Demografía de España: Fuentes, Distribución y Factores Geográficos de la Población

Fuentes Demográficas en España: Un Estudio Geográfico de la Población

La geografía de la población estudia las relaciones entre la población y el espacio. Para ello, se apoya en otras ciencias, como la demografía, que analiza cuantitativamente la población a partir de los datos obtenidos de distintas fuentes demográficas. En España, las más importantes son el censo, el padrón municipal y el registro civil.

Principales Fuentes Demográficas Españolas

El Censo

El censo es el recuento individualizado de la población del país en un momento determinado. Recoge datos demográficos, económicos y sociales de la población, tales como:

• Total de efectivos (de hecho y de derecho)
• Sexo y edad
• Estado civil
• Lugar de nacimiento y nacionalidad
• Lengua hablada
• Nivel de instrucción
• Características económicas
• Fecundidad de las mujeres
• Vivienda

En España, el censo se realiza cada diez años; desde 1981, en los años acabados en 1. Es un documento estático que refleja el estado de la población en el momento exacto en que se lleva a cabo.

El Padrón Municipal

El padrón municipal es el registro de los vecinos de un municipio. Recoge también datos demográficos, económicos y sociales de la población, aunque en menor número que el censo. El padrón se actualiza el 1 de enero de cada año y es un documento dinámico que se modifica constantemente con los nacimientos y defunciones, así como con las altas y bajas residenciales de los vecinos.

El Registro Civil

El registro civil anota nacimientos, matrimonios y defunciones. Con estos datos, el INE (Instituto Nacional de Estadística) elabora las estadísticas de Movimiento Natural de la Población.

Otras Fuentes Demográficas

Además de las mencionadas, existen otras fuentes demográficas relevantes:

• Estadísticas: Recopilan datos procedentes de diversas fuentes.
• Encuestas: Ofrecen información más detallada, pero sobre muestras muy inferiores.

Entre las más utilizadas se encuentran:

• Los Anuarios Estadísticos del INE
• La Estadística de Variaciones Residenciales (anual, para las migraciones)
• La Encuesta de Población Activa (EPA) (mensual, para el mercado laboral)

La Distribución de la Población en España

Características de la Distribución Poblacional

Los efectivos demográficos de España ascendían en 2008 a 46,0 millones de personas. Su distribución espacial se analiza mediante la densidad de población, que relaciona la población de una zona con su superficie en kilómetros cuadrados. La fórmula es la siguiente:

D = Población / Superficie en km² = hab/km²

La densidad de población española ha ido aumentando a lo largo del tiempo hasta situarse en 91,1 hab/km² (2008), un valor moderado e inferior a la media europea, que sobrepasa los 110 hab/km². Sin embargo, este valor medio esconde fuertes desequilibrios espaciales entre:

• Áreas de concentración: Superan claramente el promedio nacional. Se localizan en Madrid, la periferia peninsular, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
• Áreas de despoblamiento: No alcanzan los 25 hab/km². Se sitúan en el interior peninsular, correspondiendo las cifras más bajas a algunas áreas de montaña (menos de 10 hab/km²).

Factores Explicativos de la Distribución Poblacional

a) Época Preindustrial

En la época preindustrial, caracterizada por una economía básicamente agraria, tuvieron más peso los factores naturales. Así, las mayores densidades se situaban en las costas de relieve llano e invierno suave —sobre todo, la mediterránea—, en contraste con las elevadas llanuras del interior peninsular, de inviernos rigurosos.

b) Época Industrial

Entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975, los factores naturales perdieron importancia y se consolidaron y agudizaron los contrastes en la distribución de la población. Aumentaron su peso Madrid y las regiones periféricas, en unos casos por la instalación de actividades económicas que atrajeron población, como la industria y el turismo.

c) Época Postindustrial

A partir de la crisis de 1975, tienden a mitigarse los contrastes. La crisis redujo la atracción de las áreas industrializadas y disminuyó las salidas de las zonas tradicionalmente emigratorias del interior, que incluso recibieron emigrantes retornados.