La Crisis del 98: De la Regencia de María Cristina a la Pérdida de Cuba y Filipinas
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La Regencia de María Cristina y el Gobierno Liberal
Tras la muerte de Alfonso XII, María Cristina de Habsburgo asumió la regencia hasta la mayoría de edad del futuro Alfonso XIII. Esta nueva etapa comenzó con un gobierno del Partido Liberal de Sagasta. El régimen sufrió un duro golpe cuando el entonces jefe del gobierno, Cánovas, murió víctima de un atentado anarquista.
El Parlamento Largo y sus reformas
A la muerte de Alfonso XII, Sagasta sustituyó a Cánovas como jefe de gobierno. Comenzó una fase de casi cinco años de gobierno liberal, que se conoce como el Parlamento Largo. Su objetivo era introducir en el sistema político canovista ciertas aspiraciones progresistas del Sexenio Democrático.
Principales leyes aprobadas:
- Con la promulgación de los códigos de Comercio y Civil se culminó en España el proceso codificador.
- La Ley de Asociaciones. En el primer gobierno liberal de la Restauración se había creado la Comisión de Reformas Sociales para estudiar las condiciones de vida de los trabajadores y la legislación necesaria para su mejora.
- La Ley de Jurado, que se mantuvo en vigor durante treinta y cinco años.
- La Ley de Sufragio Universal. Sagasta tampoco era partidario del sufragio universal, ya que despreciaba el voto popular tanto como Cánovas. A pesar de todo, impulsó su restablecimiento como maniobra política para reforzar su liderazgo dentro del Partido Liberal.
De la Guerra de Cuba a la Guerra con Estados Unidos
El conflicto en Cuba
Tan tajante actitud provocó que disminuyeran cada vez más las filas de los partidos cubanos de la autonomía y aumentaran las de los independentistas. En 1895 estalló la revuelta bajo la dirección de José Martí, dirigente e ideólogo del Partido Revolucionario Cubano, y los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo: había comenzado la tercera guerra de Cuba contra España. España envió de nuevo al general Martínez Campos, que dimitió y fue sustituido por el general Weyler.
Pero la clave del conflicto fue la intervención de Estados Unidos, cuyos intereses económicos en la isla desempeñaron un papel de primer orden, en especial los de la American Sugar Refining Company. Estados Unidos había realizado gestiones de todo tipo para resolver el conflicto a su favor, incluida una oferta de compra de la isla al gobierno español.
Finalmente, tuvo lugar la voladura del acorazado Maine. La flota española era aniquilada en Santiago de Cuba mientras tropas estadounidenses invadían Cuba y Puerto Rico.
La situación en Filipinas
El otro escenario colonial importante fueron las islas Filipinas. Se dirigió de nuevo la atención hacia la riqueza en tabaco y azúcar de la Restauración.
Cuando los norteamericanos declararon la guerra a España en 1898 por la cuestión cubana, se presentaron también ante los filipinos como sus libertadores. Igual que en Cuba, la flota estadounidense infligió una aplastante derrota a la española cerca de Manila y las tropas americanas entraron en la capital filipina.
El Tratado de París y la Liquidación de las Últimas Colonias
La guerra hispano-americana, conocida como la Guerra de los Cien Días, finalizó y se firmó el Tratado de París.
- España perdía Cuba, que fue ocupada de modo provisional por Estados Unidos.
- España, además, cedía a Estados Unidos Puerto Rico, Guam y las islas Filipinas.
La Crisis del 98
La Crisis del 98: España se había quedado sin pulso. Así concluía un artículo titulado «Sin pulso», escrito por el nuevo líder conservador Francisco Silvela.