Democracia y República en Galicia (1931-1936): Un Análisis Detallado
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 26,55 KB
Democracia y República en los Años Treinta (1931-1936)
La Llegada de la Democracia Republicana: Cambios y Continuidades
Fin de la dictadura y proclamación de la II República: En el año 30, la Dictadura de Primo tendrá unas determinadas características en Galicia, planteando esta de fondo (el franquismo posterior no sería lo que fue sin esta experiencia). Fue para el monarca esta dictadura su última bala, siendo imposible recuperar la confianza en el sistema parlamentario tras esta. Sobre la cuestión del remate del régimen, algunos autores llegan a mencionar que esta no sería tanto una dimisión como un cese. Independientemente de eso, sería evidente el empeoramiento de la salud del dictador, que lo precipita todo, habiendo unos meses entre enero de 1930 y febrero y marzo de 1931 de incertidumbre notable, habiendo todo un proceso desde el régimen de intentar conservar lo que hay, pero las alternativas son nulas exceptuando el volver a la constitución anterior. Se convocan unas elecciones de carácter municipal y carácter local para el domingo 12 de abril del año 1931, que todo el mundo considera como un referéndum: las propagandas de las candidaturas, los periódicos, radio... plantean unas elecciones en las que se vote a favor de una república o a favor de la continuidad de la monarquía. Los resultados son bastante equilibrados a nivel del número de consejeros, eligiéndose nada más que puestos de concejo; pero estos son muy abrumadores a favor del cambio del régimen, esto especialmente en las capitales de provincia, que son las que tienen el poder del gobierno civil, de ahí que esto se perciba como una derrota por parte del bando continuista. Sucedería en unas horas entonces la salida de la familia real del país.
En Galicia, a groso modo, podemos destacar varias cosas: en Galicia solo una tercera parte de los consejeros elegidos fueron de filiación republicana, lo que no implica que las dos terceras partes restantes fueran monárquicas, sino que hay una elevada proporción de concejales que se presentan de manera independiente (buena parte de ellos en los meses siguientes comenzarán a llenarse de republicanos), es decir, concejales sin filiación, especialmente en la provincia de A Coruña y de Ourense. Concretamente en la provincia de Ourense estos candidatos independientes serán la primera fuerza en número de concejales, debiéndose esta fuerza independiente local de Ourense a la enorme cantidad de representantes calvosotelistas que se colocan fuera del binomio monarquía-república hasta saber qué pieza se juega. Habría un predominio muy claro de representantes republicanos en la provincia de A Coruña y también en la de Pontevedra, donde ganan las candidaturas republicanas. Habrá una presencia muy importante del voto hacia los representantes socialistas, especialmente en las provincias meridionales, del este, especialmente en las ya mencionadas Coruña y Pontevedra, y esto permitirá que en las siguientes elecciones aumente notablemente el peso del partido socialista. La forja del voto socialista se puede entender básicamente por la fuerza de sus sindicatos, especialmente agrario (en A Coruña, Ferrol y Betanzos destacarán sindicatos de carácter obrero, socialista y anarquista). Habrá un dominio aplastante de los sectores monárquicos en la provincia de Lugo.
A nivel de concejos es evidente que los republicanos fueron los principales vencedores, especialmente en las zonas más pobladas y urbanas (con la ya mencionada excepción de Lugo). En Ourense habría una situación de casi empate técnico con 11 republicanos y 11 monárquicos, en Pontevedra 16 y 16, en Coruña 34 republicanos y 5 monárquicos, Santiago 28 republicanos y 12 monárquicos (observando aquí también una fuerza muy importante, pero siguiendo siendo los independientes la principal fuerza, aunque en estos años irán oscilando de un lado a otro según veamos gobiernos de izquierdas o de derechas), y en Vigo tenemos 19 republicanos y 18 monárquicos.
