Crónica de una Muerte Anunciada: Un Análisis de Temas y Técnicas
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Cuando Gabriel García Márquez publica Crónica de una muerte anunciada (1981) es ya un escritor consagrado, de fama universal. Con ella rinde homenaje al periodismo, profesión que ejercíó en su juventud y de la que siempre sintió nostalgia. Es su obra más realista; el relato adopta forma de crónica y representa un acercamiento entre lo periodístico y lo narrativo. Con Cien años de soledad (1967) se convierte en el más importante fenómeno de la narrativa hispanoamericana. Su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas. Gabriel García Márquez nacíó en Colombia en 1928. Pertenece al grupo de narradores que impulsaron la narrativa hispanoamericana en los años 60, fenómeno literario conocido en el mundo literario como “boom” y fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1982. Crónica es una novela corta en la que se mezclan con acierto elementos de la crónica periodística y de la novela policíaca.El suceso real que inspiró la novela es el siguiente: el 22 de Enero de 1951 se casaban, en el pueblo del autor, Sucre, Margarita Chica Salas y Miguel Reyes Palencia. En su primera noche de bodas, el esposo descubre que su mujer no es virgen y, en la madrugada del día siguiente, el burlado marido lleva a su esposa a casa de su suegra y le devuelve a su hija. A las pocas horas del hecho, Víctor Chica Salas, hermano de la esposa repudiada, da muerte a Cayetano Gentile Chimento, al parecer causante de la deshonra de Margarita y, por tanto, del agravio familiar. Fue un crimen sin misterios ni complicaciones; un suceso común y corriente en sus circunstancias, motivos y ejecución. El suceso tuvo una amplia difusión en la prensa de la época. Por presiones familiares, el autor esperó treinta años para contarla. El tiempo trascurrido entre la historia y el relato le permitíó conocer el destino posterior de algunos personajes y recomponer novelescamente el conjunto. La novela narra el asesinato de Santiago Nasar a manos de los hermanos gemelos de una novia repudiada la noche de su boda, cuando el marido descubre que no era virgen.LA TÉCNICA DEL Realismo MÁGICO Sobre el término de “Realismo mágico”. El Realismo mágico es una clase de Realismo que emplea ciertos procedimientos narrativos que cooperan eficazmente para dotar de una dimensión transcendente o irreal (mágica, maravillosa o misteriosa) a una narración de hechos cotidianos o triviales. Este término se aplica a una estética literaria dominante en un cierto tipo de novela hispanoamericana que surge a partir de 1940 y culmina después de 1960 con los autores del
llamado boom de la novela hispanoamericana (son representantes del Realismo mágico Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez…). El mundo real, regido por la lógica, y un mundo fantástico y mágico conviven asombrosamente integrados en estas narraciones, en las que se combinan elementos legendarios, míticos, metafóricos, alegóricos, supersticiones y creencias de diverso origen, mezclados con influencias del psicoanálisis a través de elementos oníricos e irracionales aportados por el Surrealismo. En el caso de Crónica de una muerte anunciada no está presente esta fusión entre lo real y lo maravilloso ya que por tratarse justamente de una “crónica”, relato periodístico de hechos que ocurrieron en el pasado, el insertar elementos maravillosos plantearía dudas sobre la veracidad de lo narrado. Sin embargo, el tratamiento de la novela no es periodístico sino fruto de la fabulación del autor y en este proceso de fabulación encontramos técnicas que sí podemos considerar propias del Realismo mágico. Reducir lo maravilloso al nivel cotidiano fue el hallazgo de García Márquez, para quien lo desmesurado forma parte de la realidad, así como los mitos, las leyendas y las creencias de la gente. Y así, sin limitaciones, plasmó un mundo muy suyo, un universo abierto a toda desmesura y poblado de presagios, premoniciones y supersticiones. El argumento se infla con anécdotas que superan el Realismo, dando entrada a lo imaginativo, lo sobrenatural, lo alucinante, lo irracional, la desmesura: la magia.Los elementos que ejemplifican el Realismo mágico en esta obra son los siguientes:El tema de la muerte: está presente como una constante, aunque en esta obra el muerto ni resucita ni se vuelve fantasma ni tampoco animado, la gente del pueblo lo revive en la memoria.➢ Elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad". Las inmersiones en lo fantástico son una constante en la novela. La creencia en lo onírico, lo invisible, lo sobrenatural está arraigado profundamente en los personajes; orienta su visión de la realidad y está inserta en su estructura mental de tal modo que lo sobrenatural está vivo: Plácida Linero interpreta sueños (siempre que se los cuenten en ayunas), aunque no advirtió el augurio aciago porque “no les puso atención a los árboles” y porque “los sueños con árboles son de buena salud” (ese fallo interpretativo se juzga como una de las causas de su muerte); lo fantástico se instala en el viudo Xius y su
