Demostración de la Existencia de Dios: Cinco Vías y la Oración como Relación Personal
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Demostración de la Existencia de Dios: Las Cinco Vías de Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Aquino, en su obra Summa Theologica, propuso cinco argumentos racionales, conocidos como las "Cinco Vías", para demostrar la existencia de Dios. Estas vías se basan en la observación del mundo y en principios metafísicos.
Vía 1: Argumento del Movimiento
Se parte de la experiencia del movimiento y cambio que observamos en las cosas. Todo lo que se mueve es movido por otro. Esta cadena de motores no puede ser infinita, por lo que debe existir un primer motor inmóvil, que mueve sin ser movido. Este primer motor es lo que entendemos como Dios.
Vía 2: Argumento de la Causa Eficiente
Se basa en la experiencia de la causalidad eficiente. Observamos que en el mundo hay una serie de causas eficientes, donde cada causa es a su vez causada por otra anterior. Esta cadena causal no puede ser infinita, por lo que debe existir una primera causa incausada, que es la causa de todas las demás. Esta primera causa es Dios.
Vía 3: Argumento de la Contingencia
Parte de la experiencia de la generación y corrupción, es decir, de la contingencia de los seres. Observamos que los seres nacen y mueren, existen pero podrían no existir. Si todos los seres fueran contingentes, en algún momento no habría existido nada. Pero como algo existe ahora, debe existir un ser necesario, que existe por sí mismo y es la causa de la existencia de los seres contingentes. Este ser necesario es Dios.
Vía 4: Argumento de los Grados de Perfección
Se basa en la observación de que existen grados de perfección en las cosas. Hay seres más o menos perfectos en cuanto a su bondad, verdad, nobleza, etc. Estos grados de perfección implican la existencia de un ser máximamente perfecto, que es la causa y el modelo de todas las perfecciones. Este ser supremo es Dios.
Vía 5: Argumento del Orden y Finalidad (Argumento Teleológico)
Se parte de la experiencia del orden y finalidad en el universo. Observamos que los seres naturales, incluso los que carecen de inteligencia, actúan de acuerdo a un fin. Este orden y finalidad no pueden ser producto del azar, sino que requieren una inteligencia ordenadora que dirige todas las cosas hacia su fin. Esta inteligencia suprema es Dios.
La Oración: Vínculo Personal con Dios
La oración es el modo más sencillo de relacionarse con Dios, una relación de persona a persona estimulada por el amor y que hace participar al hombre de la riqueza de las relaciones del Padre con el Hijo en el Espíritu Santo. Es una experiencia universal presente en todas las religiones, que busca siempre el vínculo del hombre con lo divino.
Las formas de oración son muy variadas, desde el diálogo con Dios hasta la reflexión concentrada, pasando por fórmulas y ritos diversos, individuales y colectivos. El hombre busca la ayuda de Dios y los hechos de los Apóstoles testimonian la oración de los primeros cristianos, la cual:
- Es doctrinal y se fundamenta en la educación de los Apóstoles.
- Fortalece la educación de los cristianos.
- Está alimentada por la participación en la Eucaristía.
- Se explaya en la oración personal que busca el trato con Dios.
La oración personal presenta varias formas:
a) Bendición: Reconocimiento de los dones de Dios al hombre. Dios bendice al hombre, y nosotros bendecimos al Todopoderoso, que primeramente nos ha bendecido.
b) Adoración: Exaltación gozosa del hombre que se reconoce criatura y pecador ante la grandeza del Creador y Salvador.
c) Petición: Solicitud o llamada para alcanzar la vida eterna. Puede adoptar diversas formas:
- De perdón de los pecados cometidos.
- Búsqueda del reino y cooperación para su venida.
- Súplica humilde y confiada por todas las necesidades espirituales y materiales.
d) Intercesión: Petición en favor de otra persona. Nos une con la oración de Jesús que intercede ante el Padre por todos los hombres, incluso por los enemigos.
e) Acción de gracias: Agradecimiento por los beneficios recibidos. Todo acontecimiento se convierte para el cristiano en motivo de agradecimiento, pues todo es ocasión para acercarnos a Dios.
f) Alabanza: Reconocimiento de la grandeza y bondad de Dios. Es la forma de oración que reconoce que Dios es Dios. Es desinteresada: canta a Dios por sí mismo y le da gloria por lo que Él es.