A partir del día 14 de abril veremos que se comienzan a difundir las principales noticias, produciéndose aquí una toma de poder absolutamente pacífica en Galicia, con solo algunos alcaldes que presentan protesta, insistiendo estos en que no se tomaron los cauces adecuados para tomar el poder, tratándose para muchas personas esta de una revolución. En las principales villas se convocarían manifestaciones motivadas y organizadas por el movimiento obrero, colocándose al frente de estas manifestaciones los concejales elegidos (como Quiroga) y se va hacia el concejo a pedir el cambio de poder, y en muchos casos los alcaldes se alinean con los manifestantes y en otros no. Se cambiarían así inmediatamente los gobiernos civiles, incluso antes de que llegara a la Puerta del Sol de Madrid el Gobierno Provisional. Los gobiernos civiles cambiarán a partir del mediodía de dueño, haciéndose el proceso de manera interna. Tomar el poder de las provincias será el trabajo de los gobiernos civiles, y el cambio en Galicia sucede tan rápido porque la FRG tenía montada su plataforma que agrupaba a los dirigentes republicanos a nivel provincial, tomándose así los poderes del gobierno civil tras el vacío de poder que dejaba la marcha de la monarquía, siendo la excepción Galicia frente al resto del país. Observamos así la relevancia que tendrá la FRG, pues en el resto de España el cambio de poder llegó a tardar hasta incluso dos meses.
Para la mayoría de la población y de la sociedad gallega progresista, tras años de buscar estas élites acceder al poder, rematan entrando, encontrándonos con nuevas formaciones políticas que se venían formando desde hacía años. Observamos así desde el anarquismo hasta una nueva derecha, dejando estos de confiar en la monarquía, haciendo estos años 20 y 30 cambiar a la sociedad y su percepción. Todo esto ofrecería nuevas posibilidades de adaptación también en la derecha, quien abandona su fidelidad a Alfonso XIII, triunfando el movimiento del fascismo por ser esta la modernidad (tomándose de ejemplo países como Alemania e Italia), haciéndose frente ideológicamente a la llegada del comunismo. Aquí, los que van a gobernar será el sector moderado del progresismo, para nada un sector revolucionario, siendo los que asentarán las bases del sistema los republicanos burgueses, creando estos el sistema de la II República con el apoyo de los socialistas, pero no por los obreros radicalizados, siendo estos dos primeros años prácticamente una democracia parlamentaria clásica. Para montar este sistema tenemos ya los concejos elegidos, las diputaciones, los gobiernos civiles... pero debemos dotarlos de un nuevo régimen político, debiendo nombrar representantes para cortes. De este modo se convocarían las cortes constituyentes para la creación de una constitución para el 28 de junio de 1931 (aunque ya en mayo se nombran las principales vacantes de los concejos).
Los primeros problemas en estos meses para estas elecciones provendrán fundamentalmente de la Iglesia, debiendo recordar el papel cultural y oficial de la Iglesia durante todos estos años anteriores, con redes que dominaban todos los resortes del poder. Desde el primer momento el relato de la llegada de la república para la Iglesia era de que ya estábamos en una guerra civil que ya se plantea para intentar cambiar la perspectiva de lo que estaba pasando cuando aún no existía una constitución ni unos representantes. Supone un shock la llegada de la república porque en la lógica preexistente, romper la tríada de la unidad de la patria, religión católica y rey, implicaría también romper España. Esa percepción será difundida de manera constante, planteando así la Iglesia problemas. Lo que sí se va a producir serán los primeros hechos de anticlericalismo, sucediendo quemas de conventos, altercados contra entidades eclesiásticas... fundamentalmente sucedidos en el mes de mayo, pudiendo solo ser entendibles estos hechos por esta perspectiva de confusión entre las esferas civil y confesional de la religión católica y sus representantes. Habrá quemas de conventos y edificios religiosos no solo en Madrid sino también en A Coruña, Ourense... siendo estos actos anticlericales casi una pieza más de la difusión del discurso de la Iglesia.
Las elecciones del 28 de junio en Galicia nos van a dar también un panorama de cómo se estructura. Fue esta la única elección en la que hubo que repetir una votación en una provincia, repitiéndose de manera parcial en la provincia de Lugo, esto de manera “chapucera” por estar la ley electoral en tránsito aún, volviéndose a votar entre junio, agosto, octubre y noviembre en 44 mesas electorales de Lugo. En la cámara parlamentaria, el primer partido u organización en escaños será el PSOE, siendo 8 de sus 113 diputados alcanzados en Galicia. La segunda fuerza serán los republicanos de centro donde se englobaba la influencia del partido republicano radical que se había convertido no en izquierda sino en este centro (virando en estos años hacia centro-derecha). La tercera de las fuerzas serán los republicanos de izquierda, de los que hay 96 escaños en los que 60 son del partido radical socialista y los otros 30 son miembros de candidaturas independientes de ámbito local como la Acción Republicana de Azaña o la ORGA y FRG de Casares Quiroga, alcanzando este último 6 diputados en Galicia y convirtiéndose en uno de los principales sostenes del gobierno. A pesar de que el Partido Socialista es el que más escaños alcanza no pretende formar este gobierno, estando este conformado por tres sectores radicales que no buscarán crear gobierno, se crea Gobierno por los sectores republicanos moderados de izquierdas que tendrán el apoyo del PSOE.
Por la banda de la derecha estricta solo tenemos, si descartamos el Partido Radical, 27 escaños y aproximadamente entre alrededor de 30 y 50 diputados de derecha. La fuerza de la derecha será así absolutamente escasa, por lo que no tendrán prácticamente capacidad de decisión en estas Cortes Constituyentes para tratar de equilibrar el texto constitucional, encontrándose la derecha en estado de shock absoluto, sin saber adaptarse. Se formaría, por lo tanto, una constitución de izquierda moderada que busque desarrollar un trabajo parlamentario donde el Parlamento sea el centro de la política española, esto con importante representación gallega, destacando Casares Quiroga como ministro de la Marina y, posteriormente, ministro de Gobernación, que implicaba el control del poder local. Se montaría toda una estructura por toda España de apoyo que procederá de Galicia, siendo buena parte de los gobiernos civiles (una cuarta parte aproximadamente) procedentes de Galicia y de la red casarista, especialmente en estos dos primeros años. Galicia estaría, en este sentido, bien representada a nivel de converger en un proyecto que pretende inicialmente afianzar la República y el gobierno democrático, y aunque tenga esa convergencia con los nacionalistas gallegos, lo primero será afianzar la República.
UNHA DINÁMICA POLÍTICA ACELERADA: BIENIO REFORMISTA E A DEREITA NO PODER (1931-1936) -->
Primeiros anos da República (1931-1933): O proxecto que se leva adiante entre os anos 1932 e 1933 é a imaxe clásica da II República; sen embargo, o que máis se difunde e nos chega son outras cousas como o ano 34 e o 36, pero o que é xerado e que se ten que analizar como réxime republicano será o traballo feito nos dous primeiros anos por ser o período no que mellor se puido traballar e mellores posibilidades houbo de chegar a acordo. Crearíase así a Constitución de 1931, que xerará ese marco, non parecéndose esta República en nada ao que veremos posteriormente no ano 1936.
Nos anos 1931 ao 1933 as cuestións seguen latentes, habendo un movemento permanente que supón a chegada da democracia republicana, que aparecerá nun golpe, o golpe de Sanjurjo de 1932, o que implica un rexeitamento cada vez maior da opción monárquica e un reconfiguración das forzas, observando un movemento obreiro cada vez máis radical que considera que a república burguesa é un paso e non un fin. Haberá unha grandísima actividade sindical, con moitísimas convocatorias de folga de carácter político nos anos 32 e 33, sendo especialmente intensas a folga xeral a inicios do ano 32 convocada pola CNT, destacando a de febreiro deste ano con especial incidencia na Coruña, Ourense e Santiago, a de xuño en todo o sector pesqueiro, ou a de 8-9 de decembro de 1933 que comezará na Coruña. Durante estes meses a convocatoria de folgas será unha constante. Para facernos unha idea desta forza, a Federación Local Obreira da Coruña terá arredor de 12 mil afiliados, tendo o seu periódico unha tiraxe de miles de exemplares, sendo os sindicatos neste caso (como sucederá tamén coa UGT en Vigo) a forza contra do poder oficial, buscando dar inicio a un proceso revolucionario. Segundo unha pequena cata feita na prensa galega, só no ano 1933 e na provincia da Coruña teñen lugar 36 folgas, estoupando 89 bombas ou petardos, queimándose 19 igrexas.