esposa muerta que regresa a su casa en forma de pájaro transparente para llevarse “los cachivaches de su felicidad y trasladarlos para su casa de la muerte”, llegando incluso a llevarse un armario de seis cuerpos. Su marido muere de tristeza a los dos años de vender la casa a Bayardo y al auscultarlo “se le sentían borboritar las lágrimas dentro del corazón”… ➢ Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias "sobrenaturales" o "fantásticas": Cuando Bayardo lleva arrastrada a Ángela a casa de sus padres, Pura Vicario piensa que están muertos y les pide que “contesten si son de este mundo”, ella interpreta que la silueta nocturna de Bayardo traía mal presagio porque ”tenía el color verde de los sueños” y los tres toques en la puerta como algo malo: “tienen la cosa rara de las malas noticias”;…➢ Presencia de lo sensorial como parte importante de la percepción de la realidad: el olor a cuerpo descomponiéndose cuando se le va a realizar la autopsia a Santiago Nasar, hasta tal punto de que todo siguió oliendo a él e incluso los hermanos Vicario sintieron ese olor en el calabozo donde estaban encerrados.➢ El manejo del tiempo es uno de los aspectos más interesantes: el presente narrativo se reduce a una hora (desde la salida de casa de Santiago Nasar para ver al obispo hasta su regreso y muerte). Todo lo demás son vueltas atrás (a un pasado remoto, después cercano y por último reciente) e idas al futuro (remoto y progresivamente más próximo). La historia, por tanto, se concentra en muy poco tiempo, pero con mucha frecuencia se sale de ese marco para ir al pasado o al futuro. Es como si el tiempo fuese algo intrascendente, poco importante para la trama.➢ Contiene multiplicidad de narradores, (combina primera, segunda y tercera persona), con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad al texto. Las versiones, a veces, son contradictorias, lo que abre la puerta a la ambigüedad y aumentan la sensación de irrealidad. El asesinato de Santiago Nasar se plantea desde múltiples puntos de vista, múltiples personajes y recuerdos de lo ocurrido ya hace más de veinte años.➢ Los hechos son reales pero tienen una connotación fantástica, ya que algunos no tienen explicación, son muy improbables o insólitos; algunos son casi surrealistas: el hecho de que la carta que dejan por debajo de la puerta para avisar del asesinato no es vista por nadie hasta muy tarde; el momento en que los hermanos Vicario matan a Santiago Nasar, cuando se habla de las cuchilladas que le
asestan, a pesar de ello no derramaba sangre y - ya prácticamente muerto “se echó a andar en un estado de alucinación...Caminó más de 100 metros para darle la vuelta a la casa... Siguió a través de los dormitorios...Tropezó en el último escalón pero se incorporó de inmediato...Entró en su casa por la puerta trasera...Y se derrumbó de bruces en la cocina”…➢ El detallismo insólito es también un elemento desrealizador, ese afán de precisar datos insignificantes. Se trata de precisiones inverosímiles, que parecen pura invención. Su aparición frecuente nos conduce también por la vía de lo fantástico. Plácida Linero es experta en interpretar sueños, pero hay que contárselos “en ayunas”; el coronel Aponte estudia espiritismo “aprendido por correo”; Pablo Vicario era “seis minutos mayor que su hermano”; Bayardo regresa junto a Ángela con “casi dos mil cartas… ordenadas por sus fechas, en paquetes cosidos con cintas de colores, y todas sin abrir”; Nasar cree que Bayardo puso adornos florales “por un valor igual a catorce entierros de primera”.