Las Cruzadas: Orígenes, Desarrollo y Consecuencias (1096-1204)
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Las Cruzadas: Expediciones Militares en Tierra Santa
Dentro de la historia, las Cruzadas fueron una serie de expediciones militares (1096-1291), organizadas por los caballeros de la cristiandad occidental bajo la dirección de la Santa Sede, con el fin de expulsar a los musulmanes de los Santos Lugares.
El Llamamiento a la Cruzada
El Papa Urbano II, a través de su llamamiento en el Concilio de Clermont (1095), logró poner en marcha el feudalismo bajo la dirección de la Iglesia. Además, los que se encontraban presentes en el discurso de Urbano II se sintieron conmovidos. Urbano II distribuyó unas cruces de paño rojo a los cientos de caballeros para que se las pusieran en la espalda, o sobre la parte de la armadura que resguardaba la cabeza y el rostro. Por este hecho se les llamó precisamente "los cruzados". Durante los meses siguientes, Urbano II viajó por Francia para organizar la expedición.
La Primera Cruzada (1096-1099)
Los jefes y soldados de la Primera Cruzada eran en su mayoría franceses; cada capitán comandaba su propio ejército. Se tomó el acuerdo de que todas las fuerzas militares se encontrarían en las cercanías de Constantinopla hacia 1096-1097 y allí empezarían las operaciones contra los turcos.
Líderes destacados:
- Godofredo de Bouillon (al mando de las fuerzas lorenesas)
- Bohemundo de Tarento (al mando de las fuerzas normandas)
- El conde Raimundo IV de Tolosa (al mando de las fuerzas provenzales)
Resultados:
El fin de esta cruzada fue en 1099 y sus resultados fueron:
- La toma de Nicea (1097)
- La toma de Antioquia (1098)
- La toma de Jerusalén (1099)
Se crearon los reinos de Jerusalén y establecimientos latinos en la costa asiática.
La Segunda Cruzada (1147-1149)
En Europa, las noticias de la caída de Edesa produjeron una alarma inmediata, especialmente entre los dirigentes de la Iglesia. El Islam estaba dispuesto a expulsar a los cristianos de Tierra Santa. El Papa Eugenio II confió la predicación de una segunda cruzada al más importante clérigo de la Iglesia de esa época, San Bernardo de Claraval.
Fue dirigida por:
- Luis VII de Francia
- Conrado III de Alemania
La cruzada se retiró después del fracaso del asalto a Damasco en 1148. En los treinta años que siguieron al fracaso de la Segunda Cruzada, Tierra Santa sufrió una total y amenazadora transformación. Por primera vez, los musulmanes se unieron en un gran ejército contra sus invasores. Las campanas de las iglesias fueron fundidas y los suelos y paredes de la mezquita de Omar purificados con agua de rosas.
La Tercera Cruzada (1189-1192)
Urbano III muere y le sucede Gregorio VII (Nota: Históricamente fue Gregorio VIII quien convocó la cruzada tras la muerte de Urbano III). Esta cruzada es consecuencia de la derrota de Hattin y la toma de Jerusalén en 1187 por Saladino.
Fue organizada por:
- Felipe Augusto II de Francia
- Ricardo I Corazón de León de Inglaterra
- Federico I Barbarroja de Alemania
Este último murió en Cilicia en 1190. Corazón de León tomó Chipre en 1191 y luego, con Felipe Augusto II, tomaron Acre en 1191. Ricardo estableció una tregua de tres años con Saladino. El poder del Islam bajo Saladino parecía insuperable. Saladino muere y los musulmanes se sintieron desvalidos.
La Cuarta Cruzada (1202-1204)
Fue inspirada por Inocencio III, el Papa en 1198. Se compuso predominantemente de franceses, destacando Bonifacio de Montferrato y Teobaldo de Champaña. Debido a la intervención veneciana, tuvo como consecuencia la fundación del Imperio Latino de Constantinopla en 1204. Los cruzados sólo podían obtener los barcos en Venecia, Pisa o Génova, ciudades que eran poderosísimas e importantes centros culturales y comerciales. Hacia 1205, el Imperio Latino alcanzó su mayor extensión. Bonifacio resultó muerto en una batalla contra los búlgaros. La fragilidad del Imperio Latino era evidente.