La Crisis del Sistema de la Restauración: De la Crisis de 1917 a la Dictadura de Primo de Rivera

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 6,61 KB

Evolución de la dictadura de Primo de Rivera: Directorio Militar, Directorio Civil y su dimisión.

Ante la crisis institucional de los partidos dinásticos y el desprestigio del Ejército y la Corona, el 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, protagonizó un pronunciamiento militar. Declaró el estado de guerra y exigió que el poder estuviera en manos de los militares.

1. Causas y apoyos:

Primo de Rivera justificó su acción argumentando que el régimen estaba bloqueado y desprestigiado. Su discurso tenía pretensiones regeneracionistas, incluso moralistas, y se centraba en la crítica al sistema, con un componente populista. Su manifiesto inaugural anunció la voluntad de limpiar el país de caciques y acabar con la corrupción, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. En Europa, el auge de movimientos fascistas como el fascismo en Italia y el nazismo en Alemania, de carácter totalitario, nacionalista y militarista, y el temor a la amenaza comunista, crearon un clima propicio para la instauración de dictaduras. El golpe militar de Primo de Rivera fue aceptado por la monarquía, el ejército, la burguesía catalana, e incluso por algunos sectores liberales y socialistas que esperaban un restablecimiento del orden social. El régimen de la Restauración se encontraba en una profunda crisis.

2. Etapas: Directorio Militar y Directorio Civil:

Hasta 1925, el gobierno fue un Directorio Militar que dejó en suspenso la Constitución, las Cortes y los partidos políticos. Las provincias fueron gobernadas por militares. Se disolvió la Mancomunidad de Cataluña, con la consiguiente restricción del uso de la lengua catalana y sus símbolos. El Directorio Militar restableció el orden público y el prestigio del Ejército con la victoria en Alhucemas (1925) y la rendición de la resistencia rifeña liderada por Abd-el-Krim. Se fundó un partido único, la Unión Patriótica, y una organización paramilitar, el Somatén, para garantizar el orden público. En 1925, con la entrada de civiles en el gobierno, el Directorio Militar se transformó en un Directorio Civil, pero la oposición al régimen comenzó a incrementarse. Se establecieron los comités paritarios de patronos y obreros para dirimir las diferencias laborales. En 1927, se formó una Asamblea Nacional Consultiva elegida por sufragio censitario restringido, con mayoría de la Unión Patriótica.

3. Dimisión de Primo de Rivera:

A finales de la década de 1920, diversos sectores sociales, como parte del Ejército, intelectuales, republicanos, socialistas y sindicatos obreros, se manifestaron en contra del Directorio Civil, considerando necesario un cambio radical. En el seno del Ejército se desarrolló una oposición que se tradujo en levantamientos e insurrecciones. Ante el escaso apoyo social y la presión de la oposición, Primo de Rivera presentó su dimisión al rey Alfonso XIII en enero de 1930.

Crisis general de 1917: causas, manifestaciones y consecuencias.

El asesinato de Cánovas del Castillo en 1897 y la muerte de Práxedes Mateo Sagasta en 1903 dejaron un vacío de liderazgo en los partidos que sostenían el sistema de la Restauración, lo que permitió una mayor influencia de los partidos opositores. La intervención del rey Alfonso XIII y del Ejército en la política, junto con el impacto de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Revolución Rusa (1917), contribuyeron a agudizar las tensiones sociales y políticas en España.

1. Crisis de 1917: causas y manifestaciones:

Crisis institucional:

El Ejército, como grupo de presión organizado en las Juntas Militares de Defensa, exigió mejoras salariales, ascensos por méritos de guerra y mayor inversión en equipamiento militar. El gobierno decidió disolver las Juntas, lo que provocó un gran malestar entre los militares. El gobierno liberal dimitió y el nuevo gabinete conservador se vio obligado a ceder a las exigencias del Ejército.

Crisis política:

El conde de Romanones, líder liberal y presidente del Gobierno, suspendió las Cortes ante la presión de los acontecimientos. En julio de 1917, la Liga Regionalista de Cataluña, junto con republicanos y socialistas, exigió la convocatoria de Cortes Constituyentes y la autonomía para Cataluña. Sin embargo, la burguesía catalana, temerosa de una radicalización del movimiento obrero, decidió retirar su apoyo a las reivindicaciones.

Crisis social:

A pesar de la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial, el conflicto tuvo un fuerte impacto en la economía del país. La subida de precios de los productos básicos y el aumento de los beneficios de las empresas que suministraban material bélico a los países beligerantes, provocaron un gran malestar social. La Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) convocaron una huelga general en mayo de 1916, que finalmente fue pospuesta. El gobierno fue aceptando algunas reivindicaciones obreras, pero la llegada al poder del conservador Eduardo Dato radicalizó las exigencias sindicales. En agosto de 1917, estalló una huelga general en Valencia, iniciada por ferroviarios y tranviarios, que se extendió rápidamente a otras ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao y Asturias. La huelga fue duramente reprimida por el gobierno, lo que provocó numerosos despidos y detenciones. A excepción del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), los partidos políticos tradicionales perdieron apoyo popular, mientras que los sindicatos incrementaron considerablemente su número de afiliados. La depresión económica de la posguerra, la epidemia de gripe de 1918 y el triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia intensificaron la agitación social en España. Las huelgas y los movimientos campesinos se generalizaron en un periodo conocido como el Trienio Bolchevique (1918-1921). La patronal respondió con el cierre de empresas y la financiación de grupos paramilitares que asesinaron a líderes obreros. El anarquismo, por su parte, recurrió también a la violencia, con atentados y asesinatos, como el del propio Eduardo Dato en 1921 y el del líder anarcosindicalista Salvador Seguí en 1923.

2. Consecuencias:

La crisis de 1917 puso de manifiesto el bloqueo y desprestigio del régimen constitucional de la Restauración. La crisis provocó una descomposición de los partidos dinásticos y el fin del turnismo como sistema de alternancia en el poder. El sistema político español se encontraba profundamente debilitado y desacreditado, lo que allanó el camino para la dictadura de Primo de Rivera en 1923.

Entradas relacionadas: