Crítica a la Deidad y el Auge del Nihilismo: Perspectivas Filosóficas

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Crítica del Concepto de Dios y el Nihilismo

La presente reflexión aborda la crítica al concepto de Dios y su relación con el nihilismo. El problema central que se plantea es: ¿Es posible alcanzar un mundo suprasensible de verdades absolutas, de modelos eternos y universales que guíen nuestra conducta?

En respuesta, se argumenta que este mundo trascendente o suprasensible, al que metafóricamente se denomina "Dios", es inalcanzable y, por tanto, debe ser eliminado. La consecuencia más grave de esta "muerte de Dios" es el nihilismo.

La Crítica de Nietzsche a la Religión

Para Nietzsche, la religión sitúa un mundo sobrenatural sobre la razón y el mundo verdadero, sepultando el instinto y el devenir. La religión está unida al concepto de Dios, y Dios representa una renuncia a la vida. Los creyentes inventan su criatura (pues necesitan obedecer) y luego le rinden culto. Ser creyente es un síntoma de decadencia, debilidad y desintegración de una voluntad de poder. No hay necesidad de Dios.

Nietzsche distingue entre diferentes religiones. La más apreciada es la pagana, ya que permite una creación poética del universo sin mundos metafísicos. Las más denostadas son las religiones monoteístas, ya que destierran lo natural y lo sustituyen por lo sobrenatural. El filósofo distingue, por su relación con la voluntad de poder, dos tipos diferentes de religión:

  • Afirmativas: como el Antiguo Testamento, el Código Manú o el Islam.
  • Negativas: como el judaísmo, el cristianismo y el budismo.

Las afirmativas son mejor valoradas pues respetan más la vitalidad natural. Las religiones negativas son ejemplos extremos de moral de esclavos. Nietzsche proclama el privilegio de ser Dios uno mismo.

El Cristianismo como Religión de la Debilidad

El cristianismo es la religión de los débiles que ha hecho que el ser de Occidente sea miedoso y dócil, generando sentimientos de culpa y remordimiento hasta conseguir que oculten y se avergüencen de su superioridad. El resentimiento y el odio cristiano se manifiestan en lo que ellos denominan los tres rangos del alma: el cuerpo, el demonio (el deseo, el instinto) y la carne (el cuerpo).

El Odio al Mundo y al Cuerpo

El odio a este mundo, causado por su visión de la vida como un mero tránsito hacia la otra vida, así esta se les ofrece como un antimundo; el odio a la vida, ya que el cristianismo propone como virtud cardinal reprimir la vitalidad; la paradoja de esta religión es que Dios nos hace libres para ser sus esclavos; y el odio al cuerpo, comenzada en Platón por pertenecer al mundo sensible y dificultar el acceso al mundo inteligible y convertida en aversión y odio por esta religión. El cuerpo humano es el poseedor de los intentos vitales, por tanto, todo lo que emana del cuerpo es sospechoso de pecado.

Nihilismo Pasivo y Activo

El resultado de esta cultura bimilenaria que desde Platón se ha dedicado a negar el mundo, los sentidos y la vitalidad es la generación de individuos cansados y la pérdida del sentido de la existencia, esto se conoce como nihilismo. Nietzsche hace una distinción entre nihilismo pasivo y nihilismo activo.

Frente al nihilismo pasivo ya instalado en la cultura europea (la muerte de Dios), reacciona Nietzsche con un nihilismo activo. En su propuesta los viejos valores no se hunden por sí mismos, sino que son hundidos por la voluntad de poder que dice no a esos valores. Afirma que el hombre es un puente entre el mono y el superhombre, es decir, el hombre surgido de la cultura occidental, defensor de valores humanistas propios de una tradición cristiana, ha de ser superado para alcanzar un nuevo ser diferente al humano actual, cargado de potencia. La muerte de Dios es la muerte de una cultura. La proclamación de la muerte de Dios es el tránsito hacia el superhombre.

Conclusión

En conclusión, las religiones, sobre todo las monoteístas, son una forma de crear seres débiles y dóciles y además, a causa de la negación de los sentidos y la vitalidad crea individuos cansados que acaban por perder el sentido de la existencia y de ahí surge el nihilismo, enfermedad de la cultura occidental, y a partir de ahí mediante la creación de nuevos valores se pretende alcanzar un nuevo ser diferente, el superhombre.

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