O problema de enfocar isto dunha maneira tan concreta é que se vemos o que está pasando en lugares fóra de España será algo parecido, non podendo prantexar isto sen un enfoque no contexto da época, sendo real que noutros lugares existen conflitos deste calibre ou peores, observando unha gran aplicación da violencia política ao longo de toda Europa. Por isto, concentrar o foco é a veces necesario, pero nos impide ver que isto forma parte dalgo moito máis amplo e de conflito moito maior, observando xa aquí a rebelión das masas. Outro punto de conflitividade sindical moi importante será (ademais de Coruña e Vigo) Ferrol, que terá sindicatos moi fortes a través do que implicaban os estaleiros, pero debendo ter en conta aquí tamén a existencia da sede da Mariña como arma militar tradicional.
Anos finais da República (1934-1936): o auxe da Nova Esquerda: Polo que respecta á dereita, veremos que esta se irá reestruturando a partir da perda das eleccións. No caso galego, a forza maioritaria vai vir a partir da creación de agrupacións do que posteriormente dará lugar á CEDA, que se creará no ano 33. Veremos igualmente que anteriormente crearíanse en Galicia estas agrupacións galegas denominadas no seu conxunto como Unión Regional de Derechas, que se crea na cidade de Santiago no verán de 1931, concretamente na universidade, sendo os primeiros integrantes catedráticos e estudantes de Dereito, creándose organizacións estudantís como a FUE. Por cuestións de carácter nacional e estatal habería un parón na creación de organizacións, comezando a fundarse máis asociacións da URD a finais de 1931 e inicios de 1932, chegando a un proceso de afiliación tan grande que, chegada a fundación da CEDA en marzo do 33, habería só en Galicia 91 organizacións locais, novas agrupacións da Unión Regional de Derechas.
O momento no que se comeza a considerar a chegada do poder parlamentario da dereita serán as eleccións municipais de abril de 1933, que son unicamente para cubrir vacantes, isto debido a que boa parte dos concelleiros monárquicos abandonaron e deixaron ocos. Estas eleccións convócanse en practicamente todo o Estado con excepción de Galicia e de Cataluña, aínda que en Galicia veremos un par de concellos nos que si que sucedan. Os resultados destas eleccións municipais darán un notable ascenso aos representantes dos conservadores e do Partido Radical, chegándose así ás urnas do 19 de novembro de 1933. Aínda que só pasaron dous anos o contexto será agora completamente distinto, habendo uns grupos de dereita que van con moita forza mediante a utilización de enormes campañas de comunicación e un goberno republicano cada vez máis en declive, desapareciendo o apoio do PSOE ao goberno republicano no 32, quedando unicamente uns sectores republicanos con poucos escanos en situación de bastante deterioro. A perspectiva política e de voto cambiaría así radicalmente, debendo ter en conta en todo isto o xa mencionado golpe de Sanjurjo do 1932, que leva os sectores da dereita a afastar aos sectores tradicionais e a presentarse como unha opción moito máis moderna e liante co fascismo, o que terá éxito.
A CEDA acada o maior número de escanos nestas eleccións e, como xa sabemos, os grupos anarquistas provocan que o voto cara aos sectores progresistas sexa moito menor. En Galicia aparecerá tamén un volco relativo do panorama político, pois nestas eleccións o Partido Radical vai acadar o maior número de escanos, 15 escanos dun total de 49 en toda Galicia, facendo este partido unha campaña de centro dereita e que é votado por esa nova orientación cara á dereita, defendendo aos sectores católicos pero mantendo as vellas redes clientelares. O segundo partido en número de escanos en Galicia será a CEDA cun total de 10 escanos, seguido este bastante de cerca polo partido de Calvo Sotelo e de Goicoechea, Renovación Española, que obtén 7. O Partido Socialista desaparece practicamente, cun moi baixo número de escanos, quedando a esquerda reducida aos representantes casaristas que xa non se chaman ORGA senón Partido Republicano Galego, e que acadan 6 escanos. O problema destes 6 escanos será que estes son acadados integramente nunha única provincia, na Coruña, non acadando representación en ningunha outra.
O Partido Radical comezará a gobernar co apoio da CEDA, formando goberno co compromiso de que a CEDA non entre no goberno. A CEDA seguirá mantendo esta dobre carta de control do poder por un lado e de facer campaña cara á súa organización polo outro lado. Chega un momento no que a CEDA decide que non pode seguir máis tempo sen posuír representación ministerial, esixindo ao Partido Radical acceder ao poder. Durante todo este tempo a campaña maximalista levada a cabo por Gil Robles cambia cun incremento da súa radicalidade trala vitoria dos nazis en Alemaña, entrando a partir deste momento, o 4 de outubro de 1934, tres membros da CEDA no gabinete de Lerroux. Neste momento, os sectores de esquerda, agora dominados polo movemento obreiro, levan avisando de que a chegada da CEDA ao poder será respondida cun proceso revolucionario, o que acontece o 4 de outubro de 1934, sucedendo unha folga a nivel español que terá grandísima transcendencia no caso de Cataluña e de Asturias, non sendo neste último caso simplemente unha folga revolucionaria senón case unha guerra civil a pequena escala.
