Criterios Diagnósticos Clave: Trastornos del Control de Esfínteres y la Conducta Alimentaria
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Trastornos del Control de Esfínteres
Los trastornos del control de esfínteres son condiciones que afectan la capacidad de un individuo para controlar la eliminación de orina o heces, más allá de la edad esperada para adquirir dicho control. A continuación, se detallan los criterios diagnósticos para la enuresis y la encopresis, fundamentales para su identificación y abordaje clínico.
Enuresis
La enuresis se define por la emisión repetida de orina, con los siguientes criterios:
- Emisión repetida de orina en la cama o en la ropa, ya sea de manera involuntaria o voluntaria.
- El comportamiento es clínicamente significativo cuando se manifiesta con una frecuencia de al menos dos veces por semana durante un mínimo de tres meses consecutivos, o por la presencia de malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, académico o laboral, u otras áreas importantes del funcionamiento.
- La edad cronológica es de por lo menos 5 años de edad (o un grado de desarrollo equivalente).
Encopresis
La encopresis se caracteriza por la excreción repetida de heces en lugares inapropiados, con los siguientes criterios:
- Excreción repetida de heces en lugares inapropiados (p. ej., en la ropa, en el suelo), ya sea involuntaria o voluntaria.
- Al menos uno de estos episodios se produce cada mes durante un mínimo de tres meses.
- La edad cronológica es de por lo menos 4 años de edad (o un grado de desarrollo equivalente).
- El comportamiento no puede atribuirse a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., laxantes) o a otra afección médica, excepto si está relacionado con un mecanismo de estreñimiento.
Trastornos de la Conducta Alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por alteraciones significativas en los patrones de alimentación o en el comportamiento relacionado con la comida, lo que puede llevar a un deterioro sustancial de la salud física y el funcionamiento psicosocial. Aquí se presentan los criterios diagnósticos para la pica, el trastorno de rumiación y el trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos.
Pica
La pica se caracteriza por la ingestión persistente de sustancias no nutritivas y no alimentarias, según los siguientes criterios:
- Ingestión persistente de sustancias no nutritivas y no alimentarias durante un período mínimo de un mes.
- La ingestión de sustancias no nutritivas y no alimentarias es inapropiada para el grado de desarrollo del individuo.
- El comportamiento alimentario no forma parte de una práctica culturalmente aceptada o socialmente normativa.
- Si el comportamiento alimentario se produce en el contexto de otro trastorno mental (p. ej., discapacidad intelectual [trastorno del desarrollo intelectual], trastorno del espectro del autismo, esquizofrenia) o afección médica (incluido el embarazo), es suficientemente grave para justificar atención clínica adicional.
Trastorno de Rumiación
El trastorno de rumiación implica la regurgitación repetida de alimentos, con los siguientes criterios:
- Regurgitación repetida de alimentos durante un período mínimo de un mes. Los alimentos regurgitados se pueden volver a masticar, tragar o escupir.
- La regurgitación repetida no puede atribuirse a una afección gastrointestinal asociada o a otra afección médica (p. ej., reflujo gastroesofágico, estenosis pilórica).
- El trastorno alimentario no se produce exclusivamente en el curso de la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno de atracones o el trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos.
- Si los síntomas se producen en el contexto de otro trastorno mental (p. ej., discapacidad intelectual [trastorno del desarrollo intelectual] u otro trastorno del neurodesarrollo), son suficientemente graves para justificar atención clínica adicional.
Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingestión de Alimentos
- Un trastorno alimentario o de la ingestión de alimentos (p. ej., falta de interés aparente por comer o alimentarse; evitación a causa de las características organolépticas de los alimentos; preocupación acerca de las consecuencias repulsivas de la acción de comer) que se pone de manifiesto por el fracaso persistente para cumplir las necesidades nutritivas y/o energéticas adecuadas asociadas a uno o más de los siguientes hechos:
- Pérdida de peso significativa (o fracaso para alcanzar el aumento de peso esperado o crecimiento escaso en los niños).
- Deficiencia nutritiva significativa.
- Dependencia de la alimentación enteral o de suplementos nutritivos por vía oral.
- Interferencia importante en el funcionamiento psicosocial.
- El trastorno no se explica mejor por la falta de alimentos disponibles o por una práctica culturalmente aceptada.
- El trastorno alimentario no se produce exclusivamente en el curso de la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa.
- El trastorno alimentario no puede atribuirse a una afección médica concurrente ni se explica mejor por otro trastorno mental. Si el trastorno alimentario se presenta en el contexto de otra afección o trastorno, su gravedad debe exceder la que normalmente se asocia a dicha afección o trastorno para justificar una atención clínica adicional.