La Crítica de Byung-Chul Han: Capitalismo, Autoexplotación y Dataísmo

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1. La Visión de Byung-Chul Han sobre el Capitalismo Autodestructivo

Byung-Chul Han interpreta el capitalismo contemporáneo desde la categoría freudiana de la «pulsión de muerte». Lejos de ser un sistema que promueve la vida, el desarrollo humano y el bienestar, el capitalismo ha evolucionado hacia una máquina de autoexplotación que conduce a la destrucción de los vínculos, del entorno y del sujeto.

Para Han, lo que solemos llamar «crecimiento» es una proliferación cancerosa: la expansión ilimitada del capital y del rendimiento destruye sus propias condiciones de posibilidad. El capitalismo niega límites, lo cual es, precisamente, una forma de muerte.

2. La Pulsión de Muerte en Acción: La Autoexplotación Neoliberal

  • En lugar de opresión externa, el sujeto neoliberal se autoimpone tareas, proyectos y exigencias. Se convierte en empresario de sí mismo.
  • Esta forma de libertad aparente es, en realidad, un modo sofisticado de servidumbre: uno se explota a sí mismo voluntariamente.
  • La competencia reemplaza la solidaridad, y la eficiencia sustituye la verdad.
  • La vida se convierte en una serie de tareas orientadas al rendimiento, lo cual produce agotamiento, ansiedad y una forma de vida desvitalizada: una vida muerta en vida.
  • El sujeto del capitalismo tardío no tiene enemigos externos; su enemigo es él mismo.
  • La figura del «sujeto de rendimiento» reemplaza al «sujeto obediente»: ya no hay un amo visible, sino una autoexigencia interior.
  • El fracaso se vive como culpa personal, no como consecuencia sistémica.
  • Se impone una cultura del «poder con positividad»: todo debe ser posible, todo debe lograrse. El «no poder» queda patologizado.

3. Impacto del Capitalismo del Rendimiento

3.1. Consecuencias Sociales y Ecológicas

  • La lógica del capital destruye los ecosistemas porque exige crecimiento constante.
  • Las relaciones humanas se instrumentalizan: se valoran según su utilidad o productividad.
  • La salud mental se deteriora: depresión, burnout, autoagresión.
  • Se impone un tipo de violencia silenciosa: no hay opresión visible, pero hay una presión constante por ser más, rendir más, lograr más.

3.2. Diálogo Filosófico: Freud y Marx

  • Con Freud: Han retoma la «pulsión de muerte» como una fuerza que no busca placer ni realización, sino repetición y destrucción. El capitalismo encarna esta pulsión con su insistencia en el rendimiento infinito.
  • Con Marx: amplía la crítica a la alienación: ya no se trata solo de que el trabajador esté alienado, sino de que el sujeto se convierte en su propio explotador.

4. El Dataísmo como Forma Contemporánea del Poder

Byung-Chul Han advierte que el capitalismo, en su fase más reciente, se fusiona con una nueva lógica cultural: el dataísmo. Esta visión reduce todo lo humano a datos cuantificables. Emociones, decisiones, relaciones, incluso la salud o la espiritualidad, son transformadas en números.

  • El sujeto ya no actúa, sino que reacciona a estímulos medidos por algoritmos.
  • La vigilancia digital y el consumo de datos reemplazan a la autoridad política tradicional.
  • La transparencia absoluta y la acumulación de información destruyen el misterio, la reflexión y la libertad interior.
  • La sobreinformación no ilumina, sino que satura. El exceso de datos produce confusión y anestesia.

Han señala que el dataísmo refuerza la pulsión de muerte: el sujeto, al ser reducido a datos, pierde su singularidad y se vuelve intercambiable. El mundo se vuelve opaco desde su hipertransparencia.

5. Caminos de Resistencia y Reflexión

Aunque Han no ofrece un programa político concreto, esboza caminos de resistencia:

  • Recuperar la experiencia del tiempo contemplativo y la lentitud.
  • Valorar el «no hacer» como forma de resistencia frente a la hiperactividad compulsiva.
  • Reconstruir comunidades y vínculos basados en la gratuidad, no en la eficiencia.
  • Rehabilitar la experiencia de la muerte como límite ontológico: solo cuando aceptamos la finitud, la vida cobra sentido.
  • Defender espacios no digitalizados, desconectados del dataísmo, donde el sujeto recupere su intimidad y su valor no cuantificable.

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