O CASO GALEGO -->
Conflitos nos primeiros anos da República: Hai que ter en conta que a estrutura social da Galicia dos anos 30 é a dunha Galicia de pequenos propietarios: a propiedade é algo consustancial á sociedade galega. Boa parte das medidas de Reforma Agraria que se levan adiante nas cortes republicanas, motivos de pugna e conflito, é evidente que en Galicia non teñen proxección. A través dos debates parlamentarios de Galicia hai que ter en conta que os problemas agrarios foron unha tónica fundamental neses debates.
Realmente, unha das grandes cuestións de conflito vai a ser a propia crise económica mundial, pois esa expansión da crise do 1929 tivo grande impacto no sector primario galego, que foi o peor parado e o mais prexudicado, cando unha zona como é o caso de Galicia se especializa na produción de carne de bovino para a exportación, ao facerse matadoiros a nivel central galego, a verdade é que a exportación de gando vese prexudicada por tratados bilaterais de importación de carne co resto de España. Concretamente, o sector gandeiro será especialmente afectado polo Tratado de importación de carne conxelada de Uruguai asinado no 1933. A crise do 29 será unha crise que se solventa inicialmente con acordos bilaterais, rompéndose o mundo globalizado mediante o establecemento de convenios como este mencionado con Uruguai, o que dificultaría extraordinariamente o sector gandeiro galego e do norte de España. Ademais, a pesca, a conserva ou a madeira terán tamén dificultades nestes anos.
Outra cuestión motivo de controversia parlamentaria foi a pervivencia dos “arrendamentos históricos” no campo galego, algo semellante á cuestión foral: foros que non quedaron solventados convertíronse nestes arrendamentos históricos. Houbo numerosos debates para amañar unha Lei de Arrendamentos propia para Galicia para solventar este problema. Os efectos da crise provocan tamén un aumento das taxas na importación do millo, co que incrementan os costes do propio sector agrario galego, o que levou a protestas e manifestacións durante boa parte dos primeiros anos da República, aceptando o goberno de Azaña unha rebaixa destes aranceis.
Outro conflito sería a eterna cuestión da comunicación coa meseta. O prantexamento do ferrocarril de Coruña, Ourense e Zamora foi iniciada durante a ditadura de Primo de Rivera. Indalecio Prieto, nomeado ministro de obras públicas e paraliza a construción desta liña. Notables mobilizacións, folgas xerais por toda Galicia. A partir da chegada ao ministerio de Casares Quiroga reactivouse a construción desta liña. De feito, a concentración de obreiros para a construción desta liña en determinadas conas como as zonas norte de Coruña e de Lugo propiciarían elementos moi focalizados de resistencia dos sublevados. Outros problemas específicos vencellados á crise económica sería o problema do desemprego, con folgas e conflitos na Construtora Naval de Ferrol, problemas no desenvolvemento da industria da madeira e tentativa de amaños en boa parte dos portos galegos, sobre todo nos das vilas.
A Construción do Estatuto de Autonomía: Dende a chegada do goberno republicano no ano 31, o partido protagonista é a ORGA ou a FRG, o número de deputados en representación política, dominando boa parte das provincias dos concellos, etc. A FRG é o partido protagonista dende o primeiro momento, e incluía nas dúas demandas a defensa dun Estatuto de Autonomía para Galicia. Ata a creación en decembro de 1931 coa creación do Partido Galeguista será a FRG quen protagoniza a defensa do Estatuto, é dicir, os casaristas.
