comenzó a dividirse durante el Jurásico, hace unos 200 millones de años. Tradicionalmente, se ha dividido Pangea en dos subcontinentes: un continente austral llamado Gondwana, constituido por África, Madagascar, India, Australia, Nueva Zelanda y la Antártida, y un continente septentrional, Laurasia, constituido por Norteamérica, Groenlandia y Eurasia. Las evidencias con las que Wegener apoyaba su hipótesis fueron las siguientes:

Evidencias Geológicas

Existe correspondencia entre las costas atlánticas de África y de América cuando se comparan las formaciones geológicas a ambos lados del Atlántico. En otras palabras, si en un mapa se recortasen los continentes y se hiciesen encajar a modo de puzle, se observaría una coincidencia sorprendente. No es que se produzca un encajamiento total entre la morfología de las costas, ya que la costa actual no es la misma que existía hace 180 millones de años debido a procesos erosivos y sedimentarios. Sin embargo, si se ajustan los bordes de las plataformas continentales en lugar de las costas, el acoplamiento es mucho más exacto. Por otro lado, también existe coincidencia entre las formaciones geológicas y entre los ejes de plegamientos que se originaron con anterioridad a la separación de ambos continentes. Dicho de otro modo, cuando se hacen coincidir África y Sudamérica, los plegamientos y las estructuras geológicas con más de 200 millones de años de antigüedad se continúan a uno y otro lado del Atlántico. Análogas coincidencias se observan al reconstruir el continente noratlántico con la parte occidental de Europa, Terranova y Norteamérica, donde se corresponden los ejes de plegamiento caledonianos y hercinianos.

Evidencias Paleontológicas

La flora y la fauna del Carbonífero superior (hace unos 300 millones de años) era muy semejante en Sudamérica, África del Sur, India y Australia, zonas hoy muy separadas entre sí y que difieren en sus floras y faunas actuales. De esta misma época, los restos de flora y fauna fósil de Norteamérica, Europa, norte de África y Asia, acreditan que existían profundas analogías entre los seres vivos de todas estas regiones. La separación de estos continentes y la apertura del océano Atlántico establecieron una barrera entre estas masas de tierra, lo que posibilitó que las especies de ambas orillas evolucionaran de modo diferente, explicándose, de este modo, las diferencias observadas en la actualidad.

Evidencias Paleoclimáticas

Se interpreta que los paleoclimas, los climas de periodos geológicos pasados, han seguido patrones planetarios semejantes a los actuales. Wegener era meteorólogo y razonó que las capas de carbón que hoy día se observan en latitudes altas, originadas en la era Primaria, debían de haberse formado en una zona ecuatorial, con grandes pantanos, como se observa en zonas tropicales de la actualidad. Por otro lado, la presencia de sedimentos consolidados de origen glaciar (tillitas) demuestra que existieron glaciares en épocas geológicas antiguas en zonas que actualmente son cálidas. Concretamente, hay indicios de una gran glaciación que afectó al desierto del Sahara y a diversos continentes australes, como Sudamérica, África, India y Australia. La única manera de explicar una glaciación en un desierto ecuatorial es suponer que el continente ocupase una posición más próxima a los polos. Además, al unir los continentes, se aprecia que coinciden los frentes de los glaciares de aquella época.

Evidencias Geofísicas

Wegener se basó también en la distribución de las elevaciones en la superficie de la Tierra y la compensación isostática, proponiendo que, al igual que se podían dar movimientos en sentido vertical, podrían darse en sentido horizontal.