El Estado de Derecho y la Justicia Social: Un Análisis Filosófico
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Formas del Estado
El Estado, como forma de organización política, es un invento reciente. Su aparición fue en el siglo XVI, con autores como Maquiavelo o Hobbes. El Estado ha ido evolucionando, aunque los primeros Estados eran autoritarios, hoy en día muchos son Estados de derecho.
Estado autoritario
Se caracteriza porque su autoridad es ilimitada y no está sometida a ningún tipo de control. No reconoce ningún organismo que pueda criticarlo, oponerse o controlarlo. Se refleja en la imposibilidad que viven los ciudadanos para intervenir en los asuntos de Estado. Los individuos están indefensos frente a cualquier abuso de autoridad, ya que no tienen ningún medio legal efectivo para defender sus derechos. Dos tipos:
- Estado absolutista: es característico de la Edad Moderna y supone la distinción radical entre el soberano y sus súbditos.
- Estado totalitario: es la forma más terrible de Estado autoritario, porque en él existe un control aún más exhaustivo de todos los ámbitos sociales y personales. El Estado controla cualquier organismo, incluida la vida privada de las personas.
Estado de derecho
Se caracteriza porque el poder no puede ejercerse arbitrariamente, sino que debe ajustarse a los límites que marca el ordenamiento legal. Características:
- Imperio de la ley: la ley está por encima de los gobernados y de los gobernantes; nadie puede saltársela, todos están sometidos a ella. La ley se presenta como expresión de la voluntad del pueblo en la medida en que es creada por una asamblea popular representativa.
- Se reconocen una serie de derechos y libertades fundamentales que protegen al individuo de cualquier abuso que pudiera cometer el propio Estado.
- Se efectúa la separación de poderes, de manera que unos y otros puedan controlarse entre sí. Estos son: legislativo, ejecutivo, judicial. Todos están vigilados por otros elementos propios de un sistema democrático.
- Todas estas disposiciones vienen recogidas en una “ley de leyes” que es la Constitución. Es consustancial al Estado de derecho ya que es la norma suprema en la que se fijan los aspectos básicos de la convivencia política.
El totalitarismo según Hannah Arendt (1906-1975)
En Los orígenes del totalitarismo (1951), Hannah Arendt realiza un análisis de esta forma de gobierno, que según ella constituye un fenómeno radicalmente nuevo, surgido en el siglo XX. Toma como referencia el nazismo y el estalinismo. Su obra resulta crucial para entender cómo llamada a la reflexión para evitar la posible recaída en cualquier forma de totalitarismo.
El totalitarismo es todo sistema político en el cual todas las actividades, todos los aspectos de la vida se hallan subordinados y sometidos a los intereses e ideología de los gobernantes, encabezados por un líder indiscutible. Los derechos y libertades del individuo no merecen ninguna consideración, porque perturban el propósito de conseguir una dominación total sobre la población. Difiere de otras formas de gobierno como el despotismo, la tiranía y la dictadura. Cualquier tipo de oposición al Estado o a sus gobernantes es reprimida y tildada de traición; la reflexión, la argumentación y la crítica quedan anuladas frente al poder mediático de la organización totalitaria. Para conseguirlo:
- Es fundamental el control de los medios de comunicación, a través de los cuales la información deviene en propaganda.
- Es esencial controlar la educación, que se convierte en adoctrinamiento, con el objetivo de transmitir una ficción ideológica que promete un futuro espléndido.
- Se dispone de una eficiente policía secreta que espía y aterroriza a toda la población, incluidos los que ocupan lugares altos en la jerarquía totalitaria. Esta policía prueba y evalúa la fidelidad de la gente. Los campos de concentración son su imprescindible institución.
- Los totalitarismos no serían nada sin el apoyo de las masas. De ahí la necesidad de organizarlas y de seguir insistiendo en la disolución de cualquier tipo de individualidad, lo que hace falta es gente que se dedique a obedecer órdenes sin plantearse si son buenas o malas. Esto es esencial para entender cómo han llegado a surgir los sistemas totalitarios.
Arendt insiste en que la llegada al poder de Hitler fue a través de unas elecciones, y que ni él ni Stalin hubieran podido mantener su dominio de no ser por el apoyo de una gran parte de la población. El problema hunde sus raíces en el fracaso de la civilización europea para conseguir realizar los ideales políticos de la Ilustración.
