Cultura Política y Formación de Ideologías: Conceptos Clave

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– Cultura política: la política como proceso

En esta dimensión, la política aparece como una secuencia de acontecimientos, conductas y decisiones en las que intervienen distintos actores.

La política es una práctica colectiva constituida por una serie de actividades diversas desarrolladas por individuos o grupos, que se encadenan y se influyen recíprocamente. Estas conductas se ajustan a pautas escritas y no escritas y se organizan en una serie de instituciones.

Cuando un grupo decide intervenir o no intervenir en un proceso político, la conducta aparece como la respuesta ante una situación que le provoca esa intervención o no intervención.

Así, el actor político es alguien que ha incorporado previamente unas pautas de conducta durante un proceso de socialización. Los ciudadanos guían sus acciones según las diferentes normas o valores morales, éticos, etc., que han ido incorporando a lo largo de su experiencia vital. Todas esas experiencias explican que dos ciudadanos ante un mismo hecho reaccionen de modo diferente, porque entre el hecho y el sujeto se interpone un filtro que condiciona esta respuesta:

13.1 Un filtro de predisposiciones

El filtro está constituido por un conjunto de orientaciones que el individuo ha interiorizado previamente y que le condicionan a definir su intervención en el proceso político. Estas orientaciones previas se conocen como actitudes políticas y presentan una serie de características:

  • Son adquiridas, no se nace con ellas.
  • Son relativamente estables, persistentes, porque aunque cambian, lo hacen progresiva y gradualmente.
  • No son perceptibles de manera directa o inmediata, pero sí lo son a través de observar la conducta repetida de un sujeto.
  • Tienen distintos grados de intensidad en cada individuo.
  • Suelen darse combinaciones o exclusiones entre diferentes actitudes políticas.

Las cuatro grandes categorías de actitudes políticas son:

  1. Cognitivas: incluyen lo que el ciudadano cree respecto de la situación política en sí, por él mismo o por influencia de otros.
  2. Afectivas: son las relacionadas con las emociones ante la situación política, que le provocan afecto, rechazo o indiferencia.
  3. Valorativas: son las que tiene cada individuo que le permiten emitir un juicio de valor: si conviene o no, si es positivo o negativo, etc.
  4. Intencionales: ayudan a actuar en un determinado sentido u otro, sea participando o no en cualquier situación política.

Se combinan entre ellas.

13.2 ¿Cómo se forman y por qué cambian las actitudes políticas?

El origen y las orientaciones de las actitudes políticas son adquiridos y se forman a lo largo de nuestras experiencias. Uno de los factores es que la modificación de las orientaciones se atribuye a las experiencias personales, en especial en algunas etapas como la infancia o la juventud. El segundo factor importante es la pertenencia del individuo a un determinado colectivo con sus propios valores, creencias e ideologías, que condicionan las reacciones de los miembros.

El tercer factor es la influencia del propio contexto institucional en la manera de desarrollar las orientaciones políticas de cada individuo.

En estos factores, en cada individuo puede llegarse a identificar un determinado sistema de predisposiciones políticas; pero esas actitudes se comparten por diferentes sujetos en su rasgo más amplio. Así, esta cultura política o subculturas políticas es el atributo de un conjunto de ciudadanos que siguen una misma pauta de orientaciones o actitudes ante la política. Cuando esa serie de grupos comparten esas orientaciones, comparten una misma cultura política.

Al referirnos a ese término, es imposible evitar dos confusiones: la cultura política no equivale a tener más o menos conocimientos sobre política, sino que cada colectivo posee su propia política, independientemente de esa cultura política general. Siempre es un atributo colectivo que corresponde a un grupo, no al individuo, y es este el que participa en la cultura política del grupo.

13.3 Culturas políticas ideales

El término de cultura política fue introducido a mediados del siglo XX por Almond y Verba. En sus investigaciones analizaron las actitudes políticas de varios países, en el que respondía a un cuestionario una muestra de habitantes. Elaboran tres tipos ideales de cultura política:

  1. Cultura cívica o participativa: que sería compartida por los individuos interesados principalmente en los inputs (introducción de demandas en el sistema y ser participativo políticamente). Intentan ser protagonistas en el proceso político.
  2. Cultura de súbdito: sería la que comparten los individuos interesados en los outputs (resultados, por si le afectan positiva o negativamente). Normalmente son poco conscientes de su capacidad de influir y se convierten en meros espectadores del proceso político.
  3. Cultura localista o parroquial: sería la compartida por los individuos que tienen una vaga idea del sistema o incluso ignoran su existencia. Se limitan a la decisión inmediata que les afecta, sin tener en cuenta el proceso de la política que hay detrás.

En la práctica, estos tres tipos tienen colectivos. Organizan o se desarrollan algunas mezclas.

Las ideologías

16.1 Valores y sistemas de valores

Las actitudes políticas del sujeto mantienen generalmente, entre sí, cierta coherencia. El elemento organizador de las actitudes políticas es el conjunto de valores que ese sujeto respeta y mantiene a lo largo de un contexto temporal determinado de su vida.

El sistema de valores da coherencia y unidad a las actitudes políticas:

  • Valor es la cualidad atractiva o apreciable que asignamos a determinadas situaciones, acciones o personas.
  • Desvalor es la cualidad rechazable, repulsiva o contraria que asociamos a esas situaciones, acciones o personas.

