Crisis del Imperio Romano y el Reino Visigodo: Causas y Consecuencias

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A partir del siglo III, Roma entra en una crisis profunda y se inicia un proceso de ruralización. El comercio desaparece y las ciudades se despueblan a causa del desabastecimiento y la inseguridad. Esta situación llevó a los grupos más poderosos a trasladar su residencia de la ciudad al campo, a las villas, que se transformaron y su producción se diversificó para atender a una nueva economía de subsistencia. Esa transformación afectó también a los edificios que integraban las villas. Además de económica y social, la crisis del siglo III fue una crisis política agudizada por la presión que los pueblos bárbaros ejercían sobre las fronteras del imperio y la incapacidad del ejército romano de defender las fronteras frente a los germanos.

Invasiones Bárbaras y el Debilitamiento del Imperio Romano

PUEBLOS BÁRBAROS: Los bárbaros germanos invadieron el Imperio Romano en el siglo V. Esto sólo fue posible por el creciente debilitamiento del Bajo Imperio. En este periodo el Imperio Romano sufrió: la anarquía militar, el declive de las ciudades y el proceso de ruralización, la decadencia del sistema de producción esclavista. Debido a esta debilidad del Bajo Imperio Romano los pueblos germanos invadieron la Galia e Hispania. En el 409 tres pueblos penetraron en la península y se la repartieron:

  • Los suevos se establecieron en la provincia romana de la Galaecia.
  • Los vándalos silingos en la Bética, aunque saltaron al norte de África en el 430. Los vándalos asdingos en la Galaecia.
  • Los alanos se establecen en las extensas provincias de Lusitania y Cartaginense.

El Reino Visigodo en la Península Ibérica

Los visigodos no llegaron a la península como invasores sino como aliados del Imperio Romano para expulsar a suevos, alanos y vándalos. Tras la derrota de Vouillé en el 507 frente a los francos, se vieron obligados a establecer el centro de su reino en Toledo. La monarquía visigoda era en principio de tipo electivo, lo cual hacía que los reyes fueran débiles y dependientes de la nobleza. El rey debía gobernar con una asamblea de nobles. Además, tras el III Concilio de Toledo, la Iglesia participó en el gobierno del reino a través de los sucesivos Concilios de Toledo. Los visigodos entraron en pequeño número en la península y se integraron mal con la población hispanorromana. Tuvieron que superar 3 problemas:

Desafíos del Reino Visigodo

  1. Unificación política de la península: Los visigodos tuvieron que conquistar ciertos territorios de la Península que se escapaban de su control: en el 585 Leovigildo conquistó el reino de los suevos en Galicia; en el 602 Suintila conquista Andalucía a los bizantinos; solo los vascones y otros pueblos del norte de la península mantuvieron un grado de semiindependencia. Además, Leovigildo intentó crear la monarquía hereditaria asociando al trono a su hijo. Buscó la unidad religiosa pero fracasó.

  2. Problema religioso: Los visigodos eran arrianos, los hispanorromanos eran católicos. En el III Concilio de Toledo, Recaredo obligó a los visigodos a convertirse al catolicismo consiguiendo la unidad religiosa y el apoyo de la aristocracia hispanorromana como la de la Iglesia.

  3. Problema legal: Mantuvieron una división legal. En el 654 Recesvinto unificó la legislación que afectaba a unos y otros mediante la redacción del Liber Iudiciorum.

El reino visigodo vivió a fines del siglo VII una continua inestabilidad política entre el rey y la nobleza. Esta desembocó en una guerra civil que fue aprovechada por los musulmanes, los cuales derrotaron al último rey visigodo: Rodrigo, en la batalla de Guadalete (711).

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