El cuerpo humano en la poesía de Walt Whitman: Una oda a la vida, la libertad y la democracia
Enviado por Chuletator online y clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 5,51 KB
El cuerpo humano en la poesía de Walt Whitman
1. El cuerpo físico y su dignificación por el amor
El amor surge de la relación entre el hombre y la mujer, y esta relación da origen a una nueva vida, es decir, da origen a un nuevo cuerpo. Una vez que tenemos ese nuevo cuerpo, es imposible que haya nada más perfecto y bello que éste. El amor y el cuerpo no se pueden comprar ni vender. El cuerpo en Whitman tiene que ser armónico, bello, equilibrado, sano, limpio moralmente; el cuerpo del nuevo hombre y de la nueva mujer, a partir de los cuales, mediante su unión, se engendre otro nuevo cuerpo. Estas sucesivas uniones dan vida, y así dan continuidad a la humanidad; además de transmitir una idea de purificación. Es importante entender de una forma natural el tema de la sexualidad, ya que el cuerpo no se puede entender sin sexo, puesto que el sexo da lugar a un cuerpo. Whitman plantea la sexualidad de forma directa, dignificándola para poder dignificar el cuerpo.
2. El cuerpo fértil: el cuerpo de la mujer/el cuerpo del esclavo
La fertilidad es un elemento clave para entender a Whitman, lo que es una característica fundamental en la mujer. Esto lo vemos sobre todo en la sección 5: “Ésta es la forma femenina”. La mujer encierra muchas posibilidades, entre ellas la capacidad de dar vida, ya sean niños o niñas. Todos nacemos al mismo nivel. Esta mujer que da vida y, por lo tanto, es lo más importante, no se puede comprar ni vender, no se puede adquirir con dinero. Así vemos en la sección 8: “Un cuerpo de mujer en el mercado”…”si algo hay sagrado, el cuerpo humano lo es”. De la misma forma que la mujer, siendo un cuerpo que da vida, no se puede comercializar; el cuerpo del esclavo tampoco se puede llevar al mercado. Así vemos en la sección 7: “Un cuerpo de hombre en el mercado”…”Por más que pujen los compradores, no ofrecerán bastante”. En el cuerpo de la mujer y del esclavo, del hombre, hay sangre, anhelos, aspiraciones; en definitiva, hay vida. Es el padre y madre de otros cuerpos, es el origen de todos los cuerpos.
3. El cuerpo y el alma
Whitman nunca separa el cuerpo y el alma. Ambas realidades aparecen como un todo. Esta unión entre ambos se puede entender a partir de la religión. Hay muchas religiones en América y relacionarlas sirve para entender a Whitman. Whitman pretende la espiritualización del cuerpo a través del alma y, por tanto, la religiosidad es fundamental para entender el propio cuerpo. Por lo tanto, a través del alma se consigue la trascendentalización del cuerpo. Esto se consigue mediante el poeta, quien ya conoce el alma y también conoce el cuerpo, y por tanto posibilita la relación entre ambos. La idea de la unión de alma y cuerpo nos la da el propio Whitman en su Prólogo: “El espíritu recibe del cuerpo tanto como le da al cuerpo”. En el poema “Canto al cuerpo eléctrico”, así como en otros poemas como “Canto a mí mismo”, aparece esta idea. Por ejemplo, en la sección 1 de “Canto al cuerpo eléctrico” encontramos la identificación del alma con el cuerpo: “¿Y que el cuerpo no vale menos que el alma?”…”¿Y si el cuerpo no fuese el alma, qué es el alma?”. Por ejemplo, en “Canto a mí mismo”: “Soy el poeta del cuerpo, y soy el poeta del alma”. Las imágenes religiosas marcan esta unión entre el cuerpo y el alma. A esta unión del cuerpo y alma podríamos identificar la unión del hombre con la mujer.
4. La voz poética y su relación con los cuerpos de los otros
El poeta tiene que ser la suma de todo. El poeta tiene que ser la voz de todos los que no tienen voz; como vemos en la sección 1 de “Canto al cuerpo eléctrico”: “me abrazan los ejércitos de quienes amo y yo los abrazo”. Esta voz de todas las voces, unión de todos los cuerpos en la voz del poeta, también la vemos en “Canto a mí mismo”: “De mí brotan muchas voces largo tiempo calladas, las voces… de esclavos, de prostitutas, de los deformes (…)” “De mí brotan voces prohibidas”. De esta forma, Whitman busca la libertad e igualdad, valores muy propios de la democracia. Así, Walt Whitman se convierte en el máximo representante de la democracia; incluso es considerado el “poeta de la democracia”. Por ejemplo, en “Canto a mí mismo”: “doy la señal de la democracia”. Este “poeta de la democracia” lo encontramos en todo el poema “Canto al cuerpo eléctrico”, pero más concretamente en la sección 2: “(…) El nadador… muchachas… madres… trabajadores… el peón…” “A ellos los quiero” “Nado con los que nadan, lucho con los que luchan” (…).
5. La retórica
El autor utiliza la interrogación retórica para buscar una relación con el receptor. Trata de dirigir una respuesta evidente a las preguntas que hace. Estas preguntas son varias en todo el poema; entre ellas destacamos: “¿Y si el cuerpo no fuese el alma, qué es el alma?”, de la sección 1. Mediante esta pregunta, deja evidente la igualdad del cuerpo y el alma. Otra pregunta destacada, en la sección 8, nos refiere a la no comercialización del cuerpo: “¿Amaste alguna vez el cuerpo de una mujer?…¿Amaste alguna vez el cuerpo de un hombre?”. Por tanto, busca cierta complicidad con el lector. Busca mover la conciencia y sensibilidad del lector, además de una respuesta dirigida por una pregunta retórica. A partir de esta técnica, el autor consigue que el lector participe de su opinión. La interrogación retórica lleva al diálogo entre el autor y el lector.