Creencias Funerarias y Arquitectura Monumental: Egipto y Grecia

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Egipto: El Juicio de Osiris

El Juicio de Osiris era el acontecimiento más importante y trascendental para el difunto dentro del conjunto de creencias de la mitología egipcia.

En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubis ante el tribunal de Osiris. Anubis extraía mágicamente el Ib (el corazón, que representa la conciencia y moralidad) y lo depositaba sobre uno de los dos platillos de una balanza. El Ib era contrapesado con la pluma de Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal), situada en el otro platillo.

Mientras, un jurado compuesto por 42 dioses le formulaba preguntas acerca de su conducta pasada y, dependiendo de sus respuestas, el corazón disminuía o aumentaba de peso. Tot, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris.

Grecia Antigua: Monumentos Funerarios

El Monumento de las Nereidas

El Monumento de las Nereidas es una tumba en forma de pequeño templo griego (jónico) dispuesto de una manera no griega, sobre un alto podio que probablemente contenía una cámara funeraria. Tenía dicha cámara funeraria, así como frontones, acróteras y un friso que recorría la parte interior del edificio, como ya ocurría en el Partenón. El arquitrabe exterior también tenía un friso.

En el podio también había dos frisos superpuestos que formaban el zócalo y reproducían las victorias del príncipe licio. El friso inferior está inspirado en el Partenón, ya que en él se representó una amazonomaquia, mientras que el friso superior exaltaba la victoria del personaje real. Todo el friso del arquitrabe tenía como tema principal la cacería y la entrega de ofrendas al príncipe.

El podio sostenía el pequeño templo períptero cuya naos constituía la cámara sepulcral que contenía los lechos funerarios. El monumento toma su nombre de las doncellas marinas conocidas como Nereidas, las ninfas del mar. Estas estatuas, colocadas en los intercolumnios, fueron talladas con la técnica de los paños mojados. El paiorios, o juego de transparencias, es evidente en estas figuras. En ellas se combinan vestimentas transparentes con pliegues agitados, de talla profunda. La fachada del frontón alberga las figuras de la pareja difunta con su cortejo fúnebre.

El Mausoleo de Halicarnaso

Esta sección describe una reconstrucción ideal del que fuera el Mausoleo de Halicarnaso. Construido hacia el 350 a. C., sus arquitectos fueron posiblemente Sátiro y Pitio de Priene. Se sabe que su promotora fue Artemisia, esposa del sátrapa persa Mausolo, que reinó en la región de Caria, en Asia Menor. Pertenece al periodo Helenístico. Participaron en la elaboración de las esculturas y relieves escultores como Briaxis, Leocares y Escopas. El edificio fue destruido posiblemente por un terremoto antes de 1404; hoy sólo se conservan los cimientos y algunos relieves del friso en el Museo Británico. Las principales referencias que tenemos del edificio son a través de Plinio el Viejo. Antípatro de Sidón lo consideró una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

Estructura y Decoración

El edificio constaría de una planta rectangular; parece probable que se construyera sobre un estereóbato o crepidoma. En su alzado, se observarían 4 cuerpos superpuestos:

  1. Un cuerpo macizo en forma de prisma rectangular, adornado con un friso con relieves.
  2. Un segundo cuerpo de características similares, también con friso corrido con relieves.
  3. Un tercer cuerpo que sería un prisma rectangular macizo y ciego.
  4. Un cuarto cuerpo formado por una galería columnada, con un total de 36 columnas de orden corintio (orden que siempre se relacionó con los monumentos funerarios). En este cuarto cuerpo encontraríamos estatuas en los intercolumnios. La galería daría paso a un cuerpo que seguramente alojaría la cámara funeraria de Mausolo.

Estaría cubierto por una pirámide escalonada.
En cuanto a los elementos decorativos, lo más destacado son los frisos historiados, de los cuales algunos fragmentos se conservan en el Museo Británico. Además, habría estatuas en los intercolumnios, y es posible que hubiera acróteras en la cubierta.

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