➢ Sus descripciones son absolutamente detalladas, casi hasta el punto de sentir la irregularidad de los adoquines de la plaza, el claroscuro del zaguán dónde casi con nuestros propios ojos vimos caer a causade una herida mortal a Santiago Nasar, o la detallada descripción de las heridas al hacer la autopsia del cadáver de Santiago➢ La desmesura, lo hiperbólico es, también, un vehículo de lo fantástico, (“las balas de la mágnum, podrían partir un caballo por la cintura”; Santiago Nasar era de piel tan delicada “que no soportaba el ruido del algodón”; la muerte de Santiago Nasar deja a su madre “un dolor de cabeza eterno”). En el texto subyacen detalles que nos llevan hacia un mundo extraño para el lector en el que lo irreal y exagerado se toma como cotidiano: • Ni un solo integrante del pueblo se digna a avisar a Santiago Nasar de que lo buscan para matarlo. Este silencio masivo es lo que termina causando la muerte de este personaje. • La forma en que lo asesinan: “Desesperado, Pablo Vicario le dio un tajo horizontal en el vientre, y los intestinos completos afloraron con una explosión.” La manera violenta y grotesca con la cual se consuma el crimen es una pura y brutal exageración, recalcando así los sentimientos de venganza y la necesidad de recuperar el honor perdido.• También los sentimientos son desmesurados, obsesivos: Ángela, especialmente, en su desesperación por recuperar a Bayardo, su locura e insaciable pasión. Bayardo, muestra con ostentación sus sentimientos en algunas de sus reacciones y
actitudes a lo largo de la novela; por ejemplo, cuando compra todas las rifas o cuando devuelve a la novia y se sumerge en una borrachera extrema. • Las proporciones de la boda de Ángela y Bayardo, el persistente olor a Santiago, los once meses de insomnio de Pedro Vicario, los tres días de llanto de Ángela cuando vuelve a ver a Bayardo, el dolor de cabeza eterno que sufríó la madre de Santiago Nasar.... El lector, por tanto, es puesto en una particular situación donde vacila entre la realidad y la ficción, siempre en busca de la verdad absoluta, que nunca es revelada. TEMAS:EL TEMA DEL HONOR. La obra centra su argumento en la muerte de Santiago Nasar por honor. Este es uno de los temas fundamentales de la obra y que según el propio García Márquez le movíó a escribir la obra (con un final ROMántico y con una clara condena a un código del honor trasnochado y a la violencia, arraigada en la historia de su país). Bayardo, al descubrir que su esposa no es virgen, la devuelve a casa de su madre tras golpearla. Los hermanos planean la venganza del causante de la deshonra que, según declaración de Ángela, es Santiago Nasar. La violencia es la única respuesta a una violación del código del honor, enfocado en el tema de la sexualidad que exige a la desposada llegar virgen al matrimonio.García Márquez se vale del tema del honor y los elementos de la comedia del Siglo de Oro (de Lope de Vega, de Calderón de la Barca) para armar su novela; aunque lo que el autor colombiano se propone alcanzar es lo opuesto a lo que pretendía Lope en la comedia española. De un dudoso y trivial lance de honor, ocurrido 27 años atrás en el municipio de Sucre, García Márquez elabora su Crónica, agregándole elementos que pertenecen puramente a la ficción literaria; con la ironización y la exageración de estos elementos García Márquez ridiculiza a los personajes y su código moral para subrayar el carácter absurdo y brutal de los restos de esta herencia cultural española que aún persiste en Latinoamérica hoy. La acción de Crónica de una muerte anunciada se desarrolla en medio de un ambiente de casualidades, contradicciones y equivocaciones, torpezas que posibilitan la tragedia. Sólo hay dos puntos claros y firmes: el asesinato de Santiago Nasar y la creencia de todo el pueblo en la validez de su código de honor. Es decir, sobre lo único que se ponen de acuerdo los vecinos del pueblo es sobre un valor, el de la honra que, visto a su manera, solo puede ocasionarles tragedias. Santiago Nasar tuvo la desgracia de vivir en un pueblo de
de conciencia". La mayoría de los habitantes del pueblo lo aceptan, entre otras cosas porque los exculpa por no haber impedido el crimen: "Pero la mayoría de quienes pudieron hacer algo por impedir el crimen y sin embargo no lo hicieron, se consolaron con el pretexto de que los asuntos de honor son estancos sagrados a los cuales sólo tienen acceso los dueños del drama". E incluso las mujeres: Prudencia Cotes- novia de Pablo Vicario-declara que no se hubiera casado con él si no hubiera vengado el honor y demostrado su hombría.En conclusión, se puede decir que García Márquez ha querido expresar con esta novela una crítica irónica al código de honor imperante en el pueblo de los Vicario, que es el