El Cuerpo en la Modernidad: Educación, Disciplina y Control en la Escuela
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La Conceptualización del Cuerpo en la Modernidad
La sexualidad, la emocionalidad, la higiene, la moral, la dietética, la alimentación, la vestimenta y las prácticas vinculadas al cuidado y mantenimiento del cuerpo son apenas algunos de los aspectos propios e inseparables de la “existencia corporal”. Esto último sugiere que el cuerpo no puede ser considerado solo como un conjunto de huesos, articulaciones, músculos, tendones, aponeurosis, órganos, fluidos o tejidos. Más bien es un fenómeno social, cultural e histórico. El cuerpo no existe en “estado natural”; siempre está inserto en una trama de sentido y significación.
La Experiencia de Existir y Vivir el Cuerpo
Existir significa moverse en un espacio y tiempo, transformar el entorno gracias a una suma de gestos eficaces, clasificar y atribuir un valor a las actividades perceptivas, dirigir a los demás la palabra, pero también realizar gestos y movimientos a partir de un conjunto de rituales corporales cuya significación solo tiene sentido en relación con el conjunto de los datos de la simbólica propia del grupo y del contexto social de pertenencia.
El Rol del Intelecto y el Cuerpo en la Escuela
La institución escolar ha sido una gran máquina de educar y desarrollar aspectos estrictamente intelectuales a través de la transmisión, circulación y distribución de una enorme cantidad de información y de conocimientos. Se supone que en este proceso los cuerpos no han sido objeto de regulación, ni de control. Vale decir, los cuerpos no han sido “educados”, ni formados, ni reformados.
El Discurso Pedagógico y su Enfoque en el Cuerpo Infantil
El discurso pedagógico moderno tuvo como punto de ataque, en menor o mayor intensidad, los cuerpos infantiles junto con toda una gama de técnicas y procedimientos imposibles de separar de la “existencia corporal”. Por ejemplo: el control del cuerpo en la entrada a la escuela, la presentación corporal ante la presencia del maestro, la postura corporal de los niños ante las diferentes lecciones a aprender, etc. Cualquiera de los pedagogos entre los siglos XVII y XIX coincidieron –en mayor o menor grado- en la necesidad de controlar y regular los cuerpos infantiles. La administración de los cuerpos fue un aspecto central en sus relatos; inclusive en muchos casos más importantes que las discusiones sobre el método didáctico más adecuado.
La Importancia del Cuerpo Infantil en el Discurso Pedagógico
El discurso pedagógico ha diseñado toda una serie de espacios, métodos, saberes, prácticas y normas de comportamiento que se aplicaron al “cuerpo infantil”, creando de esa manera una especie de “modelo” de tarea educativa, aplicable exclusivamente a la niñez.
La Escolarización de los Cuerpos: Encierro y Control
La institución escolar se configuró como el dispositivo que se construyó para encerrar el cuerpo infantil, no solamente en un edificio, sino también en un aula y en un banco escolar. Encierro tanto en lo topológico o corpóreo como desde las categorías que la propia pedagogía, y también la medicina, la criminología o la psicología elaboraron para construir la institución.
Disciplina y Control Corporal: Mecanismos de Poder
El disciplinamiento del cuerpo buscó establecer ritmos, obligar a ocupaciones determinadas, regular los ciclos de repetición, definir horarios y utilizar en forma exhaustiva el tiempo. Para generar este tipo de cultura corporal, esta técnica de poder se valió de instrumentos simples como:
- La vigilancia
- La sanción normalizadora
- El examen