La Crisis de la Restauración en España: Alfonso XIII y los Intentos de Regeneración (1902-1923)
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La Crisis de la Restauración en España: Un Periodo de Inestabilidad y Reformismo (1902-1923)
A comienzos del siglo XX, España vivía una profunda crisis política, social y económica que evidenciaba el agotamiento del sistema de la Restauración. El reinado de Alfonso XIII, iniciado en 1902, estuvo marcado por la inestabilidad política, el intervencionismo del monarca y la incapacidad de los partidos dinásticos para adaptarse a una sociedad en transformación.
El Reinado de Alfonso XIII y el Desprestigio Monárquico
A diferencia de sus predecesores, Alfonso XIII asumió un papel activo en la política, interviniendo directamente en la formación y destitución de gobiernos, lo que, lejos de fortalecer la monarquía, contribuyó a su desprestigio. Su inclinación por los militares y su apoyo a la Ley de Jurisdicciones en 1906, que permitía a los tribunales castrenses juzgar delitos contra el Ejército y los símbolos patrios, evidenciaron su preferencia por el autoritarismo frente al parlamentarismo. Este hecho provocó un gran malestar en sectores republicanos y nacionalistas, que veían en la medida un retroceso en las libertades públicas.
Los Intentos de Regeneración: Maura y la "Revolución desde Arriba"
El sistema de la Restauración, basado en el turno de partidos entre conservadores y liberales, entró en crisis debido a la fragmentación interna de ambos partidos y la creciente movilización de sectores opositores, como los republicanos, socialistas y nacionalistas. Entre 1902 y 1907, la inestabilidad fue constante, con trece gobiernos diferentes. En este escenario, Antonio Maura, líder del Partido Conservador, impulsó entre 1907 y 1909 una serie de reformas destinadas a fortalecer el Estado y reducir el caciquismo, lo que denominó "revolución desde arriba". Su objetivo era evitar una revolución desde abajo y reforzar la autoridad del Estado mediante una modernización controlada.
Medidas destacadas de Maura:
- La Ley de Administración Local, que pretendía descentralizar la administración y otorgar mayor autonomía a los municipios para reducir la influencia del caciquismo, aunque en la práctica no logró erradicarlo.
- La creación del Instituto Nacional de Previsión en 1908, una institución pionera en la protección social, cuyo propósito era establecer un sistema de jubilación para los trabajadores.
- La Ley Electoral de 1907, que endureció los controles sobre el fraude electoral, pero no consiguió democratizar el sistema político.
La Represión y la Caída de Maura: La Semana Trágica de Barcelona
A pesar de su discurso regeneracionista, su gobierno se caracterizó por una fuerte represión de la protesta social, como ocurrió con la Ley de Huelga de 1909, que restringía los derechos de los trabajadores. La crisis de su gobierno estalló en 1909 con la Guerra de Marruecos, cuando el envío de tropas a Melilla desató la Semana Trágica de Barcelona. La revuelta, inicialmente promovida por sectores obreros y anarquistas, degeneró en una insurrección con barricadas, incendios de conventos y enfrentamientos con el Ejército. La represión fue brutal: se declararon tribunales militares y se ejecutaron a varios líderes del movimiento, entre ellos el pedagogo Francisco Ferrer y Guardia, cuya muerte generó un gran escándalo internacional. La dureza de la represión no solo debilitó a Maura, sino que marcó el primer caso en el que un partido dinástico (el Partido Liberal) se alió con fuerzas opositoras para forzar la dimisión de un gobierno conservador.
El Reformismo Liberal de Canalejas
Tras la caída de Maura, José Canalejas asumió la presidencia del gobierno entre 1910 y 1912 con la intención de promover una "regeneración democrática". A diferencia de su predecesor, Canalejas intentó equilibrar las demandas de reforma con la estabilidad del sistema.
Principales medidas de Canalejas:
- La Ley del Candado de 1910, que prohibía el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España sin autorización del gobierno, lo que buscaba limitar la creciente influencia de la Iglesia en la política.
- La Ley de Reclutamiento de 1912, que estableció el servicio militar obligatorio y eliminó el sistema de redención en metálico, que permitía a los más ricos librarse del servicio.
- En el ámbito territorial, sentó las bases para la Ley de Mancomunidades de 1913, que permitía a las diputaciones provinciales catalanas agruparse en un solo organismo.
Sin embargo, su asesinato en 1912 truncó su proyecto reformista y dejó al Partido Liberal sin un liderazgo fuerte.
El Auge de la Oposición Política y Social
Mientras los intentos de regeneración desde el poder fracasaban, la oposición republicana y socialista cobraba fuerza. El republicanismo, representado por el Partido Radical de Alejandro Lerroux y el Partido Reformista de Melquíades Álvarez, ganó influencia en las ciudades. El PSOE, por su parte, consolidó su presencia parlamentaria en 1910, con la elección de su primer diputado, Pablo Iglesias. Paralelamente, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) se fundó en 1910 como un sindicato revolucionario que defendía la acción directa y la huelga general. En el ámbito nacionalista, la Lliga Regionalista se fortaleció en Cataluña, mientras que en el País Vasco el PNV amplió su base social.
La Crisis de 1917: El Punto de Inflexión
La Crisis de 1917 fue el punto de inflexión que marcó el colapso del sistema de la Restauración. Ese año confluyeron tres crisis simultáneas:
- La protesta militar de las Juntas de Defensa, que exigían mejoras en el Ejército.
- La crisis política con la Asamblea de Parlamentarios, que reclamaba una reforma constitucional.
- La huelga general revolucionaria de agosto, convocada por la UGT y el PSOE.
La brutal represión de la huelga, con más de 70 muertos y miles de detenidos, mostró la fragilidad del régimen.
Conclusión: El Fracaso de la Regeneración y el Camino al Golpe de Estado
Los intentos de regeneración del sistema político durante el reinado de Alfonso XIII fracasaron debido a la resistencia de las élites y la creciente conflictividad social. Ni la "revolución desde arriba" de Maura ni la "regeneración democrática" de Canalejas lograron consolidarse, y la combinación del autoritarismo del monarca y la inestabilidad política preparó el camino para el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 y la posterior caída de la monarquía en 1931.