Después de 1930 los movimientos nazi y comunista reclutaron a sus miembros de una masa de personas decepcionadas e indiferentes, a quienes la clase política había ignorado, gente que consideraba que la política estaba basada en la mentira y que perdió toda su confianza en el statu quo.
Para ahuyentar todo peligro de totalitarismo, dice Arendt que una de las medidas es que el pueblo se sintiera partícipe en la toma de decisiones políticas. Arendt se sitúa en línea de pensamiento republicano, defendiendo la necesidad de un espacio público de participación ciudadana en una sociedad que promueva la individualidad. Hay que recuperar la política como espacio de reflexión e intercambio de la palabra y de construcción consensuada de la vida social. No basta con llevar una vita contemplativa; hace falta también una vita activa y una actitud de compromiso.
Las democracias actuales como Estados de derecho
Desde que la democracia (gobierno del pueblo) surgiera en Atenas, siendo una democracia muy restringida, aunque de tipo directo, han transcurrido muchos siglos. Nuestras democracias son representativas y se basan en la libertad y la igualdad. Exigió una serie de conquistas, no en todas las épocas ha habido democracia ni se aludió a lo mismo con la palabra pueblo. Primeras formulaciones del Estado de derecho.
- Estado liberal de derecho: Es hijo del liberalismo político y está basado en la protección de los derechos civiles y políticos, que se inspiran en el valor de la libertad. Se consiguieron ciertos avances pero aún no podemos hablar de un Estado democrático, debido a que hay fuertes restricciones en el derecho al voto (sufragio censitario). En la práctica la mayor parte de la población seguía sin disfrutar de sus derechos políticos.
- Estado democrático de derecho: A partir del siglo XIX, la presión social de distintos grupos conduce a que el Estado se vaya democratizando, como consecuencia de estallidos revolucionarios. Liberales radicales, republicanos, demócratas y el movimiento obrero reivindican el sufragio universal para hacer efectivos sus derechos políticos. También se reivindican los derechos sociales, en los que el movimiento obrero tuvo un papel protagonista durante el siglo XX, inspirados en el valor de la igualdad.
- Estado social y democrático de derecho: garantiza las mismas libertades que el modelo liberal, pero intentando redistribuir la riqueza para que las desigualdades económicas no impidan el ejercicio real de los derechos. El reconocimiento legal de la libertad y la igualdad es indispensable, pero no suficiente. Para que el Estado sea justo debe tomar medidas inspiradas en la solidaridad que permitan a toda la población acceder a los bienes. Las crisis económicas ponen en riesgo este modelo, llamado también “Estado de bienestar”. Hay una escasa participación de la ciudadanía en la vida pública. No se cuestiona la legitimidad de la democracia como sistema racional, está expuesta a peligros y es un sistema perfectible.
La justicia: el neocontractualismo de John Rawls
John Rawls (1921-2002), pensador norteamericano imprescindible en el ámbito de la filosofía política contemporánea. Reformula el contractualismo clásico de Hobbes, Locke y Rousseau para plantearse la cuestión de la justicia social en el marco de las sociedades democráticas actuales.
La idea es: un Estado es justo o legítimo cuando resulta de un pacto originario entre todos los miembros de la sociedad. Ese pacto está destinado a definir una sociedad esencialmente justa y equitativa o igualitaria.
Lo que tiene que caracterizar al pacto que nos permitiría pasar de una posición originaria a una sociedad justa es la imparcialidad. Para eso, haría falta un velo de ignorancia, por el cual los futuros miembros de esa sociedad elegirían y votarían las normas sin conocer sus intereses y deseos.
Todos se encargan de organizar una sociedad lo más igualitaria posible, se llegaría a un consenso racional sobre la futura sociedad justa admitiendo:
- Principio de igualdad: todos los individuos deben tener igual derecho al esquema más extenso posible de libertades individuales básicas compatibles con las de los demás.
- Principio de diferencia: las desigualdades sociales y económicas deben reportar algún beneficio a los más desaventajados, y los diferentes estatus deben ser accesibles a todos en condiciones de igualdad de oportunidades.
Esta teoría de la justicia pretende fijar las condiciones ideales que harían posible la justicia. Rawls pretende orientar la correcta estructura de la sociedad o determinar qué criterio deben seguir las instituciones a la hora de distribuir los derechos y los deberes de todos.