David Hume: Crítica Metafísica, Empirismo Fenomenista y Emotivismo Ético
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Crítica de las Ideas Metafísicas en Hume
1. Crítica de la Idea de Sustancia
La idea de sustancia no puede derivarse de las impresiones de sensaciones, sino de impresiones de reflexión. Estas se reducen a nuestras pasiones y emociones. Se deduce que las ideas de sustancia carecen de fundamento en la experiencia, ya que lo que designa la idea de sustancia son ideas simples unidas por la imaginación.
2. Crítica de la Idea de la Existencia de un Mundo Externo
Hume niega que se pueda demostrar la existencia de un mundo externo y recurre a su concepción de la causalidad. El razonamiento causal solo es aceptable entre impresiones. Podemos pasar de una impresión a otra, pero no de una impresión a algo de lo cual nunca ha habido impresión.
Prueba Causal de la Existencia del Mundo Externo:
La existencia de los cuerpos se justifica mediante una inferencia causal: la realidad extramental es la causa de nuestras impresiones.
Crítica:
La creencia en la existencia de una realidad corpórea distinta de nuestras impresiones es injustificable. La creencia en la existencia continua e independiente de los cuerpos se basa en la constancia y la coherencia de nuestras impresiones. Hay un mundo de objetos externos que existe de forma continua e independiente.
3. Crítica de las Pruebas de Existencia de Dios
Las pruebas de la existencia de Dios utilizaban el principio de causalidad para fundamentar la afirmación de que Dios existe. Tal inferencia es injustificable porque no va de una impresión a otra, sino de nuestras impresiones a Dios.
4. Crítica de la Idea del Alma
La crítica de Hume alcanza al alma como una realidad sustancial. El razonamiento de Hume se puede resumir: ninguna impresión es permanente, sino que unas suceden a otras de manera ininterrumpida. No existe el yo como sustancia distinta de las impresiones, sino una unidad no sustancial de nuestros actos mentales. Nuestra identidad personal no se debe a la existencia de un soporte sustancial, sino al hecho de que la memoria conecta estados que se suceden en nuestra mente, formando la unidad dinámica del yo.
Un Empirismo Fenomenista y Escéptico
Hume propone un fenomenismo porque la única realidad que conocemos es lo que aparece ante nuestra mente. Y un escepticismo porque el origen de nuestras impresiones son los elementos que constituyen el punto de partida del conocimiento humano.
El empirismo fenomenista de Hume es incapaz de decirnos de dónde vienen nuestras impresiones, y pretender contestar esta cuestión es ir más allá de nuestras impresiones, ya que estas constituyen el límite de nuestro conocimiento. Tenemos impresiones, pero no sabemos de dónde proceden.
Solo quedan en pie, tras su crítica de la metafísica, la lógica, las matemáticas y las ciencias empíricas.
Ética: Emotivismo Ético frente al Racionalismo Ético
Desde los griegos, toda la tradición de la filosofía ética se había basado en el racionalismo ético. Hume rechazaba que la razón fuera el fundamento de las distinciones y juicios morales y proponía el emotivismo ético: los sentimientos son la fuente de donde se derivan las distinciones morales.
Hume dice que los juicios morales no provienen de la razón, sino del sentimiento. La aprobación de ciertas acciones nos conduce a realizarlas, y la reprobación de otras nos impide hacerlo. Una acción viciosa es mala porque experimentamos un sentimiento de reprobación; estos sentimientos nos impulsan a obrar, mientras que la razón pasa a ser una esclava de las pasiones a las que debe obedecer.