Crisis de 1917 en España: Causas, Problemas y Consecuencias

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 4,38 KB

Contexto de la Crisis General de 1917 en España

La crisis de 1917 en España se caracterizó por una profunda inestabilidad política, marcada por las divisiones internas de los partidos dinásticos y el creciente aumento de la oposición al sistema de la Restauración. A esto se sumó un intervencionismo cada vez mayor del ejército en la vida política del país.

Alteración Económica por la Neutralidad en la Primera Guerra Mundial

La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial tuvo importantes consecuencias económicas:

  • Aumento de las exportaciones de productos industriales y agrarios, lo que generó un crecimiento económico y un saldo positivo en la balanza de pagos.
  • Se produjo una fuerte inflación, que no fue correlativa con el aumento salarial. Esto provocó un grave empeoramiento de las condiciones de vida de las clases populares.

Conflictividad Social

La conflictividad social se agudizó, con UGT y CNT movilizando protestas ante el encarecimiento de los productos de primera necesidad.

Los Tres Problemas de la Crisis de 1917

El Problema Militar: Junio de 1917

Este problema se originó por varios motivos:

  • Problemas internos en el ejército, como la excesiva burocratización, el elevado número de oficiales y el descontento entre los militares peninsulares por el sistema de ascenso por méritos de guerra, que beneficiaba a los africanistas.
  • Pérdida del poder adquisitivo de los sueldos debido a la inflación.

Ante esta situación, se crearon las Juntas de Defensa. Formadas por oficiales (excluyendo generales y suboficiales) con una clara orientación sindical, los militares se unieron para defender sus reivindicaciones profesionales y económicas (principalmente aumento salarial y ascenso por antigüedad). Además, solicitaron la formación de un gobierno de concentración para regenerar el país.

Los militares ejercieron presión sobre el gobierno, que acabó reconociendo a las Juntas como órganos representativos del ejército y cediendo ante sus reivindicaciones económicas. Tras esto, el ejército volvió a convertirse en un pilar de la monarquía y del gobierno frente al problema social, recuperando al mismo tiempo su protagonismo político.

El Problema Político: Julio de 1917

Ante la creciente conflictividad social y la crisis militar, el gobierno de Eduardo Dato suspendió las garantías constitucionales, clausuró las Cortes e impuso la censura de prensa.

Francesc Cambó, líder de la Liga Regionalista, exigió la reapertura de las Cortes. Ante la negativa gubernamental, se celebró una asamblea de diputados catalanes que convocó a todos los senadores y diputados españoles a una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona para el 19 de julio.

Acudieron pocos parlamentarios (unos 70 de 760), principalmente catalanistas, republicanos y socialistas. Esta asamblea exigió la formación de un gobierno provisional, el reconocimiento de la pluralidad de España y la celebración de Cortes constituyentes.

La iniciativa fracasó por la falta de apoyo del ejército y por las divisiones internas entre los asambleístas (los catalanistas conservadores frente a los republicanos y socialistas, que demandaban mayores transformaciones sociales). La asamblea fue disuelta y los parlamentarios detenidos.

El Problema Obrero: Agosto de 1917

La conflictividad social persistía, y las organizaciones obreras (CNT y UGT) continuaron movilizando protestas.

Este problema se desencadenó a raíz de un conflicto ferroviario en Valencia. UGT, con el apoyo del PSOE, convocó una huelga general. La huelga tuvo especial intensidad en los centros industriales de Madrid, el País Vasco y Asturias, pero apenas tuvo impacto en las zonas rurales.

La protesta adquirió un matiz político: los convocantes reclamaban la instauración de la República, rechazando el sistema político vigente y exigiendo la creación de un gobierno provisional que convocara Cortes constituyentes.

Los huelguistas no contaron con el apoyo de la Asamblea de Parlamentarios (que defendía los intereses de la burguesía) ni con el de las Juntas de Defensa, que respaldaron al gobierno.

El gobierno reaccionó con una dura represión, utilizando al ejército. El saldo fue de 71 muertos y 2000 detenidos.

Entradas relacionadas: