La Cúpula de San Pedro: Genio Arquitectónico de Miguel Ángel en el Vaticano

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La Basílica de San Pedro del Vaticano: La Cúpula de Miguel Ángel

Ficha Técnica

Arquitecto:
Miguel Ángel (1475-1564)
Cronología:
1546 (inicio de la intervención de Miguel Ángel)
Localización:
Roma, Ciudad del Vaticano
Estilo:
Cinquecento (Alto Renacimiento y Manierismo)

Orígenes y Visión de Bramante

La Basílica de San Pedro del Vaticano fue encargada al arquitecto Donato Bramante por el Papa Julio II con el propósito de erigir un edificio digno de la capital de la cristiandad. Este se ubicaría en el lugar donde se encontraba la primitiva basílica paleocristiana, la cual debía ser derribada para dar paso a la nueva construcción.

Bramante concibió un edificio de planta central, de cruz griega, con una altísima cúpula central que destacaría sobre otras cuatro menores, situadas en los ángulos de los brazos. Sin embargo, de su ambicioso proyecto, solo se construyeron los cuatro pilares de sostén de la cúpula central antes de su fallecimiento.

La Intervención de Miguel Ángel

A la muerte de Bramante, tanto Rafael Sanzio como Antonio de Sangallo el Joven recibieron el encargo de continuar la obra. No obstante, ninguno de los dos logró realizar avances significativos, aunque sí modificaron el trazado central por uno de cruz latina.

Posteriormente, el Papa Paulo III le encargó a Miguel Ángel Buonarroti (quien en ese momento ya tenía setenta años) que continuara la construcción. Aunque este, en un principio, se negó, el Pontífice lo obligó a aceptarla, lo cual terminó haciendo, exigiendo plena libertad para obrar según considerara más conveniente.

El Diseño de la Cúpula de Miguel Ángel

Miguel Ángel retomó la idea bramantina de la planta central, con una cruz griega más simple y una única entrada principal. Mientras Bramante había concebido una cúpula semejante a la del Panteón de Roma, grandiosa en su interior pero sin visibilidad exterior, Buonarroti se planteó una cúpula grandiosa como la de Santa María del Fiore en Florencia, buscando un impacto tanto interno como externo.

Así, en el centro de la iglesia, sobre cuatro enormes pilares, levantó una cúpula de 42 metros de diámetro. Esta magnitud requería el contrarresto de otras cuatro menores detrás de los pilares, una solución que recuerda a la de Santa Sofía.

Descripción Exterior de la Cúpula

En el exterior, la cúpula (de 131 metros de altura) se eleva sobre un enorme tambor circular que presenta columnas pareadas de orden corintio que sobresalen del muro, confiriéndole así un gran volumen. Entre ellas, situó grandes ventanales rectangulares adornados con frontones alternativamente triangulares y curvos.

Sobre el tambor, colocó un sobrecuerpo o segundo tambor con una decoración de guirnaldas, un elemento decorativo muy apreciado por el genial artista, correspondiendo cada una a un vano. A partir de este segundo cuerpo, se levanta la cúpula, que presenta los nervios destacados, generando un gran juego de luz y sombra. Sobre la cúpula, como remate, colocó una linterna abierta a la luz, levantada también sobre pares de columnas.

La cúpula está dotada de una gran fuerza expresiva, gracias al juego de masas, tensiones y rupturas de corte netamente manierista (dinamización del entablamento, alternancia de frontones, juegos lumínicos, etc.).

Impacto Interior y Legado

En el interior, la cúpula sirve para llenar de luz el espacio del crucero, creando con ello una sensación espacial diáfana e ingrávida, además de dotar al edificio de un gran sentido monumental. Es la cúpula que sirvió de modelo para las grandes construcciones posteriores, no solo del Manierismo sino también del Barroco.

La cúpula de San Pedro sería concluida por su discípulo Giacomo della Porta, quien realizó un perfil un tanto más afilado del que parece haber proyectado Miguel Ángel, aportando su propia interpretación a la visión del maestro.

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