La Crisis de Berlín de 1961: Orígenes y Consecuencias del Muro

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La Crisis de Berlín de 1961: Un Punto de Inflexión en la Guerra Fría

La Crisis de Berlín de 1961 fue el último gran incidente político-militar europeo de la Guerra Fría relacionado con la ocupación militar en la capital alemana de Berlín. Fue provocada por la Unión Soviética mediante un ultimátum que exigía la retirada de las fuerzas armadas occidentales de Berlín Occidental. Concluyó con la construcción del Muro de Berlín, que dividió la ciudad en dos. Ocurrida entre 1958 y 1963, la Crisis de Berlín surgió a partir de la división cuadripartita de la capital del Reich tras la Segunda Guerra Mundial, en la que ambos bloques, aliados en su afán de detener a Alemania durante la guerra, se enfrentaron luego debido a posturas ideológicas opuestas.

Contexto y Causas de la Tensión

El territorio de Berlín era en sí mismo un punto neurálgico tras la división bipolar del mundo: la URSS y los aliados compartían su administración. El problema se suscitó cuando muchos ciudadanos desempleados de Europa del Este vieron las posibilidades que ofrecía Berlín Occidental. La rápida prosperidad alcanzada por Alemania Occidental en función de su reconstrucción, puesta en marcha con el Plan Marshall, hizo que esta se volviera una oportunidad para los ciudadanos del bloque Oriental. Más aún, el perjuicio no solo se debía a la emigración, sino a que gran parte de esta era gente cualificada.

Escalada del Conflicto y Esfuerzos Diplomáticos

El conflicto que derivó en la construcción del muro en 1961 vivió momentos en los que se temió un nuevo enfrentamiento bélico. Hacia 1958, apoyando las motivaciones de Alemania Oriental, Jrushchov anunció que Berlín debía quedar incorporada a Alemania del Este o, de lo contrario, bajo el poder de las Naciones Unidas. La situación se agravó cuando el líder soviético instó a los aliados a tomar una resolución en seis meses. En caso contrario, pasaría a tener pleno acceso a Berlín mediante un tratado firmado con Alemania Oriental.

La situación así planteada puso a las potencias occidentales en un verdadero aprieto: aceptar las condiciones de Moscú significaba un paso atrás en la defensa de la democracia y de los intereses que esta representaba; negarse de plano era poner en peligro la paz mundial bajo la amenaza de una guerra de alcance nuclear.

Las acciones diplomáticas que se tomaron para una resolución pacífica no prosperaron demasiado: las reuniones de los antiguos vencedores de Alemania, entre Jrushchov y el recientemente electo Kennedy, y la cumbre de la ONU en 1960. En todas estas instancias, la Unión Soviética optó por la confrontación ideológica.

Se debe tener en cuenta que, tras la muerte de Stalin en 1953, el avance del capitalismo era indiscutible y que, si bien ninguno de los dos bloques estaba dispuesto a ceder zonas de influencia, las acciones se iban orientando hacia una avenencia pacífica. La crisis posterior que vio peligrar la tranquilidad mundial, frágilmente sostenida, fue la Crisis de los Misiles en Cuba. En esta oportunidad, también se optó por una salida que no redundara en el conflicto armado.

Resolución y Legado: La Construcción del Muro

La culminación de la crisis derivó en la construcción del muro, imposibilitando radicalmente toda conexión entre ambos lados de la capital. Esta acción, llevada a cabo por Alemania Oriental, dio cuenta, en primera instancia, de que el líder ruso no quería una guerra. En segundo término, la división expresa sentó las bases de un estatus que se perpetuó durante 28 años.

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