Decadencia Española en el Siglo XVII: Gobierno, Sociedad y Pérdida de Hegemonía
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El Declive del Imperio Español en el Siglo XVII
La Sociedad Española del Siglo XVII: Triunfo de la Mentalidad Aristocrática y Religiosa
La sociedad española del siglo XVII continuó apegada a los mismos valores aristocráticos y religiosos que regían la mentalidad colectiva del siglo anterior. Quienes poseían bienes gastaban buena parte de sus ingresos en casas suntuosas, ricos vestidos o coches de caballos para mostrar a los demás su calidad. Quienes no poseían medios preferían la pobreza y la mendicidad antes que mancharse las manos y su honor con el trabajo. Consecuencia de esta mentalidad fue el abandono de las inversiones productivas.
El Gobierno de los Validos y los Conflictos Internos
La época en la que Felipe II se preocupaba directamente del gobierno de la monarquía fue seguida por una nueva etapa, caracterizada por la consideración del ejercicio del gobierno como un instrumento útil para el enriquecimiento personal y el patrimonio familiar. Las críticas fueron abundantes:
- Los nobles protestaron cuando fueron desplazados por los validos o no pudieron ser controlados.
- Los secretarios reales recelaban de ellos y de los familiares que colocaban en la administración.
- Las clases populares los identificaban con la decadencia del reino y el desgobierno.
El Duque de Lerma
Fue el principal líder político en el reinado de Felipe III, sustituido por su hijo cuando perdió la confianza del rey. Eran aristócratas, intentaron gobernar prescindiendo de los consejos y se rodearon de partidarios entre sus parientes y amigos. El Duque de Lerma trasladó la corte a Valladolid para aumentar su poder e influencia sobre el rey. Consiguió que le nombraran cardenal. La principal medida en el interior fue la expulsión de los moriscos. La expulsión afectó a la economía agraria de Valencia y Aragón.
El Conde-Duque de Olivares
Constituyó una excepción a la mediocridad política de sus antecedentes. Para rehacer la monarquía y mantener la hegemonía en Europa desarrolló un amplio programa de reformas. Estas se iniciaron con la limpieza y el saneamiento de la administración. Su gobierno se caracterizó por el autoritarismo. Olivares era consciente de que la estructura de la monarquía era ineficaz para mantener la política imperialista. Creyó conveniente imponer una centralización de la administración que repartiese las cargas militares y fiscales entre todos los reinos: la Unión de Armas. La concepción política pretendía transformar la estructura tradicional de la monarquía en un solo estado con las mismas leyes e instituciones.
El Reinado de Carlos II
Durante el reinado de Carlos II, la debilidad física y mental del nuevo rey se tradujo en la recuperación del poder de la aristocracia frente al absolutismo monárquico. El personaje que encarnó esta política fue Juan José de Austria, que se autoproclamó primer ministro. A su muerte le sucedieron una serie de primeros ministros aceptados por la aristocracia.
La Pérdida de la Hegemonía en Europa
La etapa en la que los tercios constituyeron el mejor símbolo de la hegemonía de los Austrias en Europa fue sustituida por una nueva fase en la que las derrotas militares confirmaron la crisis económica y social de la monarquía hispánica. La política exterior de los Austrias menores se caracterizó por una paralización de las actividades militares que respondía a una incapacidad de la monarquía para seguir luchando en Europa. Cabe entender la firma con los holandeses de la Tregua de los Doce Años, que reconocía la independencia de las provincias holandesas del norte. Bajo el reinado de Felipe IV se registró un claro intervencionismo en los asuntos europeos. La Guerra de los Treinta Años, iniciada bajo el pretexto de la defensa del catolicismo frente a los príncipes protestantes, finalizó con la Paz de Westfalia, que consagró la independencia de Holanda.