verdadero desencadenante de la tragedia a la que el lector ha asistido.EL Fátum O DESTINO TRÁGICO. La fatalidad, el destino, envuelto en un Fátum o sino trágico, pesa sobre la figura de Santiago Nasar en forma de una serie de circunstancias adversas que lo conducen a la muerte.En su mismo título la obra contiene todos los ingredientes básicos de la fatalidad: hay una muerte (la de Santiago Nasar), anunciada desde el principio, y, finalmente hay un relato testimonial destinado a contar lo sucedido. Desde el arranque del relato (“El día en que lo iban a matar”) sabemos que el personaje está condenado, lo cual elimina las sorpresas. Todo el pueblo sabía que el crimen iba a producirse (El narrador afirma: “Nunca hubo una muerte más anunciada”), pero nadie lo impide, lo cual sugiere la presencia de un destino fatal ineludible (lo que se denomina el “Fátum”) que influye decisivamente sobre el desarrollo de los hechos. A diferencia de las comedias griegas en las que el Fátum se caracteriza por un funcionamiento ciego e implacable que suele estar en relación con los defectos o las culpas de los personajes, en la obra se debe a un conjunto de contradicciones, ambigüedades, casualidades, coincidencias o torpezas humanas. Señálamos algunas de las más destacadas: ➢ Contradicciones: Todo el pueblo sabe que los Vicario van a matar a Santiago Nasar, menos él, que no se entera hasta el final y, desde luego, no entiende nada.- En una sociedad cerrada y puritana donde todos se enteran de todo, Ángela Vicario pierde la virginidad con un joven del pueblo y nadie se entera: “Nadie hubiera pensado, ni lo dijo nadie, que Ángela Vicario no fuera virgen”… ➢ Ambigüedades: Hechos que ni los personajes, ni el lector, ni siquiera el narrador consiguen despejar.- ¿Quién cometíó el crimen de honor del que es víctima Ángela Vicario? La sensación que queda al lector
es la de que Santiago Nasar fue asesinado por algo que probablemente no cometíó. Pero cuando –y aquí viene la ambigüedad– Ángela se encuentra en situación propicia para revelar la verdad al narrador, muchos años después, ratifica con convicción su versión: “Ya no le des más vueltas, primo –me dijo–. Fue él”. ➢ Casualidades:- Santiago, que casi nunca salía de casa por la puerta del frente, ese día lo hizo… allí lo esperaban los Vicario para matarlo. - El mensaje deslizado debajo de la puerta de Santiago avisándole del peligro, no es visto hasta mucho tiempo después del crimen … ➢ Torpezas:- Meme Lozano no le advirtió del peligro porque lo vio tan contento que pensó que el asunto ya se había arreglado… y era que todavía no lo sabía.- Plácida Linero cerró la puerta de la casa cuando vio a los Vicario porque pensó que querían meterse dentro para matarlo…, y con ello sentenció a muerte a su hijo, que no tuvo escapatoria; También se equivocó en la interpretación del sueño. - Cristo Bedoya no consiguió proteger a su amigo porque pensó que estaba desayunando en casa de los García (lo cual hubiera sido lógico). - El padre Carmen Amador, cuando lo ve sano, piensa que todo había sido un bulo; … El fátum se consuma gracias a las múltiples torpezas (equivocaciones, casualidades, ambigüedades) que cometen los personajes de la obra y conducen inexorablemente al mal. La fatalidad somete a todos, no solo a Santiago Nasar. Los gemelos Vicario, antagonistas, son los instrumentos del crimen, pero asimismo son también víctimas de esta sociedad porque se sienten obligados a matar por la presión del pueblo. Bayardo San ROMán, con su ambición y fortuna, no podrá superar la humillación y vergüenza final que lo convierten en un “pobre hombre”, condenado a la soledad y al olvido, hasta que, mucho después, acepte volver con Ángela. EL AMOR. La interpretación de la obra no se puede hacer únicamente en clave fatalista. La novela es también la historia de la pasión amorosa de Bayardo y Ángela, que crece en la separación de los amantes y que es capaz de vencer la ofensa, la soledad, el silencio e incluso el paso del tiempo. Es la única fuerza en la obra capaz de vencer al destino fatal. Así ocurre con Ángela, quien tras ser repudiada por su esposo y castigada por su madre, envía durante largos años cartas de amor a Bayardo San ROMán. Este gesto la libera de su personalidad apocada y del control de su familia y, con ello, consigue torcer el signo de los hechos, ya que Bayardo, después de veintitantos años de separación, acepta reconciliarse con ella. Logra
