Crítica de la Razón Pura: Un análisis del conocimiento según Kant

Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 5,79 KB

Emmanuel Kant: Vida y Obras

Emmanuel Kant, nacido en 1724, inició sus estudios en 1740 bajo la influencia del racionalismo escolar. Posteriormente, la lectura de Hume lo llevó a abandonar el dogmatismo racionalista. Se habilitó como profesor, enseñando diversas disciplinas filosóficas, y obtuvo la cátedra de metafísica y lógica. Tras la muerte de Federico II, Kant se vio obligado a renunciar a cualquier tratamiento de cuestiones religiosas.

Su actividad filosófica se divide en dos periodos: el precrítico, influenciado por Leibniz y Wolff, y el crítico, que corresponde a la madurez de su propio sistema filosófico.

Racionalismo, Empirismo y Criticismo

Los problemas de la razón: dogmatismo y escepticismo

En la época de Kant, el racionalismo escolar, representado por Wolff, se había difundido por Alemania. Este sistema pretendía establecer un conocimiento racional puro acerca de todo lo posible, desarrollándose a partir de conceptos puros hasta constituir un sistema completo del saber. Para ello, dividía el saber filosófico en filosofía práctica y metafísica (general y especial).

La lectura de Hume hizo que Kant se percatara del dogmatismo inherente al racionalismo escolar. Los planteamientos racionalistas resultaban dogmáticos porque mantenían una confianza ciega en la razón.

Sin embargo, Kant tampoco se limitó a seguir a Hume, ya que el empirismo radical también había llevado a la razón a un callejón sin salida: el escepticismo, negando la posibilidad de fundamentar racionalmente cualquier conocimiento.

La respuesta de Kant: el criticismo

Para evitar el dogmatismo y el escepticismo, Kant llevó a cabo un análisis de la razón, sus capacidades y sus límites. A este análisis lo llamó "crítica de la razón".

Las capacidades de la razón se agotan en contestar tres preguntas fundamentales: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer? y ¿qué me cabe esperar?

Estas preguntas corresponden a los intereses de la razón finita humana, que constituye la esencia del hombre. Por eso, los intereses de la razón son los intereses esenciales del hombre mismo, y al responder a estas preguntas, respondemos a la pregunta: ¿qué es el hombre?

¿Qué puedo conocer? La Crítica de la Razón Pura

El papel de los juicios en el conocimiento

Los juicios

Kant responde a la pregunta "¿qué puedo saber?" en la Crítica de la Razón Pura. En esta obra, trata de demostrar si las matemáticas, la física y la metafísica son ciencias. Para hacerlo, analiza los elementos que forman todo conocimiento, concluyendo que el conocimiento está compuesto, en primer lugar, por juicios.

Clasificación de los juicios

Los juicios se clasifican en analíticos o sintéticos (según la relación del sujeto con el predicado) y a priori o a posteriori (según su relación con la experiencia).

  • Analíticos: Son aquellos en los que el predicado está incluido en el sujeto. Son meramente formales y siempre verdaderos, rigiéndose por la ley de la no contradicción. Se llaman analíticos porque del análisis del sujeto se saca el predicado, sin necesidad de recurrir a la experiencia. Expresan lo que para Hume son las relaciones entre ideas.
  • Sintéticos: Son aquellos en los que el predicado no está incluido en el sujeto. Su contrario es posible, y para saber si son ciertos hay que recurrir a la experiencia. Se llaman sintéticos porque enlazan cosas diversas. Expresan lo que para Hume es conocimiento de hechos.
  • A priori: Son aquellos que se obtienen al margen de la experiencia. No dependen de la experiencia para su valor de verdad y no hay experiencia que pueda invalidarlos, es decir, son universales y necesarios.
  • A posteriori: Son aquellos que se obtienen posteriormente a la experiencia y, como consecuencia, no pueden ser universales y necesarios.

Los juicios y las leyes de la ciencia

Las leyes de la ciencia no se expresan mediante juicios analíticos ni sintéticos a posteriori. Aunque sean universalmente válidos, los juicios analíticos no nos dan conocimiento nuevo. Los juicios sintéticos a posteriori amplían nuestro conocimiento, pero no nos dan leyes universales y necesarias.

Kant asume que el conocimiento científico tiene que ser conocimiento de lo universal y necesario, y dar información sobre la experiencia. Por lo tanto, los tipos de juicios considerados hasta ahora no nos sirven para constituir las leyes de la ciencia. Si no hay ningún otro tipo de juicio, la ciencia sería imposible y la única fundamentación del conocimiento científico sería la costumbre.

Los juicios sintéticos a priori

Kant intenta demostrar que existe otro tipo de juicios, a los que llama juicios sintéticos a priori. Tales juicios, por ser a priori, nos dan conocimiento universal y necesario, y por ser sintéticos, nos dan conocimiento de la experiencia.

Los juicios sintéticos a priori y la ciencia

Los juicios sintéticos a priori son, pues, los adecuados para expresar el conocimiento universal, necesario y de la experiencia. De este modo, el problema de explicar por qué las matemáticas y la física son ciencias, y de ver si también la metafísica puede ser una ciencia, se convierte en el problema de ver cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las matemáticas, la física y la metafísica.

El desarrollo de la Crítica de la Razón Pura nos muestra cómo el campo del conocimiento queda restringido al ámbito de las matemáticas y de la física, pero al mismo tiempo nos muestra también cómo la Razón pugna por librarse de estos límites y nos abre el camino a otro de sus campos de interés: el de la praxis, el de la acción moral.

Entradas relacionadas: