El Declive de la Guerra de los Cien Años y sus Repercusiones en Europa
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El Final de la Guerra de los Cien Años y sus Consecuencias
Francia y Borgoña
A finales de la Edad Media, Europa fue testigo de importantes cambios políticos y territoriales, marcados principalmente por el desenlace de la Guerra de los Cien Años. En este contexto, surgieron dos entidades de gran relevancia en la región francesa:
- Francia Borgoñona: Situada en la zona noroccidental del Ducado de Borgoña, se erigió como un poderoso señorío entre Francia, Inglaterra y el Imperio. Este territorio heterogéneo comprendía el Ducado de Borgoña, el Condado de Borgoña, el Condado de Flandes, el Condado de Holanda, y los Ducados de Bravante, Lorena y Luxemburgo. Su riqueza económica y su estratégica ubicación en las regiones más prósperas de Francia, junto con un notable desarrollo industrial y comercial, le otorgaron un gran poderío. Al no verse afectada por la guerra, experimentó un auge económico, un fortalecimiento político y una expansión territorial. Este desarrollo se reflejó también en un florecimiento cultural y artístico, visible en la Pintura Flamenca.
- Francia "Francessa": Correspondiente a las regiones al sur del Loira, estaba bajo el control del hijo de Carlos VI, el Delfín Carlos. Inicialmente en una posición de pasividad frente a la hegemonía inglesa, la situación cambió radicalmente en 1429 con la aparición de Juana de Arco. Esta doncella visionaria de Lorena, encarnando los sentimientos nacionales, animó al Delfín a luchar contra los ingleses. Bajo su liderazgo, las tropas del Delfín vencieron a los ingleses en Orleans, permitiendo su coronación como Carlos VII (1429-1461). Aunque Juana de Arco fue posteriormente abandonada, capturada por los borgoñeses y ejecutada en Normandía en 1431, sus victorias iniciales dieron un giro decisivo al conflicto.
Carlos VII, aprovechando el descontento en el norte, implementó reformas fiscales y creó el primer ejército permanente feudal en Francia. La alianza con el Duque de Borgoña, sellada en el Tratado de Arrés en 1435, inclinó la balanza a favor del rey francés. En 1436, París cayó en manos francesas; en 1450, Normandía fue recuperada; y en 1451, Gullena, Bayona y Burdeos siguieron el mismo camino. La guerra concluyó en 1453 con la Batalla de Castillón, el último episodio de la Guerra de los Cien Años. El rey de Inglaterra solo conservó la ciudad de Calais.
Consecuencias para Francia e Inglaterra
- Francia: Se consolidó como una monarquía poderosa y centralizada bajo los reinados de Luis XI (1461-1483) y Carlos VIII. Se convirtió nuevamente en una potencia expansiva, iniciando una agresiva expansión por Italia que dio lugar a las famosas Guerras de Italia.
- Inglaterra: Sufrió consecuencias económicas adversas, perdiendo zonas productoras y mercados, lo que provocó un retroceso en su comercio y economía. Expulsada del continente, se replegó a su condición de potencia insular. A corto plazo, estalló una guerra civil conocida como las Guerras de las Dos Rosas (1455-1485), entre las casas de Lancaster y York. Esta guerra debilitó a la monarquía inglesa y terminó con la muerte del último rey de la dinastía York, Ricardo III, en la Batalla de Bosworth (1485). Enrique Tudor, ascendió al trono como Enrique VII, gobernando Inglaterra hasta principios del siglo XVII.
La Península Ibérica a Finales de la Edad Media
La Península Ibérica estuvo marcada por varios acontecimientos clave:
- Continuidad del conflicto con los musulmanes: Se distinguen dos fases principales: la Guerra del Estrecho (finales del siglo XIII - mediados del siglo XIV) y la Batalla del Salado (1340), seguidas por las Guerras de Granada, en las fronteras castellanas.
- Implicación en la Guerra de los Cien Años: Castilla se alió con Francia, mientras que Aragón se alineó con Inglaterra. Navarra se alió con Francia y Portugal con Inglaterra.
- Guerras civiles: Se produjeron luchas entre la monarquía y la alta nobleza. En Castilla, la Dinastía de Borgoña terminó en 1369, dando paso a la Dinastía Trastámara. En Portugal, en 1385, la Dinastía de Borgoña fue reemplazada por la Dinastía Avís. En Aragón, el Compromiso de Caspe en 1412 marcó el fin de la Dinastía de Barcelona-Aragón y el inicio de la Dinastía Trastámara. La influencia en Navarra se acrecentó a finales del siglo XIV y principios del XV.
- Expansión de los grandes reinos ibéricos: Los castellanos intentaron conquistar Portugal, pero fueron derrotados en la Batalla de Aljubarrota (1385). La Corona de Aragón se expandió por el Mediterráneo, conquistando Cerdeña (1314) y Nápoles (1442), territorios que mantuvo hasta el siglo XVIII. Portugal, tras ganar su autonomía, inició una importante expansión marítima en el siglo XV, liderada por el infante Don Enrique el Navegante. Este promovió la exploración y creó la Escuela de Sagres en el Algarve, reuniendo a científicos, cartógrafos y pilotos. El desarrollo de la carabela, un avance clave en la tecnología naval, facilitó estas expediciones.
Expansión Marítima Portuguesa
La expansión marítima portuguesa marcó un hito en la historia de la exploración. Algunos de los logros más destacados incluyen:
- 1415: Conquista de Ceuta, que se convirtió en una base estratégica.
- 1425: Conquista de Madeira.
- 1431: Conquista de las Azores.
- 1434: Se dobla el Cabo Bojador, límite del mundo conocido hacia el sur por los occidentales.
- Años siguientes: Se alcanza Cabo Verde.
- 1470: Llegada al Golfo de Guinea.
- 1487: Bartolomé Díaz dobla el Cabo de Buena Esperanza, circunnavegando África y entrando en el océano Índico.
- 1499: Vasco da Gama traza la ruta entre Europa y la India.
Los portugueses establecieron factorías comerciales a lo largo de la costa africana. A finales de la Edad Media, la unificación política de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón unió gran parte de España e inició una nueva fase de expansión exterior, incluyendo las Guerras de Italia y la conquista de las Canarias.