demostrar que el destino solo es una coartada con la que se justifican las torpezas humanas, la cual queda eliminada en el momento en el que el ser humano asume las responsabilidades de su propia libertad.Otros temas presentes en la obra son:LA VIOLENCIA: es la única forma de respuesta a la violación del rígido código del honor que rige la moral del pueblo y que exige a la desposada llegar virgen al matrimonio. Pero hay otras formas de violencia: en la personalidad de Santiago Nasar, en referencias a las guerrillas a través del personaje de Pedro Vicario, en el hecho puntual del crimen, en la descripción de la escena de la autopsia.LA RELIGIÓN: está presente a través de la visita del obispo y las expectativas frustradas que provoca en el pueblo; de la onomástica de muchos personajes (Lázaro, Pedro, Pablo, Poncio); de la dimensión desacrificio o crucifixión pública que puede suponer la muerte de Santiago Nasar. El tema se manifiesta a modo de una fe con mucho de fetichista y santurrona y que convive con las creencias supersticiosas. El escritor da al tema un tratamiento humorístico e irónico.LAS REFERENCIAS ERÓTICAS son constantes. Hay en la novela una marcada celebración del placer, de la sensualidad; una verdadera exaltación de los sentidos. Las referencias al sexo y el incontenible erotismo de algunos personajes son reiteradas. Santiago Nasar es “un gavilán pollero”; a Ángela Vicario la abrasó “el fogaje de su cuerpo en la cama” y le escribe a Bayardo sobre la huella dejada en su cuerpo de “la sal de su lengua… “; María Alejandrina “arrasó con la virginidad de toda una generación de jóvenes”; Bayardo San ROMán está “para embadurnarlo de mantequilla y comérselo vivo”. El narrador metaforiza coloquialmente el sexo (“panocha”, “cogollo”, “pingo”). El símbolo de la mancha en la sábana y las estrategias que las amigas le enseñan a Ángela para disimular la pérdida de su virginidad nos llevan al código que rige lo moral sexual en el pueblo. EL HUMOR: a veces grotesco y esperpéntico, que sirve de anticlímax a la violencia y lo macabro del crimen.
valores invertidos, poco o nada razonables. García Márquez no describe estos valores en su obra, pero quedan claramente expuestos en lo que dicen y hacen sus personajes. Nada más empezar la novela, el narrador confiesa: “Yo estaba reponiéndome de la parranda de la boda en el regazo apostólico de María Alejandrina Cervantes...". De ésta se dirá más adelante: "Fue ella quien arrasó con la virginidad de mi generación". No parece pues, que el concepto moraldel pueblo censure de ninguna manera la práctica y el ejercicio de la prostitución. El novelista se deshace además en alabanzas a la tal María Alejandrina, que resulta así ser bien considerada en el pueblo. Este código popular del honor está tan absolutamente aceptado que nadie en el pueblo se pregunta por qué carece de importancia que María Alejandrina hubiera arrasado con la virginidad de toda una generación masculina, mientras que sí la tiene, y de modo bien trágico, que Ángela Vicario la hubiera perdido con quien fuera.Otra inversión moral que se ve en los personajes del pueblo es su materialismo. Quien mejor lo ejemplifica es Bayardo San ROMán que, aparte de tener otras buenas condiciones, derrocha su dinero en una boda casi inverosímil, pero también es sintomático que no se entienda que el viudo se niegue durante bastante tiempo a vender su casa, aunque Bayardo le ofrezca cantidades desorbitadas.Más referencia a la honra en sentido sexual hacen las normas vigentes referentes a la crianza de los hijos. De los Vicario el narrador dice: "Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas para casarse. Sabían bordar con bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces de fantasía, y redactar esquelas de compromiso". Los hermanos Vicario matan a Santiago Nasar porque lo consideran su deber ya que han sido educados para eso; de ahí que se consideren inocentes, en ningún momento se arrepientan del crimen y todo el pueblo espere que se comporten de ese modo. Se insiste en la obra en que no son personas violentas y en que no los mueve la sed de venganza, solo un deber que no parece gustarles mucho. Por ello intentan por todos los medios evitar el asesinato: se demoran bebiendo, informan de sus intenciones a todo el mundo con el fin de que alguien avise a Santiago o los detenga. También el abogado que defiende a los hermanos acepta el código popular del honor: "El abogado sustentó la tesis del homicidio en legítima defensa del honor, que fue admitida por el tribunal