O primeiro paso dáse nunha asemblea polo estatuto celebrada o 4 de xuño de 1931 na Coruña, unha asemblea realizada antes incluso á elección a cortes de deputados constituíntes, sendo esta prioridade absoluta. Proxecto da FRG inspirado nos proxectos vasco e catalán, modernizando en grande parte o proxecto de construción do futuro Estado galego da Asemblea de Lugo. O artigo primeiro definía a relación de Galicia coa República Española: “Galicia estado autónomo dentro da República federal de España”. Esta asemblea contará coa aprobación da FRG pero non do resto de partidos, tendo esta unha asemblea que terá, sobre todo, conflito entre os sectores galeguistas de FRG e os que non pertencían á FRG, desbotando en setembro o texto. En outubro apróbase outro proxecto estatutario aprobado pola FRG: P estatuto dos parlamentarios e que recibiu unicamente o apoio da FRG, Partido Radical e PSOE estaban en contra.
A principios de 1932 quen vai capitalizar proceso será o Concello de Santiago, que retoma o protagonismo na escritura dun novo estatuto, para o que vai levar adiante un proceso con maior capacidade de inclusión, que é o de celebrar unha grande asemblea na que se debatan os proxectos de Estatuto de todos os partidos que se presentan. A base dese consenso non se buscan nos partidos, neste caos a base do consenso ten que ser, atendendo á Constitución do 31, se enfoca cara a aprobación dos concellos e das deputacións locais e provinciais, tendo en decembro de 1932 esta asemblea de concellos. Terá lugar unha magna asemblea en dúas fases, sendo o primeiro eslabón a aprobación dos concellos. A capitalidade será a primeira controversia, pois Coruña non acepta que Santiago teña a capitalidade do proxecto, polo que Coruña será a primeira en posicionarse na contra deste proxecto, pero político indudable. O seguinte paso tras a aprobación dos concellos é o presentalo á referendum, convocado en pleibiscito para decembro de 1933, pero convócanse novas eleccións a finais de verán do 33, seleccións nas que a dereita gaña as eleccións en novembro de 1933, polo que a propia estrutura da asemblea parlamentaria de concellos de Santiago decide non continuar coa convocatoria do pleibiscito para o Estatuto de decembro.
A Fronte Popular (febreiro-xullo de 1936): Nas eleccións do 36 os galeguistas e nacionalistas reconfigúranse na súa acción política tras a plataforma da Fronte Popular que contará expresamente no seu programa a convocatoria do pleibiscito de referendum estatutario. O protagonismo nesta campaña estatutaria levaríao, sen dúbida, o Partido Galeguista, sendo esta unha campaña con moi poucos elementos políticos en contra por varias razóns, como serían: o panorama político distinto, pois polo que respecta aos casaristas e aos sectores de poder, estes están no goberno e apoian a causa, peor quen leva a campaña serán os homes do Partido Galeguista, que están na plataforma da Fronte Popular e que están máis á esquerda que as posicións previas do mesmo partido.
En xuño de 1936 faríase o plebiscito e un referendum, cuxas cifras foron extraordinariamente altas (para que un plebiscito saíse favorable, segundo a Constitución do 31 e como xa mencionamos, debía haber un 75% favorable do censo electoral, tratándose de cifras moi fortes e elevadas). Os resultados electorais falarían dunha aprobación do 91%, aínda que debemos ter en conta a posibilidade de cifras fraudulentas, falando algúns periódicos da dereita da existencia de urnas baleiras. Este proxecto estatutario apróbase e, o seguinte paso sería o trámite nas Cortes de Madrid, trámite parlamentario no que todos os representantes das deputacións provinciais e dos concellos máis relevantes asisten para levar as actas do estatuto e debatelo nas Cortes. Esta visita ao Parlamento terá lugar o 17 de xullo de 1936, e, ao estar todos alí, entéranse da sublevación do exército de Marrocos, volvendo algúns de Madrid no seu coche. O caos será que o proceso estatutario quedaría paralizado pola sublevación militar, sublevación que fracasa e dá lugar a unha guerra de trincheiras que se mantén durante 3 anos, a xa coñecida Guerra Civil Española.
Nas Cortes Republicanas de Montserrat, celebradas en Barcelona no ano 1938, en metade da guerra, aprobaríase de maneira extraordinaria o texto estatutario galego, que quedara en trámite desde o ano 1936. Se estas Cortes de Montserrat non o houbesen aprobado neste momento, os galegos terían que ir pola vía lenta, pero grazas a estas acceder a un estatuto tras a finalización da guerra foi sinxelo e moito máis veloz.