De la Crisis Monárquica a la Constitución de 1812: El Nacimiento del Liberalismo en España
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La Crisis de la Monarquía y el Inicio de la Guerra de Independencia
La crisis de la monarquía española, que comenzó en el siglo XIX ante el descontento del "partido antigodoyista", culminó con el Motín de Aranjuez en marzo de 1808. Este suceso obligó a Godoy a huir y renunciar a su cargo, y Carlos IV fue forzado a abdicar en favor de su hijo, Fernando VII. Paralelamente, España firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau (1807), que preveía el reparto de Portugal y autorizaba la entrada de ejércitos napoleónicos en España. Sin embargo, el pueblo español percibía que esto era una excusa para ocupar toda la Península.
Napoleón convocó a la familia real española en Bayona. Ante la salida de los últimos representantes españoles, el 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se alzó contra las tropas francesas, lo que resultó en cientos de muertos, un evento inmortalizado por Goya en sus pinturas. Mientras tanto, Napoleón obligó a Fernando VII a renunciar al trono y cederlo a su hermano, José I Bonaparte. Estos eventos marcaron el inicio de un proceso histórico cuyas consecuencias fueron la Guerra de Independencia: un conflicto contra un ejército extranjero, una lucha entre Francia y Gran Bretaña, y un largo conflicto interno contra los afrancesados para definir el modelo político y social de la España del siglo XIX.
Desarrollo de la Guerra y el Camino hacia la Constitución
- 1808-1810: La sublevación popular se transformó en guerra abierta. La resistencia se manifestó en forma de sitio en Gerona y Zaragoza, ejemplos de heroísmo.
- 1810-1812: Las tropas napoleónicas alcanzaron el máximo control sobre el suelo peninsular.
- 1812-1813: Se produjo la retirada de las tropas francesas, también comprometidas en Rusia. Napoleón, al borde de la derrota, firmó el Tratado de Valençay (1813), reconociendo a Fernando VII como rey de España. Sin embargo, las tropas no abandonaron Cataluña hasta 1814.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
La obra de los diputados reunidos en Cádiz, en pleno conflicto bélico, significó la liquidación del Antiguo Régimen y la definición del primer sistema liberal español, el más avanzado de Europa y modelo para muchas constituciones europeas y americanas. La Junta Suprema Central se disolvió en enero de 1810, iniciando un proceso de convocatoria de Cortes. Se organizó una "consulta al país" a través de las Juntas Provinciales o los Ayuntamientos sobre las reformas a realizar. Predominaba la idea de que la desastrosa acción de los gobiernos de Carlos IV había provocado la ruina de España, por lo que se pedían garantías contra el poder absoluto del monarca.
El proceso de elección de diputados y su reunión en Cádiz fueron difíciles debido a la guerra. En muchos casos, se eligieron sustitutos entre las personas presentes en Cádiz. El ambiente liberal de la ciudad influyó en que gran parte de los elegidos simpatizaran con estas ideas. Las Cortes se abrieron en septiembre de 1810 y su primer triunfo fue la formación de una cámara única. En su primera sesión, aprobaron el principio de Soberanía Nacional, estableciendo que el poder reside en el conjunto de los ciudadanos representados en las Cortes.
Una comisión de las Cortes preparó el proyecto de Constitución, que se promulgó el 19 de marzo de 1812, día de San José, conocida popularmente como "La Pepa". Era un texto extenso, de 384 artículos, que incluía:
- Una declaración de derechos del ciudadano.
- El reconocimiento de todos los derechos legítimos de los individuos que componen la nación española.
- La definición de la nación como el conjunto de todos los ciudadanos de ambos hemisferios: los territorios peninsulares y las colonias americanas.
Principios Fundamentales de la Constitución
La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes y no en el derecho divino:
- Poder Legislativo: Cortes unicamerales con amplios poderes. Los diputados tenían un mandato de dos años y eran inviolables en el ejercicio de sus funciones. El sufragio era universal masculino e indirecto.
- Poder Ejecutivo: El monarca dirigía el gobierno e intervenía en la elaboración de leyes a través de la iniciativa y la sanción, con veto suspensivo durante dos años.
- Poder Judicial: Competencia exclusiva de los tribunales, estableciendo los principios básicos de un Estado de Derecho.
Reformas y Organización del Estado
Otros artículos de la Constitución planteaban:
- Reforma de los impuestos y la Hacienda.
- Creación de un ejército nacional y servicio militar obligatorio.
- Implantación de una enseñanza primaria, pública y obligatoria.
- División del territorio en provincias.
- Formación de ayuntamientos con cargos electivos.
- Creación de la Milicia Nacional, a nivel local y provincial.
El texto constitucional reflejaba el compromiso entre los sectores de la burguesía liberal y los absolutistas al afirmar la confesionalidad católica del Estado.
Abolición del Antiguo Régimen y el Legado de Cádiz
Las Cortes de Cádiz aprobaron leyes y decretos destinados a eliminar el Antiguo Régimen y ordenar el Estado como un régimen liberal:
- Supresión de los señoríos jurisdiccionales: Una reforma agraria que liquidaba el régimen señorial y transformaba a los antiguos señores en propietarios de las tierras.
- Eliminación de los mayorazgos y desamortización de las tierras comunales: Para recaudar capitales y amortizar deuda pública.
- Abolición de la Inquisición: Con fuerte oposición de los absolutistas y el clero.
- Libertad de imprenta: Aunque continuaba bajo el control de la Iglesia.
- Libertad de trabajo, anulación de los gremios y unificación del mercado.
Este primer liberalismo marcó las líneas básicas de la modernización de España. Los legisladores de Cádiz aprovecharon la situación revolucionaria para elaborar un marco legislativo mucho más avanzado de lo que hubiera sido posible en una situación de normalidad. Sin embargo, la obra de Cádiz no tuvo gran incidencia práctica. La guerra impidió la aplicación efectiva de lo legislado y, al final de la guerra, la vuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del absolutismo.