Los valores son considerados los factores explicativos últimos de sus comportamientos políticos y sociales. De la selección de los valores que haga el individuo, dependerá la orientación de cada uno sobre sus actos, no actos, opiniones, etc. El sistema de valores que un grupo o individuo prefiere es el que orienta los fines de su actividad y con ello la dirección de su conducta política y vital.

Los valores no son construcciones individuales, sino el resultado de un diálogo colectivo en el seno de un grupo, y esto explica que podamos referirnos al cuadro o sistema de valores predominantes; por ejemplo, en la juventud, en la vejez, en el ámbito rural, en el ámbito urbano, en las élites, en las masas, etc.

Del sistema de valores se desprenden unas actitudes políticas comunes y las conductas políticas derivadas de estas actitudes. El sistema de valores influye en el filtro que hay antes de una conducta política y después de un estímulo (ver esquema). Los sistemas de valores crean unas ideologías que forman las actitudes políticas.

FILTRO

Actitudes políticas

IDEOLOGÍAS

Sistema de valores

En una misma sociedad coexisten diferentes sistemas de valores, los cuales se disputan la hegemonía en esa sociedad. Quieren ser los dominantes. Es una disputa esencialmente política.

La política intenta solucionar los conflictos entre los diferentes sistemas de valores que coexisten en una sociedad. De aquí que David Easton defina la política como “la actividad colectiva que asigna y distribuye valores de manera vinculante”.

Cuando hay un resultado, lo que intenta la política es asignar el predominio de un sistema de valores determinado.

16.2 Ideologías: los sistemas de valores como instrumento para la acción

El concepto de ideología es polémico. Entendemos por ideología política un conjunto compartido de conceptos y valores que pretenden describir el universo político, señalar objetivos para intervenir en el mismo y definir las estrategias necesarias para alcanzarlos. Este conjunto de valores y conceptos presenta unas características comunes:

  1. Las ideologías procuran ofrecer un aspecto sistemático, ordenando conceptos y normas relativos al conjunto de las relaciones sociales y políticas.
  2. Son instrumentales; sirven para señalar objetivos, distinguir entre “afines” y “adversarios”, para movilizar los apoyos necesarios, etc.
  3. Simplifican (son simplificadoras) la cantidad y la gran complejidad de elementos políticos. Seleccionan los que convienen a sus fines y apartan a los que no les convienen.
  4. Son explícitas, suelen manifestarse de manera explícita y clara ante las conductas políticas. Son la razón de esas conductas.
  5. Las ideologías son compartidas por un grupo o colectivo numeroso.

Así, las ideologías pretenden explicar la realidad social y política, tal y como creen que es y, al mismo tiempo, nos indican cómo debería ser dependiendo de cada ideología. Nos dan una alternativa → lo que es y lo que debería ser.

16.3 ¿De qué está hecha una ideología?

Los elementos de una ideología son muchos. Podemos señalar cuatro grandes categorías que pretenden dar una respuesta a cuestiones centrales de la organización social y política. Cada ideología procurará:

  • Defender una determinada concepción de la naturaleza humana (criterios sociológicos, naturales, etc.).
  • Definir una visión de las relaciones entre individuos de una colectividad.
  • Proponer un esquema de relaciones entre el individuo y el colectivo social (liberalismo → se centra más en el individuo, comunitarismo → en el colectivo).
  • Sostener un determinado punto de vista sobre la capacidad de su acción política para influir sobre el desarrollo de cada sociedad.

Aun así, estos cuatro grupos se mezclan en cada ideología de manera peculiar, sobre todo con aportaciones de intelectuales y teóricos que estructuran las ideologías. También influye de manera importante la actitud de un líder relevante y los partidos políticos a los que los líderes pertenecen.

16.4 ¿Cómo se forman y cómo evolucionan las ideologías?

Algunos autores piensan que el factor determinante para la formación de una ideología es la defensa de unos intereses propios:

a. Versión más radical: engaño deliberado para convencer a los demás en beneficio propio. Quien atribuye a ciertas ideas un valor universal, no lo hace para revelar esa verdad a sus conciudadanos, sino que lo hace para enmascarar sus verdaderas intenciones.

b. Versión más moderada: se basa en la racionalidad y sostiene que cierto grupo social tiene una visión determinada del mundo que es buena para todos, pero resulta que es buena para ellos e intentan convencer al resto de la validez de sus pensamientos.

c. Versión ecléctica (en medio de las dos anteriores): sitúan el origen de las ideologías en un momento histórico determinado, donde las aspiraciones mayoritarias de la sociedad no son satisfechas por el sistema político que se desarrolla en ese momento. Al no conseguir esas aspiraciones, algunos sectores sociales frustrados crean una ideología como sistema de creencias y valores. Quieren consolidar lo ya existente (ideologías reaccionarias), promover un cambio de manera violenta e inmediata (ideologías revolucionarias) o una transformación pacífica (ideologías reformistas).

La última versión nos demuestra que hay que entender las ideologías como un conjunto de valores sujetos a cambios, en función de las circunstancias de tiempo y lugar.

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