La Década Absolutista en España: Un Período de Represión y Cambio (1823-1833)

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 2,92 KB

La Década Absolutista (1823-1833)

Tras el fin del Trienio Liberal, se inició en España una década absolutista. Esta etapa significó el restablecimiento de las instituciones de la monarquía absoluta. El Gobierno evolucionó hacia un reformismo moderado y creó nuevas instituciones:

  • El Consejo de Ministros (1823)
  • El Ministerio de Fomento para el desarrollo económico del país
  • Los primeros Presupuestos Generales del Estado
  • Una moderada liberalización económica

Los liberales que habían destacado durante el Trienio Liberal sufrieron una dura represión:

  • Creación de las juntas de depuración para anular a los liberales en los puestos gubernamentales
  • Establecimiento de las juntas de fe contra liberales y herejes
  • Creación del Cuerpo de los Voluntarios Realistas para controlar el orden, la seguridad pública y la religión

En esta década se produjeron varios intentos de resurrección y numerosos líderes liberales como Riego, el Empecinado y Torrijos fueron ejecutados. De los realistas surgió una facción ultra que promovió conspiraciones contra los moderados de Fernando VII.

El movimiento realista más relevante en esta etapa fue la revuelta de los Malcontents en Cataluña (1827), promovida por el descontento del campesinado con los impuestos y la Administración. Los realistas exaltados se convirtieron en carlistas a causa del pleito desencadenado por la sucesión de Fernando VII.

Hasta el nacimiento en 1830 de Isabel II, el hermano del rey, Carlos María Isidro, había sido el heredero al trono. Sin embargo, antes del nacimiento de Isabel, Fernando VII publicó la Pragmática Sanción, ley que hacía posible que una mujer pudiera reinar en España. Los partidarios de Carlos María Isidro consideraron esta decisión como el resultado de una conspiración liberal.

Por ese motivo, aprovecharon la enfermedad del rey en 1832 para provocar los sucesos de La Granja; presionaron, sin éxito, a Fernando VII para que la Pragmática Sanción fuese abolida. Carlos María Isidro se exilió en Portugal y el rey murió en 1833.

A la vuelta de Fernando VII se formaron dos bandos: los partidarios de ambas soberanas (Isabel y su madre) se les conoció como isabelinos y a los carlistas que reivindicaban la legitimidad de Carlos se les conoce, según la ley sálica, como legitimistas. Tras la muerte de Carlos, sus descendientes siguieron encabezando esta facción: su hijo Carlos VI y su nieto Carlos VII. El pleito dinástico pervivió hasta el siglo XX.

Durante el reinado de Isabel II se adoptaron medidas legislativas y políticas destinadas a asentar el estado liberal (1833-1868).

Entradas relacionadas: